Buenos Aires (AT) – Austria sigue sin definir un gobierno tras las elecciones de septiembre. Los líderes de los partidos involucrados en las negociaciones descartaron la posibilidad de un acuerdo antes de fin de año. Karl Nehammer, del Partido Popular (ÖVP), lidera los esfuerzos para formar una coalición con los Socialdemócratas (SPÖ) y NEOS. Esta sería la primera administración tripartita en Austria desde 1949.
El proceso es lento y las diferencias entre las partes frenaron el avance. Nehammer decidió no aliarse con el Partido de la Libertad (FPÖ), con quien habría asegurado una mayoría parlamentaria. En cambio, optó por buscar un pacto con partidos ideológicamente más distantes. En una conferencia de prensa, los líderes intentaron transmitir optimismo, pero reconocieron los desafíos.
Beate Meinl-Reisinger, líder de NEOS, afirmó que las negociaciones seguirán después del cambio de año. Nehammer mencionó que el proceso es constructivo, pero evitó entrar en detalles. Los medios locales señalan que los puntos de desacuerdo son importantes, especialmente en materia económica.
El déficit fiscal y las tensiones económicas
Uno de los principales obstáculos es el déficit presupuestario, que este año alcanzará el 3.7 % del PIB. Esto supera el límite del 3 % establecido por la Unión Europea. En 2025, se proyecta que el déficit crezca al 4 % o más. Austria enfrenta una economía debilitada. El crecimiento en países clave como Alemania ha sido bajo, y la confianza del consumidor en el mercado interno también disminuyó.
La Comisión Europea estima que Austria debe recortar entre EUR 12.000 millones y 15.000 millones en los próximos cuatro años para estabilizar sus finanzas. Esta meta genera tensiones entre los partidos. El ÖVP y NEOS comparten posturas sobre la necesidad de reducir el gasto. Andreas Babler, líder del SPÖ, propone subir impuestos como solución. Las otras dos fuerzas rechazan esta propuesta.
El diario Österreich informó que hubo avances en otros temas, pero las conversaciones sobre presupuesto e inflación permanecen bloqueadas. Según fuentes internas, la probabilidad de que las negociaciones fracasen supera el 70 %. Las discusiones han perdido impulso. Algunos miembros del ÖVP critican las posturas del SPÖ, señalando que sus propuestas ponen en riesgo la economía.
La decisión de excluir al FPÖ y su impacto político
El liderazgo del ÖVP ya tuvo problemas por excluir al FPÖ de las negociaciones. En las elecciones de septiembre, el FPÖ fue el partido más votado, con el 28.8 % de los sufragios. Su popularidad aumentó al 36 % en los últimos meses. Mientras tanto, el ÖVP, que obtuvo el 26.3 % en los comicios, cayó al 21 % en las encuestas.
Cinco estados austriacos, entre ellos Baja Austria y Estiria, cuentan con gobiernos de coalición entre el ÖVP y el FPÖ. En Estiria, ambos partidos cerraron un acuerdo en tres semanas. Mario Kunasek, del FPÖ, destacó que lograron superar diferencias escuchándose mutuamente. El éxito contrasta con el panorama nacional, donde las negociaciones tripartitas avanzan con lentitud.
Mario Gerber, representante del ÖVP en Tirol, señaló que algunas propuestas del SPÖ, como la reducción de la jornada laboral, dificultan el progreso. En este contexto, los votantes del ÖVP critican la decisión de su partido de moverse hacia el centroizquierda. Esto redujo la confianza de su base electoral.
Futuro incierto para la política austriaca
Austria se encuentra en una etapa decisiva. El contexto económico agrega presión a las negociaciones. El déficit fiscal y la contracción económica afectan las expectativas de los votantes. Las decisiones tomadas en los próximos meses definirán no solo la composición del gobierno, sino también el rumbo de las políticas públicas.
El ÖVP, el SPÖ y NEOS enfrentan la difícil tarea de encontrar puntos en común en un entorno político y económico complejo. La historia reciente de Austria demuestra que las coaliciones pueden funcionar en niveles regionales. Sin embargo, los desafíos nacionales requieren una estrategia más amplia y voluntad de compromiso.
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