La última encuesta DeutschlandTrend, elaborada por la consultora Infratest dimap para la cadena ARD, mostró que el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) alcanzó por primera vez a la alianza conservadora CDU/CSU en la intención de voto. Ambos espacios sumaron 26% en la llamada “pregunta del domingo”, que mide las preferencias partidarias si hoy se celebraran elecciones al Bundestag.
La Unión perdió un punto respecto a septiembre, mientras que la AfD ganó uno, consolidando un crecimiento sostenido en los últimos meses. El Partido Socialdemócrata (SPD) se mantuvo en 14%, seguido por los Verdes con 12% y La Izquierda con 10%. El bloque liderado por Sahra Wagenknecht (BSW) y los liberales (FDP) quedaron en 3%, por debajo del umbral parlamentario.

Descontento con la gran coalición
La encuesta reflejó también un fuerte deterioro en la valoración de la coalición gobernante entre CDU/CSU y SPD. Solo un 20% de los consultados dijo estar satisfecho con la gestión, la cifra más baja desde el inicio del mandato del canciller Friedrich Merz. En junio, ese nivel de apoyo era del 40%.
Por el contrario, un 77% expresó estar poco o nada conforme con la conducción actual. Entre los votantes de la Unión, un 49% mantuvo la confianza, mientras que apenas el 38% de los socialdemócratas respaldó al oficialismo. Entre los simpatizantes de la AfD, el rechazo fue absoluto: 0%.

Pistorius, el político mejor valorado
A nivel individual, el ministro de Defensa Boris Pistorius (SPD) encabezó el ranking de popularidad con un 56% de aprobación, aunque cayó cuatro puntos respecto al mes anterior. Lo siguió el canciller Friedrich Merz (CDU) con un 27%, una baja de seis puntos que refleja el desgaste de su figura.
En la oposición, la líder parlamentaria de la AfD, Alice Weidel, alcanzó un 26% de aprobación, el mismo nivel que el ministro del Interior Alexander Dobrindt (CSU).

La democracia en cuestión
Un dato preocupante del DeutschlandTrend es que solo el 42% de los encuestados manifestó satisfacción con el funcionamiento de la democracia en Alemania, frente a un 56% que se mostró crítico o desencantado.
Cuando se consultó sobre las mayores amenazas para el sistema democrático, el 30% mencionó al extremismo y populismo de derecha, seguido por un 20% que apuntó al mal funcionamiento de las instituciones y la administración pública. La migración fue señalada por un 8% y la polarización social por un 6%.

Diferencias en otras encuestas
El ZDF publicó en paralelo su propio Politbarometer, que colocó a la Unión un punto por delante de la AfD (27% contra 25%). La divergencia se explica por el margen de error de entre 2 y 3 puntos que tienen este tipo de relevamientos.
Lo que sí confirma la comparación entre institutos es una tendencia clara: desde agosto de 2024, la AfD subió diez puntos porcentuales en promedio, lo que la ubica como un actor central en la política alemana.

Contexto internacional y tensiones
El sondeo se difundió en un clima marcado por la “hibridación” de amenazas. En las últimas semanas hubo violaciones de espacio aéreo en Polonia, Estonia y Dinamarca, atribuidas a Rusia, y sospechas de espionaje con drones en el norte de Alemania.
Frente a este escenario, un 54% de los alemanes consideró que la OTAN debería reaccionar con firmeza frente a Moscú, mientras que un 34% defendió una postura más cautelosa para evitar una escalada.

Merkel vuelve a la escena
En medio del debate, la excanciller Angela Merkel reapareció con un mensaje duro contra la AfD. En una entrevista televisiva la describió como una “partei menschenverachtend” (partido que desprecia a las personas) y advirtió que su narrativa de dividir entre “el pueblo” y “las élites” atenta contra la Constitución alemana.
“Es comprensible que haya malestar o frustración, pero eso no justifica votar a una fuerza que niega la igualdad de los ciudadanos”, sostuvo la líder que gobernó Alemania durante 16 años.

El desafío para la política alemana
El empate entre la AfD y la CDU/CSU no implica un resultado electoral definitivo, pero constituye un punto de inflexión en el panorama político. Como recordaron los autores del estudio, la “pregunta del domingo” refleja un estado de opinión y no un comportamiento consolidado de voto. Aun así, la señal es clara: la ultraderecha capitaliza el descontento y la erosión de confianza hacia la coalición de gobierno. El reto para los partidos tradicionales será responder con propuestas concretas en lugar de confiar en la mera descalificación del adversario.




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