Buenos Aires (AT) – A causa de los decepcionantes resultados de VW, el Grupo Volkswagen sigue impulsando el programa de ahorro que se está debatiendo. Los números de Volkswagen impactan de manera significativa en la economía del grupo, ya que VW es la principal marca del grupo alemán. Todavía no se han ultimado los detalles en las conversaciones con los empleados, admitió el pasado jueves el director financiero del grupo de Wolfsburgo, Arno Antlitz, en la presentación de las cifras trimestrales. Sin embargo, vio la necesidad de aumentar el rendimiento de la inversión, también demostrada por las cifras del tercer trimestre.
“Si nos fijamos sólo en el margen operativo del tercer trimestre, debería ser una señal de alarma para nosotros”, dijo Antlitz en una entrevista a la Deutsche Presse-Agentur (DPA). “Un 6,2% de rentabilidad sobre ventas es demasiado poco para poder invertir con decisión en el futuro”. Añadió que esto se aplicaba aún más a la marca principal Volkswagen. “Por eso tenemos que mejorar la situación rápidamente ahora”.
El “programa de rendimiento” está demorado
El jefe de la marca Volkswagen, Thomas Schäfer, ya había anunciado en verano que quería reducir los costes en diez mil millones de euros con un “programa de rendimiento”. Sin embargo, el diseño se está alargando más de lo previsto. En un principio, el paquete debía estar listo a finales de octubre y adoptarse en noviembre. Ahora la empresa ha dado marcha atrás.
Antlitz no lo ve como un problema, según le dijo a DPA: “Se trata de un programa grande y muy complejo. La calidad es más importante que la rapidez. Al fin y al cabo, están en juego diez mil millones de euros. Un aplazamiento de uno o dos meses no debería preocuparnos”. El programa debería estar listo a finales de año.
El comité de empresa expreso sus preocupaciones
El programa se está negociando con el comité de empresa en varios grupos de trabajo. Daniela Cavallo, responsable del comité de empresa, fijó dos líneas rojas claras: Ni la seguridad en el empleo acordada hasta 2029 ni la escala salarial de la empresa deben sufrir recortes.
El grupo ha rechazado una información del Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), según la cual podrían suprimirse hasta 4.000 puestos de trabajo en la administración. “No existe un objetivo global de ahorro en el ámbito administrativo”, ha declarado.
En cambio, Antlitz dejó abierto dónde se van a conseguir exactamente los diez mil millones de euros. Sin embargo, no se trata sólo de la marca Volkswagen, sino de todo el grupo. También se trata de mejorar la cooperación con las demás marcas. “Ahí hay un gran potencial”.
La escasez parcial provoca fallos en Volkswagen
La razón de los débiles resultados de la marca de Wolfsburgo en el último trimestre no fue sólo la inundación de Eslovenia a principios de agosto, sino además la avería de un proveedor de piñones para motores de combustión, razón por la cual VW tuvo que reducir la producción en varios centros. Como consecuencia, no se pudieron fabricar 150.000 vehículos, dijo Antlitz en entrevista con DPA.
“Por supuesto, ahora queremos compensarlo”, añadió. A partir de la semana que viene, se espera que todas las plantas produzcan con normalidad. Antlitz cifró la carga del cuello de botella en una cantidad de tres dígitos de millones de euros. La marca principal Volkswagen se vio especialmente afectada. Esto ha supuesto una presión adicional sobre el ya débil rendimiento.
Las condiciones generales del sector no son las mejores
Por debajo de la línea, el grupo obtuvo en el tercer trimestre el doble de beneficios que un año antes. Sin embargo, esto se debió principalmente a las amortizaciones multimillonarias realizadas en el mismo período del año anterior. En los meses de julio a septiembre de este año, el beneficio neto fue de 4.350 millones de euros. En el mismo trimestre del año anterior, el fin de una cooperación sobre software para la conducción autónoma había supuesto una carga de 1.900 millones de euros.
Al mismo tiempo, las condiciones generales de la industria automotriz se enturbiaron considerablemente. “Como era de esperar, la competencia se ha endurecido y la confianza del mercado se está deteriorando. La inflación y los tipos de interés dificultan aún más la situación”, afirmó Antlitz.
Y por último agregó: “Una vez que termine la escasez de chips, todos los fabricantes podrían volver a producir más automóviles. Esto aumentaría la oferta y presionaría los precios. Por lo tanto, es necesario finalizar rápidamente los programas de eficiencia planificados, que buscan reducir los costos, e implementar rápidamente las primeras medidas”.
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