Buenos Aires (AT) – Este lunes se llevó a cabo en el Club Alemán en Buenos Aires la presentación del libro “Como los países salen de la pobreza. Vietnam, Polonia y los orígenes de la prosperidad” del Dr. Rainer Zitelmann, historiador, sociólogo, empresario, conferencista y escritor. La presentación fue organizada por Acción para la Libertad, la Editorial Grupo Unión y el Club Alemán en Buenos Aires.
Acompañaron y dieron palabras de bienvenida al Dr. Zitelmann: Martín Carranza Torres, Agustín Etchebarne y Joanna Guerra. Martín Carranza Torres comenzó su presentación recordando que este año se cumplen 80 años de la publicación de “El camino de servidumbre” de Friedrich von Hayek y 50 años de la entrega del Premio Nobel al propio Von Hayek. El libro de Rainer Zitelmann recoge en gran parte esas ideas. “El libro de Rainer debe ser leído en Argentina. Debemos entender el cambio que se produjo en Polonia y las similitudes entre nuestra situación actual y la Polonia posterior a la caída del muro”, concluyó Torres.
El libro de Zitelmann también es fundamental para entender porque el “gradualismo” no funciona y sí, en cambio, las terapias de shock”.
Dr. Martín Carranza Torres
A su turno, Agustín Etchebarne, conectó la reivindicación de la figura de Adam Smith que el autor realiza en el primer capítulo de “Como los países salen de la pobreza” con una acepción poco conocida de la definición de liberal que es la de una persona generosa. En efecto Zitelmann en el mencionado capítulo entre otras anécdotas personales de Smith cuenta que el escocés a lo largo de su vida donó todo su dinero a los pobres, a tal punto que sus herederos se sorprendieron al recibir poco y nada luego de su muerte.
Etchebarne aseguró que: “Rainer Zitelmann comparte ese rasgo de generosidad, ya que ha sido un empresario exitoso que ha vendido sus empresas con el único objetivo de dedicarse a divulgar las ideas de la libertad”
Las ideas de la libertad han funcionado en cinco continentes diferentes. Estoy seguro que un próximo libro de Rainer se titulará: La recuperación de la Argentina con las ideas de Javier Milei.”
Agustín Etchebarne
Joanna Guerra, reconocida por su profundo conocimiento en la relevancia de la educación y la filosofía liberal, destacó cómo las ideas de Zitelmann pueden influir en las políticas actuales de América Latina.
Guerra, quien acompañó a Zitelmann en todos sus viajes por Latinoamérica, agregó: “desde nuestra primera visita a Argentina, el cambio ha sido notorio: en 2022, había locales vacíos en el centro y la actividad económica se percibía lenta; en 2023, días después de que Milei ganó las elecciones, se sentía la esperanza, pero en las calles, la ciudad aún reflejaba el socialismo de años anteriores: paredes “grafiteadas”, vagabundos y mucha inseguridad. Siete meses después, en 2024, la esperanza y la paciencia continúan, pero los vagabundos han disminuido y la actividad económica ha aumentado notablemente”.
Rainer Zitelmann comenzó su presentación mencionando que de todos los países en donde ha sido editado este último libro la edición para Argentina es la más importante para él. Y por eso estaba ansioso por visitar y presentar el libro aquí. El autor se manifestó convencido de que la receta polaca para salir de la economía planificada es completamente aplicable a nuestro país. Que el gobierno de Milei, de hecho, ya está aplicando medidas similares y que si la población tiene la paciencia suficiente para superar los dos años de crisis, de la misma manera que los soportó el pueblo polaco, Argentina saldrá de la situación paupérrima a la que la han llevado las políticas socialistas aplicadas durante las últimas décadas.
Un libro con dos mensajes claros para los argentinos
Para Zitelmann los dos mensajes más importantes de su libro son: primero las terapias de shock sí funcionan, los cambios, para llegar a los resultados deseados, se deben dar de manera rápida y con firmeza. Segundo, y tal vez más importante aún, aseguró Zitelmann: “Las cosas se ponen feas antes de ponerse bien”. Y eso implica al menos dos años de crisis con malos indicadores como crecimiento y desempleo. Pero luego la situación mejora y esos mismos indicadores, despegan.
