Buenos Aires (AT) – En la década de 1960, en plena Guerra Fría, la República Democrática Alemana (RDA) lanzó el tren VT 18.16 como una demostración de la modernidad del socialismo real. Este tren de alta velocidad, diseñado para competir con el Trans-Europ-Express de Alemania Occidental, alcanzaba hasta 160 km/h, aunque las limitaciones en la infraestructura ferroviaria de la RDA solo permitían una velocidad máxima de 120 km/h en sus rutas. Pese a su capacidad, este tren operaba principalmente en rutas internacionales, conectando Berlín Oriental con ciudades como Malmö, Praga y Viena.
Aunque el tren VT 18.16 pretendía mostrar el desarrollo y la tecnología de la RDA al mundo, las condiciones para los ciudadanos de este país eran muy diferentes. Mientras el tren cruzaba fronteras hacia el Oeste, los ciudadanos de la RDA estaban sometidos a fuertes restricciones de viaje. Desde la construcción del Muro de Berlín en 1961, cualquier intento de viajar a países fuera del bloque soviético implicaba un riesgo considerable. Así, para muchos, el VT 18.16 representaba una paradoja: un tren moderno que ellos mismos no podían aprovechar para salir más allá de las fronteras de su país.
La serie VT 18.16: un tren que marcó una época
La producción del VT 18.16 comenzó en 1965, con un total de ocho trenes construidos. Este tren no solo era un alarde de tecnología, sino también un emblema de los logros que la RDA quería mostrar al mundo. Una de las rutas más famosas en las que operaba el tren era la conocida como “Vindobona”, que conectaba Berlín con Viena, pasando por Praga. Sin embargo, para los ciudadanos de la RDA, la mayoría de las veces el viaje terminaba en la frontera con Checoslovaquia.
La caída en el olvido y el resurgimiento del VT 18.16
Con la reunificación de Alemania en 1990, el VT 18.16 dejó de operar de forma regular, y solo uno de los trenes permaneció en condiciones operativas. Este tren funcionó en rutas nostálgicas hasta 2003, cuando fue finalmente retirado. Durante casi dos décadas, el tren languideció y se deterioró, hasta que en 2021 un grupo de entusiastas del ferrocarril decidió embarcarse en un ambicioso proyecto de restauración. La meta: devolver el tren a las vías con la misma elegancia que lo caracterizó en su época de esplendor.
Restauración millonaria para revivir una joya del pasado
El proyecto de restauración del VT 18.16 ha requerido una inversión total de EUR 5 millones (US$ 5,51 millones). Gran parte de estos fondos provienen del gobierno alemán y del estado de Sajonia, pero la iniciativa también cuenta con la contribución de la organización SVT Görlitz, que se encarga de la restauración. La meta es ambiciosa: poner el tren nuevamente en servicio para 2023, con la esperanza de que pueda recorrer su famosa ruta de Berlín a Praga con hasta 200 pasajeros a bordo.
Un tren restaurado con detalles modernos y respeto por su historia
Más de 30 empresas están involucradas en la restauración del VT 18.16, un trabajo que incluye la reparación de motores, sistemas de suspensión y la sustitución de ventanas y elementos decorativos originales. Si bien la restauración pretende mantener la esencia original del tren, se han realizado algunas modificaciones para cumplir con los estándares actuales de seguridad y comodidad. Por ejemplo, las antiguas letrinas que descargaban directamente en las vías han sido reemplazadas por sistemas más modernos, y la puerta de acceso ahora cumple con las normativas de seguridad actuales.
El objetivo: poner al VT 18.16 de vuelta en las vías
El director de la organización SVT Görlitz, Mario Lieb, explicó que el objetivo no es simplemente restaurar el tren para que se convierta en una pieza de museo, sino ponerlo en funcionamiento regularmente en rutas nacionales e internacionales. Lieb prevé que el tren realice entre 40 y 50 viajes al año, y se encuentra en la búsqueda de socios que puedan alquilarlo para excursiones o eventos especiales. De esta manera, el tren VT 18.16 podría volver a ser un símbolo de modernidad, esta vez con un toque de nostalgia.
Un símbolo del pasado que vuelve a la vida
El VT 18.16 no solo es un tren, sino un emblema de la historia y la tecnología de una época. Su regreso a las vías promete ser un homenaje a los ingenieros y trabajadores de la RDA que lo construyeron y a los ferroviarios que lo operaron en medio de un contexto político complicado. A través de su restauración, este tren ofrece una nueva oportunidad para explorar el pasado y celebrar los avances tecnológicos de una era que, aunque ya desaparecida, sigue siendo motivo de orgullo para muchos.
El futuro del VT 18.16
Cuando el VT 18.16 esté completamente restaurado, se espera que vuelva a recorrer las rutas que lo hicieron famoso, especialmente la conexión Berlín-Praga. Este tren, que una vez fue una muestra de la modernidad del socialismo real, ahora se convierte en un testimonio de la perseverancia y la pasión de los entusiastas del ferrocarril. Con una combinación de historia, tecnología y nostalgia, el VT 18.16 está listo para seguir su camino en el mundo moderno.
VT 18.16: el tren bala de la RDA:
- La serie VT 18.16: un tren que marcó una época
- La caída en el olvido y el resurgimiento del VT 18.16
- Restauración millonaria para revivir una joya del pasado
- Un tren restaurado con detalles modernos y respeto por su historia
- El objetivo: poner al VT 18.16 de vuelta en las vías
- Un símbolo del pasado que vuelve a la vida
- El futuro del VT 18.16
Hacé tu comentario