Patrice Aminati, diseñadora alemana de 30 años, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Hace dos años recibió el diagnóstico de melanoma maligno, conocido como cáncer de piel tipo “negro”, en etapa terminal. Desde entonces, su día a día está marcado por tratamientos médicos, cuidados paliativos y la búsqueda constante de momentos de calma junto a su familia.
A pesar de que la enfermedad fue calificada como incurable, Patrice continúa con una terapia que intenta mejorar su calidad de vida. Su historia conmovió a miles de personas en Alemania y otros países de habla alemana, especialmente porque eligió no ocultarse. Muy por el contrario: desde sus redes sociales, donde cuenta con más de 190.000 seguidores, comparte imágenes cotidianas, frases de aliento y reflexiones sobre su experiencia.
“La última semanas fueron duras”, declaró Patrice en una entrevista con el diario Bild. “Pero la terapia actual me está ayudando y volvimos a recuperar fuerzas y esperanza”, agregó.
Terapias, clínicas y momentos en familia
Desde el diagnóstico, Patrice pasa gran parte de su tiempo en clínicas y centros de tratamiento. Las visitas médicas son permanentes. Las pruebas de laboratorio, los intentos terapéuticos y las charlas con especialistas se convirtieron en parte de su rutina.
Sin embargo, no deja que la enfermedad defina su identidad. A través de sus publicaciones muestra que también hay espacio para disfrutar de lo cotidiano: una tarde con su hija en el jardín, una rutina de ejercicio, una charla con su esposo o una simple comida en casa.

Patrice está casada con el presentador y cantante alemán Daniel Aminati desde abril de 2022. En agosto de ese mismo año se convirtieron en padres por primera vez. Desde entonces, el rol de Daniel cambió por completo. En distintas entrevistas contó que intenta ser un sostén emocional y práctico. “Elegimos el camino de la esperanza, no el de la autocompasión”, dijo el conductor del programa taff, que se emite por la cadena ProSieben.
La pareja publicó varias imágenes juntos en Instagram, donde se los ve en momentos íntimos, lejos del ruido de la televisión o los medios. En una de las fotos más recientes se los ve abrazados, sonriendo en medio de un entorno natural. El mensaje que acompaña la imagen es simple, pero poderoso: “Estamos acá. Juntos”.
Una enfermedad sin cura, pero con vida
El melanoma en etapa avanzada es una de las formas más agresivas de cáncer de piel. Según el Centro Alemán de Investigación Oncológica, cada año se detectan en el país cerca de 23.000 casos nuevos de este tipo de tumor. Si bien existen tratamientos que pueden frenar su avance —como la inmunoterapia o los inhibidores BRAF y MEK— en las etapas terminales la prioridad es mejorar la calidad de vida del paciente.
Patrice recibe cuidados paliativos, es decir, tratamientos orientados a aliviar síntomas, reducir el dolor y mantener la autonomía el mayor tiempo posible. En Alemania, estos cuidados están cubiertos por el sistema de salud y se brindan tanto en clínicas como en el hogar, dependiendo del caso.

El Instituto Robert Koch estima que los costos promedio por paciente en tratamientos de cáncer de piel superan los 22.000 euros al año. Esto incluye medicamentos, internaciones, estudios y seguimiento clínico. A pesar de la alta inversión en investigación, todavía no existe una cura definitiva para los melanomas metastásicos.
Aún así, Patrice no se rinde. La joven madre, que en sus redes describe su lucha como “una vida entre agujas, pero también entre flores”, eligió compartir su historia con el objetivo de ayudar a otras personas en situaciones similares. Su perfil en Instagram se convirtió en un espacio de acompañamiento, donde muchas mujeres escriben para agradecerle su fortaleza.
Amor, exposición y mensajes sin filtro
La decisión de hacer pública su enfermedad no fue sencilla. Patrice lo habló en profundidad con su esposo, y ambos acordaron que preferían mostrar la realidad sin maquillajes. En las redes sociales no todo es positivo. Hay momentos duros, confesiones dolorosas y días donde las energías no alcanzan. Sin embargo, eso también forma parte del mensaje.

En una de sus publicaciones recientes, escribió: “Quiero que mi hija, cuando crezca, sepa que luché por cada día. Que no me entregué. Que hice todo por quedarme un poco más con ella”.
El testimonio de Patrice generó repercusión en medios alemanes y también fue citado en espacios especializados en oncología y salud mental. Distintos profesionales valoraron la forma en que afronta la enfermedad, con una mirada realista pero sin resignación.



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