El autor tomó los datos de Polonia de fines de los ´80, no solo para argumentar estas dos ideas, sino que además mostró que aquella situación polaca y la argentina de la actualidad son muy similares, y afirmó: en la década del ´80 Polonia era uno de los países más pobres de Europa del Este. Su PBI era menor a la mitad del de la República Checa, la población era tan pobre como las de Gabón, Ucrania o Surinam. El salario polaco promedio rondaba los US$ 50 mensuales lo cual representaba la décima parte de un salario promedio de Alemania por aquellos años.
Por otro lado Polonia era uno de los tres países más endeudados del mundo, su deuda externa alcanzaba en 1989 los US$ 40 mil millones. Por último, la inflación, el país de Europa del este ese mismo año alcanzó el 640% anual, mientras que la inflación de otros ex países socialistas vecinos, como Hungría o Checoslovaquia, ninguno superaba el 2% anual. Claramente esta es otra similitud entre Polonia y nuestro país.
Las cosas se ponen feas antes de ponerse bien.”
Rainer Zitelmann
Luego de que el ministro de finanzas del primer gobierno no comunista polaco, Leszek Balcerowicz, aplicara las recetas liberales la inflación cae, pero los valores de actividad económica también y por lo tanto el desempleo sube. En un país de economía planificada como era Polonia hasta entonces, donde la desocupación no existía ya que aunque sea de manera ficticia todos tenían un trabajo, el número de desocupación se dispara alcanzando en el primer año el 12 % y subiendo hasta el 14 % en el segundo año.
Pasados esos dos duros años de crisis el cambio de sistema económico comienzan a mejorar todos los indicadores. El PBI polaco cayó 11% durante el primer año de reformas económicas, luego de dos años la economía creció 1,4 %, en el segundo año creció 4 % y a partir de 1993 comenzó un período de crecimiento constante.
No solo los indicadores económicos mejoran luego de los primeros dos años de reformas, Zitelmann mostró, por ejemplo, números de expectativa de vida de Polonia, en donde a principio de los años ´70 la misma se ubicaba en 71 años y 50 años después ese valor subió hasta 78,5 años. Eso indica una notable mejora en el acceso a la salud por parte de la población polaca.
Me gustaría que en diez años la administración de Javier Milei sea comparada con la de Margaret Tatcher o la de Ronald Reagan.”
Rainer Zitelmann
El liberalismo económico no es cosa de ricos
Otro concepto que rescató el economista alemán de Adam Smith es el prejuicio que existe (sobre todo en países como el nuestro) acerca de que el sistema de libre mercado es el preferido de los ricos. Zitelmann, al igual que el economista escocés, demuestra que es la economía de libre mercado la única que, a lo largo de la historia, ha sacado a la gente de la pobreza. En los países socialistas la gente debía recurrir al intercambio de productos en el mercado negro si quería sobrevivir. Demostrando así que las economías planificadas no sirven para generar riqueza y mejorar el bienestar de sus ciudadanos.
A las personas realmente ricas y poderosas les da igual el sistema económico imperante, ellas seguirán siendo poderosas y ricas. Es la porción más pobre de la población quienes únicamente tienen chance de salir de la pobreza mediante la economía de libre mercado”
Rainer Zitelmann
Trump, Bolsonaro y Milei no son iguales
El conferencista si bien reconoció diferencias entre la personalidad histriónica del presidente Javier Milei y el ministro de finanzas Leszek Balcerowicz, considera que tanto los perfiles como las ideas que los inspiran a ambos son iguales. Milei y Balcerowicz son economistas liberales que creen en las ideas de Friedrich von Hayek y Ludwig von Mises. Y ambos creen además en las terapias de shock.
Zitelmann fue más tajante respecto de la pretendida similitud que encuentran los medios entre Milei, Donald Trump y el ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro: “El presidente argentino es una persona educada, es un economista liberal y un estudioso de la economía, ha escrito libros, mientras que los otros dos ex presidentes no son economistas ni han llevado adelante planes económicos liberales durante sus administraciones.”
“Es más”, agregó el conferencista, “no creo que a Trump le importen siquiera las ideas liberales. Sólo le importa su propio poder e imagen. Mientras que Milei es una persona que defiende ideas de manera sólida.”
