Volkswagen tiene por delante un nuevo frente judicial en Estados Unidos. Propietarios del modelo eléctrico ID.4 presentaron una demanda colectiva al asegurar que los mandos hápticos del volante son tan sensibles que se activan por accidente y pueden provocar situaciones de alto riesgo. El caso desató una polémica que ya generó reclamos ante autoridades de tránsito y que ahora podría derivar en compensaciones económicas para los afectados.
“Tenemos clientes frustrados que no deberían estar frustrados”, reconoció el propio director ejecutivo de Volkswagen hace poco más de un año. En aquel momento, la compañía decidió volver a incorporar botones físicos en sus modelos más recientes. Sin embargo, esa corrección no alcanza a vehículos como los ID.3 e ID.4, que mantienen superficies táctiles en lugar de controles tradicionales.
Choques por aceleraciones involuntarias
Según la presentación judicial, los demandantes aseguran que el control de crucero adaptativo se activa con un simple roce de la mano mientras maniobran al estacionar. El mando está ubicado en el radio izquierdo del volante y, al ponerse en marcha, el auto puede acelerar de manera inesperada hasta la última velocidad programada.

Esto ya fue denunciado en más de una docena de incidentes ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos. En varios de esos casos, los autos terminaron chocando contra paredes, columnas o vehículos cercanos. Tres accidentes incluyeron heridos entre los ocupantes.
La preocupación de los dueños es doble: además del riesgo físico, algunos de los siniestros dañaron la batería de los autos, lo que suele implicar la declaración de pérdida total por parte de las aseguradoras. En un país como Estados Unidos, reemplazar una batería de un vehículo eléctrico cuesta entre EUR 10.000 y EUR 20.000, dependiendo del modelo, lo que agrava aún más la situación para los propietarios.
Reclamos, antecedentes y falta de respuesta
Los demandantes sostienen que Volkswagen no informó de manera adecuada sobre el posible defecto ni convocó a revisión a los ID.4. Además, argumentan que la empresa ya tenía conocimiento de la situación, ya que decidió abandonar los mandos hápticos en los nuevos lanzamientos. Modelos como el Volkswagen Tiguan, el ID.7 Tourer o el Golf GTI Edition 50 recuperaron los botones físicos en el volante, con el control de crucero ubicado en un área menos propensa a activaciones involuntarias.
El medio especializado Top Class Actions recopiló antecedentes de denuncias similares. La base de datos de la NHTSA incluye varios informes que describen la misma secuencia: el conductor del auto maniobra, roza el botón del volante sin advertirlo y el vehículo acelera de forma repentina.

En la demanda se citan testimonios de propietarios que aseguraron sentirse “aterrorizados y reticentes” a conducir tras vivir estas experiencias. Los abogados piden un juicio con jurado, además de una indemnización que cubra daños reales, generales, especiales, incidentales, consecuentes, punitivos y ejemplares.
Un problema que se suma a la lista
No es la primera vez que Volkswagen enfrenta acciones colectivas en tribunales estadounidenses. En el pasado, la empresa llegó a acuerdos por fallas en turbocompresores de modelos Volkswagen y Audi, compensando con reparaciones cubiertas y garantías extendidas de hasta ocho años. Algo similar podría ocurrir ahora si el juez admite la demanda.
La situación ocurre en un contexto de cambios profundos en la industria automotriz. Los fabricantes buscan reducir botones y simplificar la experiencia con pantallas táctiles y mandos capacitivos. Sin embargo, el caso de Volkswagen muestra que la tecnología mal implementada puede terminar en riesgos reales.
El ID.4 es uno de los vehículos eléctricos más importantes de la marca en Estados Unidos. Durante 2023, Volkswagen vendió más de 37.000 unidades de este modelo en el país, según datos de la Alianza para Vehículos de Energía Limpia. El éxito comercial se ve ahora amenazado por la posibilidad de que se sumen más propietarios a la demanda.

La compañía, al ser consultada por medios internacionales, reconoció estar al tanto de “un pequeño número de quejas”. Esa respuesta resulta insuficiente para quienes chocaron con sus autos o sufrieron lesiones. Los abogados esperan que más dueños de ID.4 se unan al reclamo, lo que aumentaría el monto de las compensaciones.
El desenlace judicial marcará un precedente importante. Si el tribunal de Nueva Jersey falla a favor de los demandantes, otras compañías podrían enfrentar demandas similares por el uso de mandos táctiles. Lo que comenzó como una apuesta de diseño terminó convertido en un problema legal y de seguridad.



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