El Festival de Cine Alemán presentó en Cinépolis Recoleta una proyección privada del documental “Riefenstahl” y, a continuación, realizó una conferencia de prensa. Participaron Gustav Wilhelmi (director del Festival), Simone Baumann (German Films), Yael Tujsnaider (curadora de Programación Cultural del Goethe-Institut), Alfredo Castro Ortigoza (editor del film) y Tim Kuhn (director de Fotografía de la película sorpresa). El festival abre al público mañana, 18 de septiembre, y se extenderá hasta el 24.

Programación y cifras: 25 años, 16 películas y una “sorpresa”
El festival presentará 16 títulos que abarcan del cine histórico al infantil, de comedias y dramas a documentales, con clásicos restaurados y miradas sociales. Por primera vez habrá una película sorpresa, cuya función contará con la presentación de uno de sus responsables.
“Veinticinco años son muchos. Empezamos en el Lorca en 1999 y desde 2003 nuestra casa es Recoleta. Queremos ver cine como corresponde: gran pantalla y buen sonido”, dijo Wilhelmi, quien agradeció a la Embajada de Alemania y al Goethe-Institut.

Voces del cine alemán hoy
Simone Baumann subrayó el momento internacional del cine alemán: “Cambió mucho y sumó nominaciones al Oscar en los últimos años. La programación en Buenos Aires es diversa y para todo público; vengan al cine”. Sobre “Riefenstahl”, recordó su estreno en 2024 en Venecia y su trayectoria de premios.
Alfredo Castro Ortigoza explicó el dispositivo del film: “Accedimos por primera vez a un acervo inmenso —imágenes, fotos, documentos— y construimos un lenguaje de edición para abordar ideología y estética sin convertir la película en un tribunal. La edición hace hablar al material”.

Clásico mudo, música en vivo y Thomas Mann: Buddenbrook + Lerner–Moguilevsky
Para las “bodas de plata”, el festival recupera el sello de cine mudo con música en vivo: “Los Buddenbrook” (1923, Gerhard Lamprecht) en copia restaurada por la Deutsche Kinemathek, con acompañamiento del dúo Lerner–Moguilevsky. Yael Tujsnaider destacó el guiño porteño: en esta versión, el barco queda varado en el puerto de Buenos Aires, un diálogo con la ciudad en el 150° aniversario del nacimiento de Thomas Mann.

Miradas, nombres y regresos
La grilla reúne a directores como Andreas Dresen (Con amor, Hilde) y Christian Petzold (Espejos n°3), y abre espacio a óperas primas de Justine Bauer (Olor a leche quemada), Laura Laabs (Estrellas rojas sobre el campo), Benjamin Kramme (Me muero, ¿vienes?) y Türker Süer (Al filo de la noche). Regresan Bernd Sahling (Mañana seré valiente) y Andres Veiel con “Riefenstahl”.

El debate central: obra, artista y propaganda
La pregunta que atravesó la función de prensa fue directa: ¿es posible separar a la artista de la propagandista? El documental de Andres Veiel propone una respuesta menos binaria: muestra antes que sentenciar, y expone cómo la forma cinematográfica —montaje, encuadre, coreografías— produce sentido político. Alfredo Castro Ortigoza lo sintetizó así: “No queríamos un linchamiento; queríamos complejidad. La edición deja que el propio material se contradiga”.
El film se apoya en un archivo personal de Riefenstahl recientemente organizado en Berlín, con fondos de Cinemateca, Fototeca y Staatsbibliothek. Ese acceso inédito habilitó cruces de cartas, llamados y registros que ubican a la realizadora en la cercanía del poder nazi y exhiben adhesiones ideológicas más allá de su destreza formal. Castro puntualizó: “No se puede descontextualizar una obra concebida al calor de la cúpula del régimen. La estética no neutraliza la propaganda”.

En la sala surgió el vínculo con la era de redes, desinformación y modelos de IA. Castro trazó el puente: “Riefenstahl anticipó mecanismos de manipulación. La potencia de la imagen —hoy amplificada— exige herramientas críticas para no repetir inercias de época”. El film convierte esas preguntas en gramática audiovisual: yuxtapone multitudes y líder con gestos y silencios de la propia Riefenstahl, y hace visible cómo se construye una emoción política.
Gustav Wilhelmi mantuvo su posición histórica sobre el dilema: “La obra puede ser admirable y la persona no. En Riefenstahl, la potencia formal convive con una elección política nefasta”. La sala recogió el guante y planteó la culpa colectiva y la equidistancia. Castro respondió con método: la película toma posición “sin proclamas”, a través de pruebas, contexto y montaje, y evita “el tribunal” para dejar trabajar al espectador. El resultado es un debate incómodo y necesario, muy vigente en una coyuntura de polarización global.
Alemania–Argentina: aniversarios que dialogan
Wilhelmi recordó otro marco simbólico: 200 años de inmigración alemana en la Argentina. La coincidencia con el 25° aniversario del festival sumó espesor histórico a una mañana que combinó memoria, cine y preguntas urgentes.

Cinco preguntas con Gustav Wilhelmi
¿Qué significó llegar a la edición 25 en Argentina?
“Me sorprende a mí mismo. Cada año me pregunto si habrá otro, y el público siempre acompañó. Esa es la clave”.
¿Qué títulos podrían pasar al circuito comercial?
“Por ahora, “Espejos n°3”. Hay negociaciones por otras dos; dependerá de la respuesta”.
¿Por qué abrir la agenda de prensa con un documental exigente?
“Era un reto. Una apertura suele ser “fácil”, pero esta película genera conversación. Eso queríamos”.
¿Cambió su postura sobre separar obra y artista?
“No. La obra puede ser admirable y la persona no. En Riefenstahl conviven ambas verdades”.
Un favorito personal de esta edición
“Dos: “Shahid”, de Narges Kalhor. Cómo está hecha me fascina. Y “Con amor, Hilde”, de Andreas Dresen”.

Lo que hay que saber de la 25º Edición del Festival de Cine Alemán
- Sede: Cinépolis Recoleta (Vicente López 2050).
- Fechas: del 18 al 24 de septiembre.
- Programación: 16 largometrajes + Next Generation Short Tiger 2025 (cortos).
- Hitos: Película sorpresa; “Los Buddenbrook” restaurada con música en vivo.
- Entradas y abonos: por internet en cinepolis.com.ar y en la boletería del Complejo de Cinépolis Recoleta.
- Más info: cinealeman.com.ar






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