Buenos Aires / Hamburgo (AT) – “En Stor buscamos técnicos e ingenieros”, reza un cartel de 3 x 3 metros en pleno centro de Núremberg, Alemania. A pocas cuadras, cerca de la estación central, otro anuncia: “¿Querés ser jardinero? Te ofrecemos un empleo a jornada completa y en relación de dependencia”. Similar es el mensaje que recibe (o despide) a cualquier viajero que pasa por el hall central del aeropuerto de Múnich, en Baviera: “¿Te gusta pensar fuera de la caja? Llamanos! Estamos buscando personal de pista para distintas áreas del aeropuerto”. Tres búsquedas, un mismo día. Tres carteles en la vía pública, de dos ciudades alemanas. Alemania busca trabajadores. Y eso como pocas veces antes en su historia.
Sólo en el primer cuatrimestre de 2024, la economía alemana y sus empresas no lograron cubrir 1,58 millón de puestos de trabajo. En el segundo, el dato mejoró: “sólo” faltaban cubrir 1,38 millón de puestos. El problema no es nuevo: la economía alemana viene echando en falta una nueva generación de trabajadores desde hace años. Sin embargo, a pocas semanas de cerrarse el año, el motor de Europa pierde fuerza como nunca. Las razones se pueden buscar en la falta de visión política que acelera por estos días la caída del gobierno del canciller Olaf Scholz. Pero también en una sociedad cada vez más poblada por personas mayores y cada vez menos por jóvenes.
Bodo Liesenfeld hace ya un tiempo que no quiso seguir esperando un milagro. Empresario con un track récord que cubre más de cuatro décadas y los principales mercados de Europa, los EE.UU. y Latinoamérica, conoce el mundo. También por su paso por Rohde & Liesenfeld. En la empresa familiar especializada en logística internacional y con más de 60 representaciones en el mundo, Liesenfeld trabajó 27 años, en su mayoría como director general. El hoy CEO de Liesenfeld International Holding GmbH & Co KG, una empresa de inversión privada, el también miembro del Weatherhead Center for International Affairs de la Universidad de Harvard fundó hace unos años la Latin America Foundation for Vocational Education (Lafve) junto a Mathias Kleinhempel, ex CEO de Siemens Argentina y hoy profesor en la escuela de negocios argentina IAE, entre otros.
La misión de la fundación: ayudar a jóvenes a formarse en oficios y trabajos calificados en Alemania, experiencia que luego llevarán de vuelta a sus países de origen, fomentando así al desarrollo de sus propias economías. Para ello Lafve, mantiene en América Latina delegaciones que funcionan como interlocutores locales con escuelas, institutos de formación profesional, así como instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Lafve está hoy presente en la Argentina, Colombia, Paraguay y Perú. Su función: facilitarles a jóvenes de América Latina que, por su entorno social, no dispongan de los medios económicos, puedan formarse en una profesión técnica en Alemania.
En el marco del reciente Lateinamerika-Tag celebrado en Hamburgo, Argentinisches Tageblatt conversó con el también embajador honorario de Hamburgo en la ciudad de Boston, EE.UU. En la charla, Liesenfeld cuenta por qué América Latina y Europa, y especialmente Alemania tienen hoy una oportunidad inédita para aprovecharse mutuamente para crecer de la mano del talento. Con sus respuestas, Liesenfeld desmiente la visión miope de quien, en pleno Siglo 21, siguen pensando que el modelo de capacitación de jóvenes no es otra cosa que explotación. Un diálogo sobre oportunidades y retos, pero más que nada sobre futuro.
Argentinisches Tageblatt: ¿Por qué una fundación como Lafve?
Bodo Liesenfeld: Durante mis innumerables viajes a América Latina como empresario y, más tarde, entre 2006 y 2022, como presidente de la Junta Directiva de la Asociación Latinoamericana, noté repetidamente que la conexión de las personas con Alemania es particularmente estrecha cuando han pasado tiempo en el país, especialmente si esto ocurre en una etapa temprana de sus vidas y en el marco de su formación educativa. Esto me inspiró a crear una fundación que fomente esta conexión. El objetivo de Lafve es acercar culturas y personas, además de promover contactos económicos. Al fin y al cabo, quien ha recibido formación en Alemania tiende a valorar y consumir productos y servicios alemanes. Sin embargo, Lafve también tiene un marcado enfoque social. Buscamos jóvenes que, debido a su situación económica, no puedan costearse una formación en Alemania y que, en muchos casos, ya hayan recibido apoyo financiero para sus estudios en sus países de origen. Al completar una formación profesional en Alemania, estos jóvenes pueden crear una base económica sólida para sus familias y contribuir a reducir la brecha social que existe en sus comunidades. Nuestro enfoque principal está en las profesiones técnicas, áreas en las que Alemania es reconocida mundialmente por su experiencia y calidad.
¿Dónde está activa actualmente la fundación en América Latina?
