El norte de Múnich vivió hoy, miércoles, una mañana marcada por el miedo y la incertidumbre. Una explosión en una vivienda particular, seguida de un incendio y del hallazgo de material explosivo, desencadenó un gigantesco operativo policial que obligó a suspender la apertura del Oktoberfest, la celebración más masiva de Baviera.

Un operativo a gran escala
El despliegue comenzó en la zona de Lerchenau, donde vecinos reportaron una fuerte detonación en horas tempranas. Poco después, un incendio consumió una vivienda unifamiliar. Según informó la policía de Múnich, en el interior de la casa se encontraron trampas explosivas que confirmaron la gravedad de la situación.
A pocos metros del lugar, en el lago Lerchenauer See, efectivos hallaron a un hombre gravemente herido, que más tarde falleció. Las autoridades lo identificaron como un ciudadano alemán de 57 años oriundo de Starnberg, quien figura como el principal sospechoso del episodio. Un vocero policial precisó que se trataba de un artesano local y que, en paralelo, se realizaron allanamientos en su domicilio.

Dos heridos y un barrio evacuado
Además del sospechoso fallecido, dos personas resultaron heridas en el lugar del incendio y fueron trasladadas a hospitales de la ciudad. La policía dispuso la evacuación de un radio de 200 metros alrededor del inmueble afectado, lo que obligó a unos 700 vecinos a abandonar sus casas hasta nuevo aviso.
La fiscalía bávara indicó que la principal hipótesis apunta a un conflicto familiar como origen de los hechos. “Nuestro estado de conocimiento es claro: la investigación se orienta hacia una disputa privada”, sostuvo un portavoz de la fuerza, que descartó por el momento un trasfondo político.
El fantasma del terrorismo
La conmoción aumentó cuando en la vivienda incendiada se halló un escrito con una amenaza de bomba dirigida al Oktoberfest. Esto llevó a las autoridades municipales a ordenar el cierre inmediato del predio de Theresienwiese, donde miles de personas ya se preparaban para ingresar al festival.
El alcalde de Múnich, Dieter Reiter (SPD), explicó la decisión en un mensaje público: “El riesgo no podía ser asumido. La seguridad de los visitantes está por encima de todo”. El funcionario reconoció que la clausura podría extenderse durante toda la jornada, en función de los resultados de los rastrillajes.

Refuerzos y medidas excepcionales
El operativo incluyó el despliegue de perros detectores de explosivos provenientes de distintos puntos de Baviera, que se sumaron a los equipos locales para inspeccionar el predio ferial y sus accesos. “Solicitamos apoyo de toda la región y ya está llegando a la ciudad”, explicó un vocero policial.
Las fuerzas de seguridad ordenaron la evacuación completa de trabajadores y proveedores del Oktoberfest, que debieron concentrarse en áreas especialmente designadas. Al mismo tiempo, el transporte público restringió el acceso a la estación de U-Bahn Theresienwiese, una de las principales vías de llegada al evento.
La alerta también se difundió a través de los sistemas oficiales de emergencia. A las 11.04 horas (hora local), la central de operaciones de Múnich emitió un mensaje de advertencia por telefonía móvil en todo el territorio urbano, instando a la población a informarse por canales oficiales y evitar la zona del festival.

Reacciones y calma ciudadana
Pese al clima de alarma, los visitantes que se dirigían al Oktoberfest respondieron con calma a las indicaciones policiales. Testigos relataron que, tras los anuncios por altoparlante, la mayoría emprendió el regreso sin incidentes. “No se registraron escenas de pánico”, confirmaron fuentes de la policía.
En paralelo, circuló en redes sociales una publicación en la plataforma Indymedia que sugería un posible vínculo del caso con grupos de izquierda radical. Sin embargo, los investigadores descartaron esa hipótesis y lo atribuyeron a un intento de aprovechar la situación: “No existe relación alguna entre el sospechoso y la Antifa”, aclararon.

Un Oktoberfest bajo custodia
El Oktoberfest, que cada año reúne a millones de visitantes en la capital bávara, atraviesa así una de las interrupciones más inusuales de su historia reciente. Si bien las autoridades recalcaron que no se trata de un ataque terrorista en regla, el episodio reinstaló el debate sobre la seguridad en eventos masivos en Alemania. “Todo depende de que podamos terminar los rastrillajes a tiempo. Si no, la Wiesn no abrirá hoy”, advirtió el alcalde Reiter. La decisión final sobre la reapertura quedó sujeta a los informes policiales de la tarde.




Hacé tu comentario