miércoles, 22 de enero de 2025

Buenos Aires (AT) – El multimillonario Elon Musk vuelve a estar en el centro de una controversia, esta vez debido a un gesto que algunos interpretaron como un saludo nazi durante las celebraciones de la investidura del expresidente estadounidense Donald Trump. Este saludo desató una ola de críticas, en especial en países europeos como Alemania y Austria, donde la sensibilidad hacia símbolos y gestos relacionados con el nazismo es alta debido a su historia.

La situación provocó declaraciones del canciller alemán Olaf Scholz y las acciones de grupos políticos como el Partido Verde de Austria, que solicitaron medidas contundentes contra Musk. A esto se suman cuestionamientos sobre el uso de la plataforma X (antes Twitter) para promover mensajes asociados con la extrema derecha.

Olaf Scholz y la postura alemana frente al incidente

Durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, el canciller alemán Olaf Scholz fue consultado sobre la polémica que rodea a Musk. Scholz enfatizó que, aunque la libertad de expresión es un valor fundamental en Alemania y Europa, no debe ser utilizada como un medio para respaldar posiciones extremistas. “Todos tienen el derecho de expresar sus ideas, incluso si son multimillonarios. Sin embargo, no aceptamos que esto se utilice para promover posturas de extrema derecha”, afirmó el canciller.

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El canciller alemán destacó que la libertad de expresión no puede justificar el apoyo a posturas extremistas.

El gesto de Musk durante la investidura de Trump consistió en levantar su brazo derecho en dos ocasiones, lo que generó comparaciones con un saludo nazi. Aunque Musk negó cualquier intención detrás de estas acciones, el episodio provocó indignación, especialmente en un país como Alemania, donde existen leyes estrictas contra la exhibición de símbolos nazis.

En respuesta a las críticas, Musk utilizó su plataforma X para atacar al canciller alemán, calificándolo de “incompetente” y sugiriendo que debería renunciar. En publicaciones recientes, también expresó su respaldo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), lo que intensificó las tensiones con las autoridades alemanas.

Austria y la solicitud de medidas contra Musk

En Austria, donde las leyes contra la apología del nazismo son igualmente estrictas, el Partido Verde expresó su rechazo hacia las acciones de Musk. Lukas Hammer, portavoz de los Verdes para temas de extremismo, solicitó que se considere prohibir la entrada de Musk al país. “Elon Musk es un peligro para el orden público. Este gesto, sumado a su apoyo a extremistas de derecha e injerencia en procesos electorales europeos, no puede ser tolerado”, afirmó Hammer en un comunicado.

Hammer destacó la responsabilidad histórica de Austria como lugar de nacimiento de Adolf Hitler para adoptar una postura firme contra cualquier acción que pueda interpretarse como glorificación del nazismo. Además, instó a las autoridades a utilizar todas las herramientas legales disponibles para impedir que Musk visite el país, a pesar de que no se ha informado de planes inmediatos para que lo haga.

El gesto de Musk, sumado a su respaldo público al AfD y a su participación en eventos relacionados con este partido, refuerza las preocupaciones sobre el impacto que figuras de alto perfil pueden tener en la política y el discurso público en Europa.

La Comisión Europea y el papel de X en la polémica

La plataforma X, propiedad de Musk, también está siendo examinada en este contexto. La Comisión Europea anunció una investigación para determinar si X incumplió las normativas de la Unión Europea relacionadas con la moderación de contenido. Este análisis se intensificó tras la participación de la líder del AfD, Alice Weidel, en una discusión organizada en la plataforma, lo que generó dudas sobre la posible difusión de desinformación y propaganda.

El apoyo de Musk al AfD, un partido conocido por sus posturas antiinmigración y su afinidad con la administración de Trump, ha provocado reacciones en toda Europa. A pesar de esto, el gobierno alemán no ha tomado medidas para abandonar X de forma unánime. Algunos sectores consideran que el papel de la plataforma en la política europea podría influir en futuras elecciones, por lo que las autoridades están vigilando de cerca sus actividades.

Por su parte, Musk defendió sus acciones y se burló de las críticas, calificándolas de “ataques”. En una publicación en X, rechazó las acusaciones relacionadas con su gesto y señaló que carecen de fundamento. Sin embargo, las explicaciones del empresario no lograron aplacar las críticas ni el escrutinio de las autoridades europeas.

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