Buenos Aires (AT) – Deutsche Bahn probó un nuevo tren de alta velocidad en la línea entre Erfurt y Leipzig/Halle y alcanzó una marca histórica: 405 kilómetros por hora. El ensayo, realizado en conjunto con Siemens, fue parte de un programa de pruebas para validar componentes del Velaro Novo, una nueva plataforma de trenes que aún no está en servicio comercial.
Para esta prueba, se utilizó un coche central del nuevo modelo equipado con sensores y sistemas de medición, remolcado por una locomotora ICE ya existente. Según confirmó Philipp Nagl, director de la filial de infraestructura DB InfraGo, “las pruebas nos brindan información clave para la renovación y el mantenimiento de las vías rápidas, así como para el desarrollo técnico de trenes de alta velocidad”.

Velocidad contra infraestructura
Aunque los actuales trenes ICE están preparados para velocidades superiores a los 300 km/h (excepto el ICE 4, que no supera los 265 km/h), el sistema ferroviario de Alemania limita su desempeño. La mayor parte de la red presenta tramos deteriorados, estaciones demasiado cercanas entre sí y un nivel de saturación que impide aprovechar al máximo el potencial de los trenes.
La línea Erfurt-Leipzig, inaugurada en 2015 y especialmente diseñada para alta velocidad, fue la elegida por su buen estado general. Hasta ahora, el récord en esa ruta era de 333 km/h, lo que convierte al test del Velaro Novo en un nuevo hito tecnológico, aunque de impacto acotado en la operación diaria.

Una estrategia en construcción
El flamante ministro de Transporte de Alemania, Patrick Schnieder (CDU), tomó nota del contexto crítico. En declaraciones recientes, adelantó que su cartera presentará una estrategia de reforma del sistema ferroviario antes del fin del verano europeo.
“Queremos definir los lineamientos sobre dónde debe estar la Deutsche Bahn en algunos años y cómo llegar a esos objetivos”, dijo Schnieder, quien también se refirió a posibles cambios en la cúpula de la empresa estatal: “Eso lo discutiremos más adelante. Primero hay que establecer la hoja de ruta”.
La coalición de gobierno ya había anticipado en su acuerdo programático la intención de reestructurar el directorio y el consejo de supervisión de la Deutsche Bahn, con el objetivo de incorporar más experiencia técnica y agilizar la gestión.

Trenes que llegan tarde, pasajeros que se cansan
El nuevo plan del ministro llega en un momento delicado: la puntualidad de los trenes de larga distancia tocó un piso histórico en 2023. Solo entre el 65% y el 70% de los trenes ICE e IC llegaron sin demoras significativas. La causa principal, según reconocen desde la propia empresa, es el estado de la infraestructura.
La Deutsche Bahn prevé reacondicionar más de 40 tramos de alto tránsito en los próximos años. Pero los plazos y la ejecución despiertan escepticismo. Desde la CDU, partido de Schnieder, ya se ha manifestado la necesidad de revisar el cronograma de “generalsanierungen” (renovaciones integrales).
“Nadie quiere postergar indefinidamente las obras, pero hay que evaluar cuáles son los impactos reales”, advirtió el ministro. “¿Tiene sentido hacer nueve tramos a la vez en un mismo año? Tal vez convenga redistribuir algunas cargas”.
Un informe interno de la Deutsche Bahn sugiere, de hecho, extender el calendario hasta mediados de la década del 2030, en lugar de completarlo en 2031 como estaba previsto inicialmente.

Un futuro que todavía no llega
Por ahora, el Velaro Novo representa una promesa de modernidad que choca con la realidad del día a día ferroviario en Alemania. Siemens lo concibió como la nueva generación de trenes para mercados globales, pero su implementación en territorio alemán depende no solo de decisiones comerciales, sino también de la capacidad del Estado para actualizar su red.
Puntualidad, infraestructura sólida y mejor experiencia para el usuario: esos son los desafíos. El tren del futuro ya está en vía de pruebas. Falta que el país esté a su altura.




Hacé tu comentario