Buenos Aires (AT) – Arrancó la 10ª edición de la Vendée Globe, una de las regatas más emblemáticas y desafiantes del mundo, conocida por ser la “Everest de los mares”. Esta competición internacional de navegación en solitario y sin asistencia se lleva a cabo cada cuatro años, y en la edición de este año, los regatistas partirán desde Les Sables-d’Olonne, en la costa oeste de Francia, para enfrentar una vuelta al mundo sin escalas ni ayuda externa.
Con una distancia total de más de 45.000 kilómetros (24.300 millas náuticas), la regata desafía a los competidores no solo a nivel físico, sino también psicológico, ya que se requiere de una resistencia extrema para sobrevivir a las duras condiciones del océano.
Un inicio impecable
El inicio de esta edición ha sido inusualmente tranquilo en comparación con otras. Por primera vez en varios años, no se reportaron incidentes durante las primeras horas de la carrera, lo que permitió que los 40 barcos de la flota pudieran continuar sin la necesidad de regresar a puerto. Esto es particularmente destacable, ya que en ediciones anteriores, los primeros días de competencia estuvieron marcados por dificultades técnicas y accidentes imprevistos.
En 2020, el regatista Fabrice Amedeo tuvo que regresar a puerto después de sufrir un problema con la halyard (un cable que sostiene las velas), mientras que en 2016, el español Didac Costa se vio obligado a retirarse debido a un incendio eléctrico en su embarcación. Asimismo, en ediciones pasadas, incidentes similares, como los que sufrieron Marc Guillemot en 2012 y Michel Desjoyeaux en 2008, fueron comunes en los primeros días. Sin embargo, esta vez, los competidores comenzaron la carrera sin contratiempos mayores, lo que les permitió avanzar con optimismo hacia la primera gran etapa del recorrido.
El desafío del clima y el terreno
Aunque el inicio de la Vendée Globe 2024 fue más suave de lo esperado, los regatistas pronto se dieron cuenta de que la verdadera competencia estaba por comenzar. La flota de 40 barcos se encuentra ya enfrentando las difíciles condiciones del mar, y uno de los mayores desafíos es el famoso “monstruo bajo la cama”, una tormenta de gran intensidad que afecta la costa noroeste de España y que, según describió la competidora británica Pip Hare, representa el primer gran reto de la regata.
Este sistema de tormenta, que fue anticipado por los expertos meteorológicos, trajo consigo vientos fuertes de hasta 40 nudos (aproximadamente 74 km/h) provenientes del noreste, que chocaron con un oleaje del oeste, creando condiciones extremadamente turbulentas. Los vientos y las olas son uno de los mayores desafíos en la Vendée Globe, ya que incluso las embarcaciones más avanzadas y mejor preparadas pueden sufrir daños estructurales si no se gestionan correctamente.
El consultor meteorológico de la regata, Basile Rochut, explicó que este sistema climático será una prueba crucial para los navegantes. “Es el primer gran desafío deportivo del recorrido”, afirmó Rochut, mientras los regatistas se alistaban para atravesar el Cabo Finisterre, un punto famoso por sus aguas traicioneras. Además, los competidores deben tomar decisiones estratégicas, como elegir si navegar dentro o fuera del Sistema de Separación de Tráfico (TSS), que evita que las embarcaciones naveguen en las rutas comerciales más transitadas. Estas decisiones son fundamentales, ya que cualquier error de cálculo podría resultar en una pérdida importante de tiempo.
Los favoritos para la victoria
Entre los regatistas que se perfilan como favoritos para llevarse la victoria en esta edición de la Vendée Globe, destaca el francés Charlie Dalin. A bordo de su embarcación MACIF Sante Prevoyance, Dalin comenzó la regata con fuerza, alcanzando la primera posición durante la noche de apertura y manteniendo una ventaja de 34 kilómetros (21 millas) sobre su más cercano competidor, el también francés Sebastien Simon. Dalin, quien ya tiene experiencia en la regata, se mostró confiado en su capacidad para afrontar los desafíos del recorrido.
Otro competidor destacado es el británico Sam Goodchild, quien también está participando en esta edición. Goodchild, quien se encuentra a solo un kilómetro de Dalin en el segundo puesto, dijo que se siente preparado para lo que venga, pero también es consciente de que las condiciones del mar pueden cambiar rápidamente. “Los vientos serán fuertes, pero deberían durar solo un corto período de tiempo”, explicó Goodchild, quien comentó que lo más importante en estos momentos es no tomar decisiones impulsivas y mantenerse en la carrera.
A pesar de la fuerte competencia, Dalin demostró ser uno de los favoritos para ganar, no solo por su destreza en la navegación, sino también por su habilidad para adaptarse a los cambios inesperados que podrían surgir durante la regata. La primera gran tormenta en el camino hacia el Cabo Finisterre será una prueba determinante para todos los competidores, y la capacidad de Dalin para mantener el liderazgo podría ser clave en los días venideros.
La participación de las mujeres en la regata
Una de las características destacadas de la Vendée Globe 2024 es la participación de seis mujeres regatistas. Entre ellas se encuentra Violette Dorange, quien con solo 23 años es la más joven de todos los competidores. Su presencia en esta edición subraya la inclusión de mujeres en las competiciones de navegación de alto nivel, un deporte históricamente dominado por hombres. Dorange se enfrenta a un desafío monumental, pero su determinación y habilidades serán cruciales para mantener su rumbo en la regata.
Además de Dorange, otras mujeres como la francesa Clarisse Crémer y la británica Pip Hare mostraron su capacidad para competir al más alto nivel. La participación femenina en la Vendée Globe es un avance importante para el deporte y refleja el creciente interés de las mujeres en las carreras de vela, especialmente en desafíos tan extremos como este.
Un recorrido exigente
El recorrido de la Vendée Globe es uno de los más arduos del mundo de la vela. A lo largo de los aproximadamente 45.000 kilómetros, los regatistas deben enfrentarse a condiciones climáticas extremadamente variables, desde vientos huracanados hasta mareas traicioneras y temperaturas heladas. Los competidores deben tener una gran resistencia física y mental, ya que la regata dura varios meses y no permiten paradas para descanso.
Durante el trayecto, los regatistas deben atravesar tres cabos muy importantes: el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, el Cabo Leewin en Australia y el Cabo de Hornos en Chile. Cada uno de estos puntos es conocido por sus condiciones difíciles y peligrosas. Además, la falta de asistencia y las largas distancias sin contacto con el exterior convierten esta regata en un desafío único para los competidores.
Expectativas para la competencia
A medida que la flota avanza en el recorrido, las expectativas siguen siendo altas para los competidores más experimentados, pero la imprevisibilidad de las condiciones climáticas hace que cualquier cosa pueda suceder. El récord de la Vendée Globe lo posee el francés Armel Le Cléac’h, quien completó la regata en 74 días, 3 horas y 35 minutos en 2016, mientras que el ganador de la edición anterior, Yannick Bestaven, terminó la regata en 80 días, 3 horas y 44 minutos.
El camino hacia la victoria está lleno de incertidumbre, y el primero en cruzar la línea de meta podría no ser el que partió con la ventaja inicial. Mientras tanto, los regatistas continúan enfrentando los retos del océano, sabiendo que cada ola y cada tormenta podría marcar la diferencia en esta ardua competencia.
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