Buenos Aires (AT) – En Suiza, el panorama alimenticio está cambiando como consecuencia de un marcado descenso en el consumo de carne. Según un estudio realizado por la Universidad de St. Gallen y presentado por Swissinfo, el porcentaje de hogares que incluyen productos animales sin restricciones cayó del 71% en 2022 al 64% en 2024.
Este cambio refleja un interés creciente por alternativas alimenticias que promueven la moderación en el consumo de carne y pescado, aunque sin eliminarlos por completo.
Crecimiento del flexitarianismo en los hogares
El estudio muestra un aumento destacado en el número de personas que adoptan dietas flexitarianas. Los flexitarianos buscan reducir la ingesta de carne y pescado, manteniendo estos alimentos como parte ocasional de su dieta. Para calificar como flexitariano en la investigación, el consumo semanal de carne debía ser inferior a 300 gramos, y el de pescado y mariscos, inferior a 200 gramos.
En 2022, alrededor del 18% de los hogares seguía este patrón alimenticio. Dos años después, esta cifra alcanzó el 27%. Este cambio resalta la voluntad de muchos suizos por integrar hábitos más sostenibles y saludables, sin comprometer por completo las tradiciones gastronómicas que incluyen productos de origen animal.
El informe destaca que este crecimiento en el flexitarianismo contrasta con las cifras relacionadas con las dietas veganas o vegetarianas, que se mantienen estables. El número de hogares vegetarianos pasó del 7,8% al 8,1%, mientras que los hogares veganos, que representan un porcentaje muy bajo, disminuyeron del 0,5% al 0,3%.
Preferencia por los lácteos frente a las alternativas vegetales
Aunque el consumo de carne y pescado muestra un descenso, los productos lácteos conservan su lugar en la dieta suiza. La investigación indica que el consumo de leche de vaca y derivados se mantiene constante, a pesar de que las alternativas vegetales como leches y yogures basados en plantas están cada vez más disponibles en los supermercados.
En términos de popularidad, las opciones vegetales todavía no logran superar la aceptación de los productos tradicionales. Sin embargo, esto podría cambiar en los próximos años con el auge de nuevas tendencias alimenticias y una mayor concienciación sobre los beneficios ambientales de las alternativas vegetales.
Factores que influyen en los hábitos alimenticios
La Universidad de St. Gallen también analizó cómo ciertos factores externos pueden influir en los hábitos de consumo. Por ejemplo, la encuesta, realizada durante los meses de mayo y junio de 2024, coincidió con un periodo de lluvias intensas que retrasó la temporada de barbacoas. Según los investigadores, este hecho podría haber influido en la reducción del consumo de carne durante ese tiempo.
Además, la oferta de productos vegetarianos y veganos en el mercado, junto con campañas que promueven dietas más sostenibles, han contribuido al cambio en los hábitos alimenticios de los suizos. Sin embargo, la transición hacia un consumo más consciente no es uniforme, y existen sectores de la población que todavía prefieren las dietas tradicionales.
El impacto económico de este cambio también se refleja en la industria alimentaria. Las ventas de sustitutos de carne han experimentado un descenso en Suiza, lo que indica que, aunque existe un interés por explorar opciones vegetales, estas no siempre logran consolidarse en el mercado.
Qué se espera para el futuro de estos hábitos
La transición hacia dietas más flexibles podría tener efectos positivos no solo en la salud de los suizos, sino también en el medio ambiente. Reducir el consumo de carne y pescado contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como el uso de recursos naturales como el agua y la tierra.
En términos económicos, esta transformación también plantea retos para los productores de carne y pescados, que deberán adaptarse a las nuevas demandas del consumidor. Por otro lado, la industria de alimentos plant-based podría beneficiarse de esta tendencia, siempre y cuando logre superar las barreras culturales y de precio que todavía limitan su crecimiento.
La Universidad de St. Gallen concluye que este cambio en los hábitos alimenticios suizos refleja una evolución gradual hacia un consumo más consciente y sostenible. Aunque el camino hacia un menor consumo de productos animales aún es largo, el crecimiento del flexitarianismo demuestra que los suizos están dispuestos a adaptar sus dietas para mejorar su bienestar y el del planeta.
El estudio, basado en datos del “Atlas de Nutrición Suizo”, encuestó a 308 hogares, cubriendo un amplio espectro de perfiles demográficos y económicos. Los resultados muestran cómo pequeños cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto significativo en la forma en que una sociedad aborda la alimentación en el siglo XXI.
En un contexto donde las dietas basadas en plantas están ganando protagonismo, Suiza se posiciona como un ejemplo de cómo un cambio moderado, pero constante, puede marcar la diferencia. Si más personas prefiere reducir su consumo de carne y pescado, el país se moverá hacia un futuro donde la alimentación sostenible no sea solo una opción, sino una norma aceptada por la mayoría.
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