Buenos Aires (AT) – El airbag, también conocido como bolsa de aire, es un componente esencial en la seguridad de los vehículos modernos. Aunque es común en los automóviles actuales, la historia detrás de este dispositivo es rica en innovación y avances tecnológicos que han salvado millones de vidas en todo el mundo.
La idea de un sistema de protección inflable no surgió en la industria automotriz, sino en la aeronáutica. Durante la Segunda Guerra Mundial, los pilotos de caza utilizaban trajes especiales que se hinchaban en caso de impacto o amerizaje, lo que les permitía flotar en el agua. Este concepto primitivo sentó las bases para el desarrollo de lo que hoy conocemos como airbag.
Primeras patentes y fallos
En 1952, John Hetrick, un ingeniero estadounidense, patentó el primer “conjunto de cojines de seguridad para vehículos automotrices”. Este invento fue el resultado de una experiencia personal, cuando Hetrick y su familia sobrevivieron a un accidente de tráfico. A pesar de que ofreció su invento a varias marcas automotrices, ninguna lo implementó. Paralelamente, en Alemania, Walter Linderer diseñó un sistema similar en 1951, pero su versión tampoco prosperó.
El desarrollo del airbag se enfrentaba a desafíos significativos, particularmente en la precisión del despliegue y la velocidad de inflado. Sin embargo, los ingenieros continuaron experimentando, impulsados por la creciente demanda de seguridad en los vehículos.
El avance de los años 60 y 70
La década de 1960 marcó un punto de inflexión en el desarrollo del airbag. En 1967, Allen Breed, un ingeniero estadounidense, desarrolló un sensor electromecánico que resultó crucial para el funcionamiento efectivo del airbag. Este sensor podía detectar el impacto y activar el inflado en cuestión de milisegundos, resolviendo uno de los principales obstáculos tecnológicos.
Primeras implementaciones en la Industria automotriz
Ford fue la primera compañía en dar un paso significativo hacia la comercialización del airbag. En 1971, comenzó a equipar sus modelos Mercury y Lincoln con este dispositivo. Dos años después, en 1973, General Motors lanzó el Oldsmobile Toronado, el primer automóvil de producción en masa que incluía airbags como equipamiento estándar. Sin embargo, estos primeros airbags eran demasiado agresivos en su despliegue, lo que causó varias muertes y llevó a las marcas a abandonar temporalmente su uso.
A pesar de estos reveses, la industria automotriz continuó perfeccionando el airbag, reconociendo su potencial para salvar vidas cuando se combinaba adecuadamente con el cinturón de seguridad.
La revolución de los años 80: Mercedes-Benz y el airbag moderno
En 1981, Mercedes-Benz presentó el primer airbag verdaderamente efectivo y fiable en su Clase S. Este sistema, desarrollado por Daimler, representó un salto cualitativo en la seguridad automotriz. El airbag de Mercedes-Benz podía inflarse en menos de 30 milisegundos tras un choque, ofreciendo una protección sin precedentes para los ocupantes del vehículo.
A pesar del éxito de Mercedes-Benz, la adopción del airbag en Europa fue inicialmente lenta. En 1992, solo el 2% de los automóviles matriculados en Europa contaban con airbags. Sin embargo, el creciente enfoque en la seguridad automotriz y la mejora continua de la tecnología llevaron a un aumento en su implementación.
Innovaciones y nuevos tipos de airbags
A lo largo de las décadas, los airbags han evolucionado más allá del dispositivo frontal original. Nuevos tipos de airbags han sido desarrollados para ofrecer una protección más completa en diferentes tipos de colisiones.
En 1994, Volvo introdujo el airbag lateral, diseñado para proteger a los ocupantes en caso de impactos laterales. Este avance fue seguido en 1996 por el desarrollo del airbag de rodilla, implementado por primera vez en el Kia Sportage y el Toyota Avensis, que protegía las piernas de los ocupantes en colisiones frontales.
En 2009, Ford presentó el airbag de cinturón, una innovación que se integraba en la cinta del cinturón de seguridad para reducir las lesiones en el pecho. Este mismo año, Volvo sorprendió nuevamente con el primer airbag de espalda, diseñado para proteger la columna vertebral en impactos traseros.
El futuro del airbag
El desarrollo del airbag no se detiene. Nuevas tecnologías están en camino para mejorar aún más la seguridad de los ocupantes. Algunas de las innovaciones más prometedoras incluyen:
La compañía ZF Friedrichshafen ha patentado un airbag lateral exterior que puede reducir hasta en un 40% las lesiones sufridas en impactos laterales. Este sistema se despliega en solo 150 milisegundos y se espera que esté listo para su implementación en 2023.
Los vehículos autónomos presentan nuevos desafíos para la seguridad, y el airbag de abrazo, también conocido como Hug Airbag, está diseñado para abordarlos. Este sistema consiste en tres bolsas conectadas que se despliegan alrededor de la cabeza, el pecho y la pelvis de los ocupantes, proporcionando una protección integral en caso de colisión.
Otra innovación en desarrollo es el airbag multicolisión, que puede inflarse y desinflarse varias veces durante un accidente con colisiones múltiples. Este sistema ofrece protección continua, algo que los airbags actuales no pueden proporcionar después de su primer despliegue.
Desde sus humildes comienzos como un concepto inspirado en la aeronáutica hasta convertirse en un elemento estándar de la seguridad automotriz, el airbag ha recorrido un largo camino. Su desarrollo ha sido impulsado por la necesidad de proteger vidas, y las continuas innovaciones aseguran que seguirá siendo un componente clave en la seguridad vial durante muchos años más. A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos airbags aún más sofisticados que ofrezcan niveles de protección sin precedentes, asegurando que cada viaje sea lo más seguro posible.
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