A uno le cuesta imaginar a Donald Trump o Jair Bolsonaro leyendo un libro de economía al final del día sino más bien los imagina prendiendo la tele o con el celular discutiendo por redes sociales”
Rainer Zitelmann
Más similitudes entre Polonia y la Argentina
Zitelmann encuentra otras dos similitudes en la Polonia de Balcerowicz y la Argentina actual: una población muy católica y una intervención estatal tan fuerte en la economía que instauró la creencia en su población que el estado iba a resolver todas sus dificultades y necesidades. No importaba de qué índole fuera el problema, era el estado quien lo iba a solucionar.
Ese es el mayor error que pueden cometer las personas, según Zitelmann. Nunca debemos perder el protagonismo de nuestras vidas, debemos poder tomar nuestras propias decisiones, aun cuando estas sean erróneas. Las personas deben ser libres de poder equivocarse, corregir sus errores y perseguir sus sueños.
Su relación con Milei
Al ser consultado por el público si pudo tener una charla con el presidente Milei, Zitelmann contó cómo se enteró de la existencia de Javier Milei: “Hace más de tres años, una noche me suena una alerta de Google en mi celular en donde me indicaba que una persona había mencionado mi nombre en Argentina. Era Javier Milei, que por entonces todavía no era ni candidato a presidente de la Argentina, quien en una entrevista televisiva dijo que en el fin de semana iba a dedicarlo a terminar de leer un libro de Rainer Zitelmann.”
“A partir de ese momento nos pusimos en contacto con él y con los libertarios argentinos. Lamentablemente nunca pudimos aún conocernos personalmente ya que en mis anteriores viajes a la Argentina una vez él se encontraba en campaña por el interior del país, la segunda vez fue en pleno balotaje y este año lo contacté para ofrecerle que escribiera el prólogo de este libro que hoy estoy presentando pero por sus ocupaciones le resultó imposible pero nos puso en contacto con Manuel Adorni quien fue el responsable de dicho prólogo”, relató Zitelmann.
Cinco preguntas al Dr. Rainer Zitelmann
Argentinisches Tageblatt: ¿Dr. Zitelmann qué expectativas tiene con el gobierno de Milei?
Dr. Rainer Zitelmann: Tengo muchas expectativas, creo que el presidente ya está controlando la inflación con mucho éxito. Lógicamente me preocupan los índices de pobreza. Pero igualmente las experiencias de Polonia y Gran Bretaña indican que esos números, en apariencia contradictorios, van a mejorar pasados los dos primeros años contados a partir de las reformas implementadas por Milei.
El camino es duro pero la dirección es la correcta. Resta esperar cuan paciente sea la población argentina con el proceso iniciado por el nuevo gobierno, sobre todo los más pobres que son quienes más sufren durante esta etapa. Mi preocupación se centra no tanto en la figura de Milei, quien veo que tiene las ideas claras, sino en la paciencia del pueblo argentino. Y si será capaz de aguantar esta fase complicada o decidirá volver al pasado reciente votando gobiernos que ya han demostrado una total incapacidad para erradicar la pobreza.
AT: ¿Cuándo publicó este nuevo libro centrándose en las experiencias de Polonia y Vietnam ya tenía en mente la situación que atravesaban los países de nuestra región?
RZ: Totalmente, cuando me consultaban en que países se podían replicar las experiencias polacas y vietnamitas yo pensaba ciento por ciento en la Argentina. Principalmente porque en la Argentina actual como en la Polonia de fines de los ´80 el escenario es muy similar: un alto índice de pobreza, una inflación descontrolada, un endeudamiento altísimo y un estado interventor en la economía.
Por otro lado los paralelismos continúan en las figuras de Javier Milei y Leszek Balcerowicz, ambos son economistas, ambos siguen las ideas de Von Hayek y Von Mises y ambos creen en las terapias de shock. Como decía antes la clave va estar en la paciencia. Creo que ese sería mi mensaje a la Argentina con este libro: “Tengan paciencia, el rumbo es el correcto, hay luz al final del túnel”
AT: En el primer capítulo de su libro usted hace una reivindicación de la figura de Adam Smith. Ya que muchas veces se asocia a los economistas liberales con el individualismo, el egoísmo y en definitiva se concluye que la libertad económica es para millonarios. Usted a través de citas de libros de Adam Smith demuestra, por el contrario, que el escritor escocés era muy crítico de la gente rica. ¿Usted cree que hay una relación entre esa crítica a la gente rica por parte de Adam Smith y el apoyo que tiene Javier Milei en nuestro país que se compone, en su mayoría, de jóvenes y pobres que en definitiva buscan su libertad económica?
