El Bundestag alemán aprobó el regreso del servicio militar con 323 votos a favor, 272 en contra y una abstención. La ley establece el registro obligatorio para todos los hombres nacidos a partir de 2008 y habilita la posibilidad de implementar el servicio obligatorio si el reclutamiento voluntario resulta insuficiente. La votación se produjo en medio de protestas estudiantiles en aproximadamente 90 ciudades del país, organizadas bajo el lema “Huelga escolar contra el servicio militar”.
El nuevo marco legal busca fortalecer la Bundeswehr ante las exigencias de la OTAN, que requiere que Alemania disponga de 460.000 soldados para 2035 en caso de crisis o guerra. Actualmente, las fuerzas armadas cuentan con aproximadamente 184.000 efectivos activos. El objetivo es alcanzar entre 255.000 y 270.000 soldados activos, más 200.000 reservistas. El Bundesrat debe ratificar la norma el 19 de diciembre para que entre en vigor en enero de 2026.
Pistorius: “Si no alcanza, no tendremos más remedio que una conscripción parcial”
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, del Partido Socialdemócrata (SPD), defendió la medida como un paso decisivo para la capacidad defensiva del país. “Este país, esta democracia lo merece”, afirmó el funcionario durante el debate parlamentario. Reconoció que la discusión no fue sencilla y que las protestas estudiantiles convocadas para el día de la votación reflejaban la controversia. “Es una discusión que es necesaria”, sostuvo.

Pistorius enfatizó que el servicio será inicialmente voluntario, pero advirtió: “Si no alcanza, no tendremos más remedio que una conscripción parcial”. El ministro subrayó que la Bundeswehr “también protege a quienes no quieren equiparla”, en alusión a la oposición de sectores como La Izquierda.
El funcionario también elogió a la generación joven y rechazó la idea de que los jóvenes no están dispuestos a comprometerse. “Hay muchos más dispuestos a asumir responsabilidad de lo que partes del Parlamento o de la opinión pública quieren hacernos creer”, señaló. Sobre las protestas, declaró: “Me parecen fantásticas. Que los jóvenes salgan a la calle por sus convicciones es positivo: ‘Be my guest’, así debe ser”.

Registro y revisión médica obligatorios
La ley aprobada establece que todos los jóvenes de 18 años recibirán un cuestionario sobre su motivación e idoneidad para el servicio militar. Los hombres están obligados a completarlo bajo pena de multa, mientras que para las mujeres es voluntario, dado que la Constitución alemana no permite su reclutamiento forzoso. A partir de mediados de 2027, la revisión médica será obligatoria para todos los hombres nacidos desde enero de 2008.
El gobierno alemán ofrece incentivos para atraer voluntarios: una remuneración mensual bruta de aproximadamente 2.600 euros y, para quienes se comprometan por al menos doce meses, un subsidio para obtener la licencia de conducir de automóvil o camión. El servicio mínimo es de seis meses.
El Ministerio de Defensa deberá informar al Parlamento cada seis meses, a partir de 2027, sobre la cantidad de voluntarios reclutados. Si las cifras resultan insuficientes, el Bundestag podrá declarar la “conscripción por necesidad”, habilitando el reclutamiento forzoso. Los detalles de ese mecanismo se definirían en una ley separada.

Protestas masivas en 90 ciudades
La iniciativa “Huelga escolar contra el servicio militar” convocó manifestaciones en aproximadamente 90 ciudades alemanas el mismo día de la votación parlamentaria. Los organizadores criticaron duramente la medida: “No queremos pasar medio año de nuestras vidas encerrados en cuarteles, educados para el ejercicio y la obediencia, aprendiendo a matar”, expresaron en su convocatoria.
Leo Reinemann, estudiante y coorganizador de la protesta en Coblenza, declaró a la cadena SWR: “Nos sentimos descuidados como generación y no vemos razón para saltar a las trincheras por el gobierno federal”.
En Hamburgo, tres manifestaciones diferentes congregaron a aproximadamente 1.500 participantes, según cifras policiales. Los sindicatos juveniles, la GEW Joven, la juventud de ver.di y el AStA de la Universidad de Hamburgo apoyaron las movilizaciones. En grupos de WhatsApp circularon cartas modelo para que los padres justificaran la ausencia escolar de sus hijos, argumentando que los fondos destinados al servicio militar deberían invertirse en educación, formación laboral y protección climática.

Autoridades educativas advierten consecuencias
La autoridad escolar de Hamburgo envió una carta a las direcciones escolares aclarando que quienes participaran en las protestas durante horario lectivo se considerarían ausentes sin justificación. Peter Albrecht, de la autoridad escolar, explicó a NDR 90,3: “Eso significa que los exámenes y pruebas perdidos deberán calificarse con cero puntos, las escuelas no pueden evitarlo”.
Stefan Düll, presidente de la Asociación Alemana de Docentes, señaló que quienes deseen protestar pueden hacerlo fuera del horario escolar y advirtió que las ausencias injustificadas pueden derivar en sanciones que llegan hasta la expulsión.

Posiciones políticas divididas
Norbert Röttgen, vicepresidente de la bancada de la Unión (CDU/CSU), valoró la ley como “un componente muy importante” de la estrategia de seguridad. La Unión favorece el retorno completo a la conscripción obligatoria, un modelo que rigió en Alemania hasta 2011. El diputado de AfD Jörg Zirwes calificó la ley de “cobarde”.
Desiree Becker, vicepresidenta de la bancada de La Izquierda, criticó que los jóvenes “tienen otras cosas que hacer antes que poner la cabeza por el capital de los ricos en el regimiento de Merz”. Sara Nanni, portavoz de seguridad de Los Verdes, objetó que la ley no ofrece respuestas sobre la defensa integral y carece de una incorporación sistemática de todas las generaciones y géneros.

Récord de objeciones de conciencia
Hasta fines de octubre de 2025, más de 3.000 personas presentaron solicitudes de objeción de conciencia ante la oficina federal competente, incluyendo personal sin servicio previo, soldados activos y reservistas. La cifra marca un nuevo récord desde la suspensión de la conscripción en 2011 y refleja el rechazo social al rearme.




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