Buenos Aires (AT) – La inteligencia artificial (IA) atraviesa una nueva etapa de transformaciones impulsadas por la irrupción de DeepSeek, un modelo desarrollado en China que ha demostrado ser no solo competitivo con sus pares estadounidenses, sino también considerablemente más accesible en términos de costos. Su llegada al mercado ha generado un intenso debate en la industria tecnológica global, mientras Europa observa con expectativa su posible impacto en el equilibrio de fuerzas dentro del sector.
El surgimiento de DeepSeek ha provocado un cambio en las tendencias del mercado. Históricamente, modelos de IA desarrollados en Estados Unidos, como ChatGPT de OpenAI, han liderado la industria. Sin embargo, en los últimos días, DeepSeek ha desplazado a ChatGPT del primer puesto en las descargas de aplicaciones de IA en dispositivos móviles, una señal de que su influencia está creciendo rápidamente.
A diferencia de sus competidores occidentales, DeepSeek se destaca por su bajo costo de desarrollo. Según sus creadores, el modelo requirió una inversión de apenas US$ 5,6 millones, una cifra sorprendentemente baja en comparación con los presupuestos millonarios de empresas como OpenAI, que ha recaudado alrededor de US$ 22.000 millones en capital de riesgo. Este dato ha despertado escepticismo en algunos sectores de la industria, donde se cuestiona la transparencia de sus costos operativos.
Un impacto global: ¿beneficio o amenaza?
El avance de DeepSeek ha encendido las alarmas en Estados Unidos, donde algunos analistas consideran que la IA china podría representar un “momento Sputnik” para la industria, en referencia a la carrera espacial de mediados del siglo XX. No obstante, en Europa, el panorama es más ambiguo. Por un lado, se teme que la brecha tecnológica con EE.UU. siga ampliándose; por otro, algunos expertos ven en DeepSeek una oportunidad para diversificar el mercado y reducir la dependencia de las empresas estadounidenses.
Desde el startup alemán Aleph Alpha, especializado en modelos de IA, consideran que la aparición de DeepSeek podría traer una “nueva dinámica al mercado”, ya que obligará a los desarrolladores a replantear sus estrategias de inversión y eficiencia. Sin embargo, también advierten sobre los problemas legales que podría generar el modelo chino, especialmente en lo que respecta a la propiedad intelectual y los derechos de autor.
La posición de Europa en la carrera por la IA
El atraso europeo en la IA es un problema estructural. Según un informe de la Universidad de Stanford, en 2023 las empresas estadounidenses invirtieron alrededor de US$ 67.000 millones en tecnologías de IA, mientras que Alemania apenas alcanzó los US$ 1.900 millones. El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea, en un informe publicado en mayo de 2024, advirtió que el bloque no está logrando mantener el ritmo de inversión necesario para competir en la industria global.
En respuesta, la Unión Europea ha lanzado un paquete de inversión en IA de EUR 4.000 millones (US$ 4.106 millones), con el objetivo de financiar el desarrollo de “fábricas de IA” en siete puntos clave del continente. Alemania ha sido uno de los países beneficiados con este plan, con la inauguración del superordenador “Hunter” en Stuttgart a principios de 2024. Sin embargo, el contraste con el presupuesto de empresas como Microsoft, que planea invertir US$ 80.000 millones en centros de procesamiento de IA en el próximo año, deja en evidencia la desventaja competitiva de Europa.
¿Un modelo a seguir?
La irrupción de DeepSeek también ha abierto el debate sobre la posibilidad de que Europa adopte estrategias similares a las chinas. Bernhard Pflugfelder, responsable de IA generativa en la iniciativa AppliedAI de Múnich, considera que Europa podría aprender de China en cuanto a la mejora y adaptación de modelos de código abierto a aplicaciones específicas. “Podemos seguir su ejemplo para potenciar nuestras propias herramientas sin depender exclusivamente de gigantes tecnológicos estadounidenses”, afirmó.
Sin embargo, otros especialistas advierten que la aceleración de la carrera por la IA podría dificultar la autonomía europea. Andreas Liebl, director de AppliedAI, sostuvo que “el desarrollo de la IA se mueve a un ritmo vertiginoso y Europa debe asegurarse de mantenerse en el tren”. En la misma línea, Aljoscha Burchardt, experto en IA del Centro Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (Deutsches Forschungszentrum für Künstliche Intelligenz – DFKI), enfatizó la necesidad de construir una infraestructura digital propia: “Si en un futuro Estados Unidos decide cortar el acceso a herramientas como Google o ChatGPT, Europa quedaría en una situación de extrema vulnerabilidad”.
Un futuro incierto
A pesar de la incertidumbre, algunos analistas creen que la aparición de DeepSeek podría ser una señal positiva para la ciencia abierta. Paul Röttger, especialista en IA de la Università Commerciale Luigi Bocconi, en Milán, señaló que “el desarrollo de modelos accesibles y de alto rendimiento como DeepSeek demuestra que la innovación no está exclusivamente en manos de las grandes corporaciones”. Aun así, subrayó que el principal desafío del sector en los próximos años no será solo desarrollar modelos más potentes, sino también encontrar formas rentables y sostenibles de implementarlos en la vida cotidiana.
Europa enfrenta un desafío crucial: decidir si adopta estrategias más agresivas para recuperar el terreno perdido en IA o si mantiene un enfoque regulatorio que podría limitar su competitividad. Mientras tanto, China y Estados Unidos continúan consolidando su liderazgo en la revolución tecnológica.
Hacé tu comentario