En 2017, Klaus Rehbock, uno de los abogados más reconocidos del periodismo alemán, desapareció de un día para el otro. Las oficinas que dirigía en Passau y Germering cerraron, y colegas, clientes y amigos perdieron todo contacto con él. Esta semana, y tras ocho años de silencio, el ex letrado reapareció en Plataria, un pequeño pueblo costero del noroeste de Grecia. Sin vivienda, sin recursos y durmiendo en una reposera frente al mar, Rehbock asegura que quiere volver a Baviera y “empezar de nuevo”.
En 2017 desapareció de forma repentina y dejó todo atrás.
Del foco mediático al anonimato
Con una extensa trayectoria como abogado de medios, Rehbock había construido una reputación de “abogado estrella”. Tras pasar años como jurista interno en la revista Focus, representó en casos resonantes a figuras como el psiquiatra Hubert Haderthauer en la “afaire de los modelos a escala”, a la ex funcionaria Gabriele Pauli en un litigio por fotografías, o a la hija de Marlene Dietrich en una disputa por una imagen artística de su madre. También defendió al periodista Hubert Denk en el marco de la “Schottdorf-Affäre”.
Su abrupta desaparición generó inquietud. Denk recordó que Rehbock había atravesado duros golpes personales: la muerte de un familiar cercano y la separación de su esposa, una odontóloga rusa que se llevó a la hija de ambos a su país natal. “No tenía idea de dónde estaba. Ni siquiera su padre sabía”, relató el periodista.

Una vida en Grecia
Tras abandonar Alemania, Rehbock se trasladó a Italia y luego a Grecia. En Plataria vivió cinco años de sus ahorros, instalado en una vivienda adaptada como oficina. Pero un reciente conflicto con su arrendador derivó en un desalojo repentino. Según denunció, mientras paseaba a su perro, el propietario cambió las cerraduras y retiró todos sus bienes, desde muebles hasta documentos y recuerdos personales. “Nunca me sentí tan humillado”, afirmó.
Desde entonces, sobrevive gracias a la ayuda de un turista alemán que lo encontró y alertó a Hubert Denk. El visitante le proporciona alimentos y ropa, pero la situación es precaria: “Estoy sano, pero en la peor posición de mi vida”, declaró Rehbock en diálogo con el medio público bávaro BR, que difundió la historia.
Nunca me sentí tan humillado”, dijo sobre su situación actual.
El plan de regreso
El ex abogado sostiene que sus pertenencias podrían haber sido llevadas a Albania para su venta, aunque espera recuperar efectos personales sin valor económico, como diarios y álbumes de fotos. Su objetivo es iniciar acciones legales contra el propietario y regresar a Baviera, donde podría instalarse en Germering o Passau. “Quiero salir de esto como sea. Espero que viejos conocidos me tiendan una mano, porque no tengo medios para pagar un abogado ni un pasaje”, señaló.
Hubert Denk, quien lo conoce desde hace años, intenta conectarlo con posibles apoyos. Entre ellos figura Helmut Markwort, ex colega en Focus y figura influyente en los medios alemanes. “No sé si funcionará, pero es alguien que podría ayudarlo”, comentó Denk.

Entre la notoriedad y el olvido
La historia de Klaus Rehbock revela un contraste extremo: de representar a celebridades y ocupar titulares a vivir sin recursos en un país extranjero. Su caso ilustra cómo una cadena de crisis personales y profesionales puede desmantelar en poco tiempo una carrera consolidada. También pone de relieve la fragilidad de las redes de apoyo cuando una persona decide cortar todo contacto.




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