Buenos Aires (AT) – Austrian Airlines (AUA) canceló casi 100 vuelos por un paro de trabajadores. La aerolínea dijo que los pasajeros afectados ya fueron informados y los viajes se reprogramaron para otros vuelos. “Pedimos disculpas por cualquier inconveniente causado”, expresó el comunicado de la empresa.
La última vez que los trabajadores pararon, la empresa tuvo que cancelar más de 100 vuelos, afectando a alrededor de 9.000 pasajeros. AUA anunció una reunión para mañana 4 de abril, donde se discutirán mejores salarios para el personal de vuelo. No está claro cuánto tiempo tomarán las discusiones y existe la posibilidad de que haya más huelgas.
Recordemos que, a pesar de una voluntad expresada de hablar por ambas partes, no hubo acuerdo durante el fin de semana de Pascua en Austria. Hace tiempo que la situación entre la gerencia de AUA y el personal de a bordo parece estar estancada en las negociaciones colectivas. El sindicato exige que el nivel salarial que se equipare con el de la empresa matriz, Lufthansa Group, que tiene su sede en Alemania.
Hasta ahora, la empresa no aceptó el pedido. Incluso la CEO de AUA, Annette Mann, sugirió que el Grupo Lufthansa podría usar aerolíneas más baratas en el futuro si el personal no reduce sus demandas. La disputa se inició hace semanas, con 17 rondas de negociaciones llevadas a cabo hasta ahora sin ningún resultado. Cientos de vuelos fueron cancelados desde que comenzaron las reuniones.
El pasado jueves, AUA canceló alrededor de 400 vuelos debido a una huelga de 36 horas. Según la empresa, 50.000 pasajeros se vieron afectados por la acción de la huelga.
¿Por qué no hay acuerdo?
Los detalles sobre las negociaciones salariales son escasos, y la compañía y los representantes del sindicato a veces se contradicen demasiado.
Ambas partes parecen estar lejos de un acuerdo sobre los aumentos salariales. Por ejemplo, el sindicato Vida está exigiendo un aumento salarial que comienza en el 16.94 por ciento para ciertos empleados (como asistentes de vuelo senior) y hasta el 49.48 por ciento para los copilotos.
Otras demandas de los miembros del sindicato incluyen más días de licencia remunerada (42 días calendario a partir del sexto año de empleo) y especificaciones sobre los hoteles donde se aloja la tripulación, como un requisito de que tengan piscina y área de fitness y estén ubicados cerca del aeropuerto para esperas de hasta 12 horas; de lo contrario, en el centro de la ciudad.
Mientras, las huelgas siguen en Alemania
Hace ya varios meses que los alemanes sufren interrupciones en los servicios de transporte debido a huelgas de empleados ferroviarios y de aeropuertos. Unas semanas atrás, un paro de dos días por parte del personal de tierra de la aerolínea Lufthansa coincidió con una huelga de 35 horas por parte de los conductores de tren. El resultado fue caótico.
Según la operadora ferroviaria Deutsche Bahn, esos días sólo se usaron el 20% de los trenes de larga distancia, mientras que el aeropuerto más grande de Alemania, Frankfurt, canceló todas las salidas.
Las protestas están relacionadas con disputas separadas sobre salarios y condiciones laborales con la aerolínea nacional Lufthansa y el operador ferroviario estatal Deutsche Bahn.
“Ya es suficiente. Es una gran molestia y no puedo entender del todo si las demandas, algunas de las cuales son ciertamente justificadas, deben ser impuestas con tales medidas tan drásticas”, dijo entonces Walter Roehrer, un pasajero de tren varado, a APTN News en Berlín.
Los vuelos también se redujeron en gran medida, con la aerolínea alemana Lufthansa diciendo que se cancelaron alrededor de 1.000 vuelos por día que afectaron a unos 200.000 pasajeros aéreos.
El Sindicato Alemán de Maquinistas de Trenes (GDL) tiene como prioridad reducir la semana laboral de 38 a 35 horas, sin una reducción salarial, a lo que Deutsche Bahn se ha negado en repetidas ocasiones.
La operadora ferroviaria acusó al sindicato de negarse a comprometerse. Su portavoz, Achim Stauss, dijo: “La otra parte no se mueve ni un milímetro de su posición máxima”. Pero el jefe de GDL, Claus Weselsky, desestimó esta acusación, y dijo a la agencia de noticias Reuters que era “injusto” que los salarios de la gerencia hubieran aumentado un 14% con millones en bonificaciones, mientras que los trabajadores tenían que contribuir a la recuperación de la empresa.
En Lufthansa, el sindicato Ver.di, que representa a unos 25.000 empleados de tierra de la aerolínea, está exigiendo un aumento salarial del 12.5%.
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