Actualmente, Lafve cuenta con la representación de delegados voluntarios en Argentina, Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia. En los demás países de la región estamos en búsqueda de delegados cuya labor sea colaborar con escuelas e instituciones pertinentes para identificar y preseleccionar a los candidatos más aptos para nuestras becas.
¿Con qué instituciones trabaja Lafve en América Latina?
Lafve coopera con colegios alemanes, escuelas PASCH/FIT, escuelas Goethe y diversas instituciones educativas nacionales y locales donde se enseña alemán. Además, contamos con el apoyo de delegados de la Agencia Central para Colegios en el Extranjero (ZfA, por sus siglas en alemán) y de misiones diplomáticas alemanas en la región. Tanto el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania como la ZfA respaldan nuestro trabajo. Un apoyo adicional de las Cámaras de Comercio en el Extranjero sería de gran ayuda para ampliar nuestras actividades.
En el primer trimestre de 2023, Alemania registró 1,58 millones de vacantes para trabajadores cualificados. A pesar de esta alta demanda, los trámites burocráticos aún representan un obstáculo para que un trabajador extranjero ocupe un puesto en el país. ¿Cuán desafiante es ayudar a los jóvenes latinoamericanos a encontrar una plaza de formación en Alemania?
Alemania está realizando grandes esfuerzos para atraer mano de obra extranjera, incluso combinando esta contratación con programas de formación profesional, como respuesta a la escasez de trabajadores cualificados. No obstante, la intención de Lafve es que los jóvenes regresen a sus países de origen tras completar su formación, para aplicar allí los conocimientos adquiridos en beneficio de sus comunidades, economías y familias. Este objetivo puede entrar en conflicto con las necesidades actuales del mercado laboral alemán. A pesar de ello, nuestra propuesta ha encontrado reconocimiento y apoyo en Alemania. Una vez que se aprueba una beca, nos encargamos de buscar la institución de formación profesional y, en el caso del modelo dual, la empresa formadora. La dificultad de este proceso varía según cada caso.
¿Cuáles son los mayores obstáculos burocráticos?
Afortunadamente, los obstáculos son mínimos. Tanto en Alemania como en los países latinoamericanos colaboramos de manera estrecha y confiable con las autoridades. Por ejemplo, las embajadas alemanas aceptan la carta de patrocinio de Lafve para cubrir los gastos de manutención en lugar de exigir una cuenta bloqueada. Además, las autoridades alemanas brindan asistencia no burocrática para la entrada y residencia de los beneficiarios en el país.
¿Hasta qué punto están abiertos los jóvenes latinoamericanos a la idea de formarse en Alemania y luego regresar a su país de origen?
En general, los jóvenes muestran apertura hacia esta idea. Sin embargo, una vez que se han asentado en Alemania y superado las barreras sociales, culturales, lingüísticas y climáticas, pueden desear permanecer en el país por un tiempo. Como fundación, toleramos estas decisiones, pero seguimos comprometidos con nuestro objetivo principal: que los países de origen se beneficien de la educación alemana de nuestros becarios.
¿Qué retos plantea aquí la realidad latinoamericana?
Uno de los principales retos es que nuestros becarios necesitan contar con conocimientos de alemán a nivel B1 y ser mayores de edad, además de cumplir con ciertas cualificaciones personales. Muchos jóvenes latinoamericanos terminan la escuela secundaria a los 16 o 17 años, por lo que en coordinación con nuestros delegados les ayudamos a buscar programas de formación complementaria en sus países hasta que cumplan con los requisitos de edad y competencias para acceder a un centro de formación profesional en Alemania. También ofrecemos un programa de tutoría en Alemania, proporcionando a nuestros becarios apoyo profesional y personal durante su llegada, adaptación y todo el periodo de formación.
¿Qué objetivos se ha fijado Lafve para el año 2025?
El proceso de otorgar una beca y concretar el inicio de la formación profesional toma entre 6 y 12 meses. Para el próximo año, nos hemos propuesto conceder cinco becas y traer a Alemania a jóvenes latinoamericanos para comenzar su formación profesional. Existe la posibilidad de superar esta cifra. Además, queremos aumentar nuestro reconocimiento y ampliar nuestra red de simpatizantes para fortalecer la misión de la fundación.
¿De qué fondos dispone Lafve y cómo se financia la fundación?
Actualmente, Lafve cuenta con un capital de EUR 1,5 millones, constituido en parte como fundación de dotación y consumo. Este monto es suficiente para alcanzar nuestros objetivos actuales. Una vez que demostremos que podemos cumplir con nuestra misión, planeamos buscar donaciones adicionales de personas, empresas e instituciones interesadas.
¿Quién participa en Lafve?
Por el momento, Lafve opera sin la participación de terceros. A medio plazo, queremos consolidar la fundación de manera independiente para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Esto requerirá una mayor colaboración, algo a lo que estamos completamente abiertos.
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