Buenos Aires (AT) – El ex canciller alemán Gerhard Schröder, miembro del Partido Socialdemócrata (SPD), sigue siendo una figura destacada en Alemania. A pesar de haberse retirado hace años de la política activa, su influencia continúa generando debate. En una reciente entrevista con el semanario suizo Die Weltwoche, Schröder hizo declaraciones sorprendentes sobre temas como la guerra en Ucrania, la política de migración en Alemania y su apoyo a Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Uno de los puntos más llamativos de la entrevista fue el respaldo que Schröder expresó hacia Donald Trump, una figura que despierta gran aversión en gran parte de Europa, incluyendo Alemania. Schröder atribuye su apoyo a Trump principalmente a la situación actual de la guerra en Ucrania. Según el ex canciller, la continua escalada del conflicto entre Ucrania y Rusia plantea riesgos de una mayor confrontación global.
“El mundo podría explotar si las potencias chocan”, afirmó Schröder, sugiriendo que Trump podría ser una solución para evitar este tipo de escenarios. No obstante, también mostró ciertas reservas sobre la edad del ex presidente estadounidense y la idoneidad de que se presente nuevamente a las elecciones.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Schröder dejó claro que no justifica la invasión rusa, aunque abogó por la búsqueda de la paz a través de negociaciones diplomáticas. La posición del ex canciller se basa en su experiencia pasada, especialmente durante su mandato, cuando junto al entonces presidente francés Jacques Chirac decidió no unirse a la invasión liderada por Estados Unidos a Irak tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Schröder recordó cómo en ese momento recibió apoyo de Vladimir Putin, quien también se oponía a la guerra en Irak.
Schröder subrayó que, aunque en su momento mantuvo una buena relación con Putin, no defiende de ninguna manera la invasión rusa de Ucrania. Aseguró que, si bien el conflicto tiene raíces complejas y actores diversos, no se puede usar esto como justificación para la agresión militar de Rusia. Al mismo tiempo, expresó sus dudas sobre si el envío de armas y el apoyo militar a Ucrania son la mejor manera de abordar el conflicto.
Por otro lado, Schröder sostuvo que la mejor opción para terminar con la guerra sería a través del diálogo, involucrando a las grandes potencias, incluyendo Estados Unidos y Rusia. Propuso que Alemania y Francia deberían liderar estos esfuerzos de mediación, en lugar de dejar que países como China tomen la iniciativa. Además, advirtió sobre los peligros de una escalada nuclear, afirmando que las amenazas de este tipo no son lo suficientemente comprendidas por la opinión pública.
Críticas a la política migratoria de Merkel
Otro tema relevante que Schröder abordó durante la entrevista fue la política de migración impulsada por la canciller Angela Merkel, quien estuvo en el poder durante 16 años. Schröder expresó críticas hacia la política de “puertas abiertas” implementada por Merkel durante la crisis de refugiados de 2015. Según el ex canciller, esta postura, aunque basada en principios morales, no resulta práctica en la vida cotidiana ni sostenible en términos sociales y económicos.
Schröder indicó que quienes enfrentan amenazas serias a su vida o integridad física deben tener derecho a solicitar asilo, pero también subrayó la necesidad de controlar más estrictamente las fronteras y los procesos de solicitud de asilo. Argumentó que, en muchos casos, los motivos económicos o las acciones de grupos delictivos están detrás de las oleadas migratorias, lo que dificulta que los Estados puedan gestionar adecuadamente las situaciones de crisis.
El ex canciller explicó que una política migratoria efectiva debe equilibrar el derecho al asilo con las capacidades económicas y sociales del país receptor. Señaló que las condiciones económicas en las que viven muchos refugiados en Alemania no se corresponden con las expectativas que tienen al llegar al país. Según Schröder, si no se abordan estos desequilibrios, se corre el riesgo de que el sistema de asilo, y en última instancia la cohesión social, se vean gravemente afectados.
Schröder reconoció que la postura de Merkel estaba bien intencionada, pero advirtió que la falta de un enfoque más pragmático ha generado problemas considerables en la integración de los refugiados en la sociedad alemana. Además, advirtió que las políticas migratorias mal gestionadas pueden alimentar la frustración entre los ciudadanos y aumentar el apoyo a partidos políticos extremos que prometen soluciones más drásticas.
La AfD y el futuro político de Alemania
En relación con el crecimiento del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), Schröder expresó preocupación por el impacto que esta formación está teniendo en la política alemana. Aunque entiende por qué algunos políticos rechazan la idea de formar coaliciones con la AfD, también sostuvo que las reglas democráticas deben ser respetadas en todo momento. En lugar de excluir por completo a la AfD del debate político, Schröder propuso que se mantenga un diálogo constante, particularmente en temas económicos y sociales, que afectan directamente a la vida de los ciudadanos.
El ex canciller recordó su propia experiencia en la política y cómo, en diversas ocasiones, desafió las decisiones del liderazgo de su propio partido cuando consideró que no eran las mejores para el país. Schröder rememoró cómo, durante su mandato, evitó la participación de Alemania en la guerra de Irak, a pesar de las presiones tanto internas como internacionales. Esta decisión, que en su momento fue muy criticada, finalmente se ha considerado correcta, lo que refuerza la importancia de adoptar posturas firmes incluso cuando resultan impopulares.
Schröder también abordó el papel de la izquierda en Alemania, destacando que figuras como Willy Brandt y Helmut Schmidt fueron modelos a seguir para él debido a su compromiso con el bienestar social y la justicia. En ese sentido, Schröder expresó su esperanza de que la socialdemocracia en Alemania pueda recuperar parte de su antiguo prestigio, aunque advirtió que el futuro del país dependerá de la capacidad de los políticos para encontrar soluciones prácticas y equilibradas a los desafíos actuales.
Por último, Schröder subrayó la importancia de preservar el estado de bienestar, pero advirtió que este sistema solo puede mantenerse si la mayoría de los ciudadanos sigue comprometida con el trabajo y el esfuerzo personal. En su opinión, la política debe transmitir la idea de que el bienestar social es un recurso que se debe proteger, pero que también debe estar vinculado a la responsabilidad individual.
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