Los drones pasaron en pocos años de ser herramientas recreativas o de uso civil a convertirse en un desafío de seguridad nacional. Alemania anunció que endurecerá sus medidas de defensa ante la multiplicación de incursiones aéreas sospechosas en Europa y la creciente tensión geopolítica con Rusia.
Advertencia oficial y primeras medidas
El ministro del Interior de Alemania, Alexander Dobrindt, declaró en Berlín que “existe una amenaza que puede clasificarse como alta cuando se trata de drones”. La advertencia llegó luego de que Dinamarca sufriera la interrupción de su tráfico aéreo en varias regiones por incursiones de aeronaves no tripuladas.

Dobrindt afirmó que Alemania buscará modificar su ley de seguridad aérea para que las Fuerzas Armadas puedan intervenir en situaciones de riesgo. “Se trata de estar preparados para proteger infraestructura crítica o grandes concentraciones de personas”, señaló el funcionario.
Un protocolo secreto en desarrollo
Según publicó el diario alemán Bild, el gobierno trabaja en un protocolo reservado que definiría cómo actuar en casos de drones hostiles. El plan prevé que, si se detecta un aparato no tripulado con capacidad de atacar vidas humanas o infraestructuras estratégicas, la decisión pasará al Ministerio de Defensa, que habilitará el derribo.

El borrador también incluye un catálogo de medidas intermedias: registro y clasificación de drones ilegales, inhibidores electrónicos para interferir sus señales, mecanismos para tomar control de los aparatos y, como último recurso, la acción armada.
La tecnología militar disponible
Las Fuerzas Armadas alemanas disponen de sistemas antiaéreos avanzados. Entre ellos se encuentra el Boxer Skyranger, un vehículo blindado equipado con un cañón de 30 milímetros capaz de interceptar drones en pleno vuelo. Estos sistemas ya forman parte de la estrategia defensiva frente al uso masivo de drones en escenarios bélicos, como se observó en Ucrania desde 2022.
El refuerzo de capacidades busca anticiparse a escenarios de sabotaje o ataques híbridos. Para Alemania, la amenaza no es solo teórica: en países vecinos como Lituania, Polonia o Rumanía se registraron incursiones de drones y aviones rusos en su espacio aéreo.
Contexto europeo y geopolítico
La Unión Europea sigue con atención la proliferación de drones en situaciones de conflicto. En el Báltico, la OTAN denunció repetidas violaciones de fronteras aéreas, mientras que en Rumanía restos de drones de fabricación rusa fueron hallados en zonas cercanas a la frontera con Ucrania.

En este marco, Berlín considera que la falta de un protocolo específico podría exponer a su población y a sus infraestructuras estratégicas —centrales eléctricas, aeropuertos, estaciones ferroviarias— a un riesgo inaceptable.
Riesgos para la vida civil
El propio Dobrindt insistió en que la prioridad será “proteger a las personas” ante la posibilidad de que drones se utilicen en ataques contra multitudes o espectáculos masivos. La advertencia cobra fuerza en un país donde cada año se realizan eventos con concurrencia de cientos de miles de personas, desde ferias industriales hasta partidos de fútbol de gran convocatoria.

Los incidentes en Dinamarca mostraron que bastan pocos drones para paralizar aeropuertos enteros y afectar la circulación aérea en todo el norte de Europa. Alemania no quiere repetir esa experiencia.
Un debate en ciernes
El anuncio abre un debate político y social: hasta qué punto el ejército puede involucrarse en tareas de seguridad interior. En Alemania, la participación militar en territorio nacional está restringida por la Constitución, como consecuencia de la experiencia histórica del siglo XX. La eventual reforma de la ley de seguridad aérea deberá conciliar esa limitación con la urgencia de nuevas amenazas tecnológicas.

La advertencia de Berlín confirma que los drones dejaron de ser un problema marginal para convertirse en un asunto de seguridad nacional. La combinación de geopolítica, avances tecnológicos y vulnerabilidad de la vida civil impulsa a Alemania a tomar medidas que, hasta hace pocos años, eran impensadas.




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