Buenos Aires (AT) – Alemania se enfrenta quizás como nunca antes a los fantasmas del pasado. Tanto por la nueva guerra entre Israel y Hamas como por el avance del partido populista de ultraderecha Alternative für Deutschland (AfD). En los últimos días, se multiplicaron los casos de pintadas de la estrella de David en las puertas de casas de la capital Berlín. La policía alemana recibió cuatro denuncias que aumentan la preocupación por la seguridad de los judíos en la capital alemana. En uno de los incidentes, la jóven residente llegó a casa el jueves por la noche y encontró pintada en la puerta de su casa la frase: “Hablo hebreo, hablo por teléfono en hebreo y llevo una estrella de David”, según le comentó la inquilina al diario Bild. “Realmente dudé en si debía quedarme en casa”, resumió sus sensaciones. De otros tres incidentes registrados el sábado, la policía ha confirmado que al menos una persona de origen judío vivía en el edificio.
Las pintadas constituyen un delito, de acuerdo a la constitución alemana. Sin embargo, la gravedad simbólica es aún mayor, ya que parecen ser una imitación intencionada de la persecución antisemita de los judíos durante la década de 1930, cuando los grupos de choque del partido nacionalsocialista -las denominadas camisas pardas- pintaban la estrella de David en las puertas y ventanas de los comercios judíos en un intento de disuadir a los consumidores a comprar en ellos.
Los casos se suceden poco después de que las fuerzas de seguridad alemana advirtieran de que simpatizantes de Hamás podrían organizar atentados terroristas contra edificios judíos, después del estallido de la nueva guerra entre Israel y Hamás.
La preocupación por tales sucesos antisemitas se suceden ante la constante avanzada del partido de ultraderecha AfD. Con una intención de 21%, el grupo creado hace una década constituye hoy el segundo partido más fuerte de Alemania, según la últimos datos disponibles relevados por el segundo canal de Televisión alemana ZDF. El partido conocido por posturas que exigen un ferreo control de la inmigración y los valores de la familia tradicional, entre otros, volvió a subrayar su influencia entre los votantes, hace dos semanas. En las elecciones de Hesse y Baviera, los dos estados alemanes con más habitantes y mayor poder económico, la AfD sacó resultados que la catapultan fuera del ámbito de ser una agrupación populista, que sabe capitalizar los votos de un electorado enojado y abandonado por los principales partidos. En Hesse, AfD se convirtió en el segundo partido más votado, en Baviera, estuvo a punto de lograrlo.
Joachim Gauck: acción directa contra el populismo
El ex presidente República Federal de Alemania, Joachim Gauck, propuso por ello la formación de una amplia coalición de partidos como medida de defensa para evitar que el partido AfD llegue al poder después de las próximas elecciones regionales, a celebrarse el próximo año. Gauck subrayó la importancia de que todas las fuerzas políticas democráticas, desde la Unión Demócrata Cristiana (CDU) hasta Die Linke, se unan en caso de que la AfD obtenga una ventaja en las elecciones regionales. Gauck argumentó que es crucial enviar un mensaje claro a la AfD de que nunca accederán al poder, y que la democracia liberal debe demostrar su capacidad de resistencia.
Cabe recordar que Gauck fue de 2012 y 2017 presidente de la República Federal de Alemania. Nacido en Rostock, Gauck creció en la RDA, en la antigua Alemania del Este. Teólogo de formación, el político se opuso desde joven al régimen de la RDA y tras su desaparición fue el encargado de desarmar el aparato de seguridad interna que había regido en el país. Apartidario, Gauck es hoy considerado uno de los políticos más respetados de su generación tanto en el antiguo Este como Oeste de Alemania.
En septiembre de 2024, se llevarán a cabo elecciones parlamentarias en Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde la AfD lidera actualmente las encuestas en los tres estados. Gauck destacó la necesidad de actuar con prudencia. Al mismo tiempo, advirtió sobre el alarmismo en la lucha contra la AfD y sostuvo que no es efectivo etiquetar a los votantes de Björn Höcke, líder de la AfD en Turingia, como nazis. Para Gauck es importante un debate más matizado y menos simplista en este contexto.
Además, el ex presidente recomendó a la CDU que adopte un perfil conservador y destacó la necesidad de ofrecer una opción conservadora basada en valores sin resentimientos para los conservadores desencantados.
En el panorama político alemán, la AfD emergió como un actor clave en 2013. Con el tiempo ganó fuerza como respuesta a la crisis del euro en 2010 y las políticas de rescate de la Unión Europea (UE). El partido fue fundado por un grupo de economistas y académicos alemanes descontentos con la forma en que se manejó la crisis económica en Europa. Argumentaban que Alemania debía abandonar el euro y volver a su moneda nacional, el marco alemán, para evitar los riesgos asociados con los rescates financieros a países en crisis.
Sin embargo, a medida que el partido creció, su enfoque se amplió más allá de las cuestiones económicas para abordar temas de inmigración, seguridad e identidad cultural alemana. Esto le permitió capitalizar la creciente preocupación en el país sobre la inmigración y la crisis de refugiados en Europa en 2015.
Las intenciones políticas de la AfD
En su plataforma, el partido se autodenomina como una “alternativa” a las políticas de los partidos tradicionales, como la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD). AfD aboga por una “política alemana primero” en cuestiones como la inmigración, la economía y la seguridad.
Una de las principales intenciones del partido es influir en la política europea a través de su representación en el Parlamento alemán (Bundestag) y en el Parlamento Europeo. El partido ya tuvo éxito en ambas áreas: ganó escaños en el Bundestag en las elecciones de 2017 y en el Parlamento Europeo en 2019.
AfD se caracteriza por una ideología nacionalista y euroescéptica. Algunas de las principales características de su ideología son:
- Inmigración: AfD es conocido por su postura antiinmigración. Abogan por controles más estrictos sobre la inmigración y la reducción de los flujos de refugiados en Alemania. Argumentan que una inmigración descontrolada amenaza la identidad cultural alemana y la seguridad nacional.
- Sociedad Conservadora: El partido promueve valores conservadores, incluida la defensa de la familia tradicional y la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo. Estas políticas, dicen, son fundamentales para preservar la cultura y los valores alemanes.
- Europa y el Euro: el partido es euroescéptico, aunque su postura sobre la pertenencia a la Unión Europea ha evolucionado. Inicialmente abogaron por abandonar el euro, pero ahora defienden una reforma de la UE desde dentro y cuestionan la centralización de poder en Bruselas.
- Política Económica: AfD promueve políticas económicas liberales, incluida la reducción de impuestos y la eliminación de regulaciones comerciales. De esa manera buscan impulsar el crecimiento económico en Alemania.
Las posiciones sobre el Nazismo
En especial, AfD ha desatado la controversia en relación con su posición sobre el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Aunque el partido procura mantener una distancia oficial sobre los aspectos más oscuros de la historia alemana, varios miembros y representantes han emitido declaraciones y comentarios polémicos en relación con el pasado nazi.
Algunos miembros de AfD directamente expresaron críticas hacia la cultura de la memoria y el arrepentimiento por los crímenes del Tercer Reich. También cuestionaron la necesidad de disculparse por los crímenes nazis y sostienen que Alemania debería dejar atrás ese capítulo de su historia.
Estas controversias han provocado llamados por parte de otros partidos políticos y organizaciones, como es el caso de Gauck. Se busca así a mantener al partido de derecha bajo un escrutinio más cercano y al mismo tiempo condenar explícitamente el revisionismo histórico y cualquier forma de simpatía por el nazismo.
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