En poco más de un mes, la Selección de Suiza deberá recibir a Suecia en un partido clave de las eliminatorias rumbo al Mundial. La sede será el Stade de Genève, un estadio moderno ubicado en la ciudad suiza de Ginebra. Sin embargo, el recinto enfrenta un desafío inesperado y muy poco habitual en el fútbol europeo: una plaga de ratas que daña el césped y compromete la infraestructura.
El problema, lejos de ser menor, se agrava por un antecedente inmediato. Semanas atrás, la cancha ya había presentado serias complicaciones por una infección de hongos que obligó a suspender entrenamientos de equipos profesionales. Así, el estadio que debía ser un escenario de fiesta enfrenta hoy un doble frente de batalla: animales y enfermedades del césped.
Ratas en el estadio de la Selección de Suiza
Según el medio heute.at, las ratas avanzaron sobre el campo de juego y lo transformaron en un terreno con agujeros. Los animales no solo mordieron el césped, también cables y otras instalaciones. Se calcula que cientos de roedores viven en el estadio y sus alrededores.

El director del recinto, Imad Fattal, reconoció en declaraciones a Tribune de Genève: “Lo tomamos muy en serio. Contratamos a una empresa especializada en control de ratas y aplicamos todas las medidas posibles para reducir la plaga”.
La firma encargada del mantenimiento es Realsport. Su director, Adrien Vabre, explicó que cada día se topan con nuevos daños. “Todas las mañanas encontramos agujeros nuevos que aparecieron durante la noche. Tardamos dos horas en taparlos antes de poder comenzar nuestras tareas habituales”, señaló. Además, deben resembrar partes del césped de manera constante.
El propio especialista en campos de juego de la federación suiza, Pierre-Yves Bovigny, expresó su preocupación: “En Suiza nunca había visto un césped afectado por ratas. La situación es seria”. Aun así, confía en que podrán resolverlo antes del duelo internacional.
Como parte del plan de emergencia, se colocaron cajas trampa alrededor del campo y también en zonas externas. Los encargados de mantenimiento introdujeron lana de acero en las instalaciones eléctricas para evitar que los roedores muerdan los cables.
Hongos en el césped
La plaga de ratas no es el único problema, sino que el año pasado ya había sufrido por otros visitante indeseables. En la previa del partido programado en ese mismo estadio el partido de Liga de Naciones entre Suiza y España, una fuerte epidemia de hongos que afectó sobre todo el sector norte del campo.
El Servette, club local, y el Chelsea inglés debían entrenar en el Stade de Genève antes de un partido internacional por la Conference League. Sin embargo, los entrenamientos se trasladaron al Estadio Balexert, una instalación más pequeña cercana al aeropuerto. La superficie del estadio principal fue considerada inadecuada por los análisis de laboratorio.
Un comunicado del Servette confirmó la presencia de varias especies de hongos. El club señaló que este tipo de afectaciones viene repitiéndose en distintos escenarios europeos, lo que obliga a intervenciones rápidas para no comprometer las competiciones oficiales.
Riesgos para los partidos
Los problemas combinados de plagas y hongos plantean un escenario complejo. El partido del 15 de noviembre contra Suecia es una parada relevante en la ruta de clasificación mundialista. No solo está en juego el resultado deportivo, también la imagen de Suiza como anfitriona de grandes citas.

Un césped en malas condiciones puede afectar la seguridad de los jugadores y la calidad del espectáculo. Además, la presencia de ratas dentro y fuera del estadio genera un riesgo sanitario y logístico. Los costos de reparación ya son elevados: se calcula que las tareas de resiembra y control de plagas demandan varias horas diarias y recursos que superan los EUR 50.000 en el corto plazo.
El recuerdo del problema con España sigue latente. En aquella ocasión, la cancha no estuvo en condiciones óptimas y debió improvisarse con cambios de sedes de entrenamiento. Ahora, la presión es mayor porque el calendario oficial de la FIFA no ofrece margen para reprogramaciones.
La atención se centra ahora en el trabajo de las empresas contratadas y en la coordinación con la federación. Si el problema se soluciona, el Stade de Genève podrá lucirse en noviembre.



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