RZ: Es una muy buena pregunta, porque generalmente se piensa que la gente rica quiere libertad económica y capitalismo, cuando en realidad esa gente es millonaria sin importar tanto el grado de libertad económica que haya en sus países. Pero Adam Smith entiende que esto es diametralmente opuesto en el caso de la gente pobre, cuya única chance de salir de la pobreza es teniendo la mayor libertad económica posible.
Cuánto mayor libertad económica tenga la gente pobre mayor será su posibilidad de desarrollo económico y por lo tanto sus posibilidades de salir de la pobreza. Eso está probado en cualquier país del mundo, no hay países con economías planificadas que sean capaces de generar riqueza para sus ciudadanos. Recordemos que en Polonia fueron los propios trabajadores quienes destruyeron el sistema socialista que, supuestamente, les prometía una utopía igualitaria.
Es por eso mismo que la gente pobre apoya a personas como Javier Milei. A esto se suma su capacidad como comunicador de las ideas de la libertad. Él les habla a los pobres de una manera que ellos reciben y entienden su mensaje. Como se dice comúnmente “les llega”. Eso es una parte fundamental de su éxito.
AT: En una entrevista que realizara en mayo de este año con el semanario económico alemán WIWO y que reprodujimos en nuestro sitio usted citaba un ranking de países y su nivel de libertad económica. En dicho ranking, por ejemplo, Suecia aparecía en el puesto número 9 y Estados Unidos estaba en el puesto 25. ¿Cómo explica esta situación, países de tradición capitalista que parecen perdidos?
RZ: Es cierto e increíble a la vez. Estados Unidos con Obama, Trump y Biden han incrementado la deuda de manera insostenible a la vez que parecen haber abandonado las ideas de la libertad económica. La gente cree habitualmente que Estados Unidos es un país capitalista “puro”, pero la realidad es que en las últimas décadas han desarrollado un estado de bienestar cada vez más grande y con más y más impuestos, regulaciones y políticas proteccionistas. En los estados en ambas costas, como New York y California, por ejemplo se pagan impuestos muy altos.
Para mis dos últimos libros he recorrido más de 30 países y la imagen que se tiene de Estados Unidos es la de ese país ultra capitalista, competitivo y con un estado pequeño. Quizás esa foto corresponde más a la época de Ronald Reagan pero no a la actualidad. Es lo que sucede con los paradigmas: no cambian de la noche a la mañana sino que el cambio se da de manera lenta y paulatina.
AT: ¿Qué cree usted que deben hacer los países capitalistas en su relación comercial con China? En actualidad hay un gran problema con la industria automotriz particularmente la de los autos eléctricos. Europa y Estados Unidos ponen aranceles y trabas aduaneras a los productos chinos, una práctica que va en contra del espíritu de libre mercado, pero por otro lado occidente bien sabe que el partido comunista chino subsidia sus industrias para poder ofrecer precios competitivos por lo tanto China estaría jugando “sucio”. ¿Qué reflexión hace usted sobre este tema?
RZ: Creo que siempre hay que estar del lado de los consumidores. Es cierto que China subsidia sus industrias pero en definitiva los perjudicados con los aranceles son los consumidores que no pueden acceder a los bienes a un mejor precio. Por otro lado creo que esas barreras arancelarias terminan yendo en detrimento de las fábricas occidentales ya que de no existir esos aranceles deberían explotar todo su potencial creativo e innovador para seguir desarrollando y mejorando sus productos y competir con los productos chinos. Y en definitiva en esta guerra comercial los primeros perjudicados son los consumidores que no pueden acceder a los mejores bienes al mejor precio posible y deben conformarse con una oferta menor.
También creo que la decisión europea de terminar con los motores a combustión para 2035 es incomprensible y es un grave error. Países como Alemania se están disparando en los pies al destruir una de sus industrias más importantes en nombre de slogans como el cambio climático en lugar de atacar el problema promoviendo la tecnología, el desarrollo y la innovación. Y lo más grave para mí no es tanto China sino que se está yendo hacia una economía planificada.
Hacé tu comentario