La Unión Europea modificó su política de eliminación gradual de motores de combustión tras una carta del canciller alemán Friedrich Merz dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Berlín consiguió que Bruselas autorice la matriculación de vehículos con motor térmico más allá de 2035, siempre que utilicen e-combustibles o biocombustibles que ofrezcan un balance climático teóricamente neutro. El comisario europeo de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, confirmó el cambio en una entrevista con el diario alemán Handelsblatt.
La decisión representa un giro radical respecto al calendario aprobado en 2023, cuando los negociadores de los Estados miembros y el Parlamento Europeo acordaron que los automóviles nuevos no podrían emitir CO2 climáticamente perjudicial a partir de 2035. Ahora, la Comisión Europea abandonó el objetivo de reducción del 100 por ciento de emisiones y lo rebajó al 90 por ciento.

Flotas corporativas como compensación
Para evitar que el retroceso comprometa los objetivos climáticos de la UE, la Comisión estableció que las emisiones adicionales deberán compensarse mediante dos mecanismos: mayor producción de acero con métodos ambientalmente sostenibles y uso intensivo de combustibles más limpios. Los detalles de implementación aún no están definidos.
Adicionalmente, la Comisión propuso que las flotas de empresas grandes en Alemania sean prácticamente neutras en carbono para 2035. Según el paquete automotor de la UE, el 95 por ciento de los vehículos nuevos registrados en flotas de grandes compañías deberán ser libres de emisiones para esa fecha. En la práctica, esto significa que la mayoría operarán con propulsión eléctrica.
Para 2030, el 54 por ciento de los vehículos nuevos de estas flotas deberán ser cero emisiones. La normativa afectará a empresas con más de 250 empleados y más de 50 millones de euros de facturación anual.
Cuotas diferenciadas según economía nacional
Las cuotas establecidas para cada país se calcularon considerando el producto interno bruto per cápita. Naciones como Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos enfrentan objetivos idénticos a Alemania. Para países con economías ligeramente menos desarrolladas por habitante, como Francia e Italia, la cuota para 2035 se fijó en 80 por ciento.

Contexto de crisis industrial
El cambio de rumbo se produce en un contexto de fuertes tensiones económicas. Los fabricantes europeos, reunidos en la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), cuestionaron durante meses la viabilidad de los objetivos de transición, considerándolos “poco realistas”.
Las ventas de vehículos eléctricos crecen menos de lo esperado, las infraestructuras de recarga tardan en actualizarse y la competencia china aumenta la presión sobre Europa. Según varias fuentes industriales citadas por medios alemanes, la industria automotriz de Alemania perdió más de 50.000 puestos de trabajo en un año.

Qué significan los límites de flotillas
Actualmente, los fabricantes deben cumplir con límites específicos de emisiones medidos sobre el promedio de toda su flota de modelos nuevos, no sobre vehículos individuales. El CO2 se expresa en gramos por kilómetro. Hasta 2025 regía un límite de 95 g CO2/km. Entre 2026 y 2029, los límites deben reducirse 15 por ciento comparado con 2021. A partir de 2030, la normativa vigente hasta ahora exigía una reducción adicional del 37,5 por ciento.
Los límites varían según el tipo de fabricante. Marcas premium como Audi, BMW y Mercedes reciben límites más altos porque producen vehículos generalmente más grandes que Volkswagen, Opel o Ford. Lo mismo aplica para fabricantes de pequeñas series como Ferrari.
BMW es actualmente el único fabricante que alcanza sus límites de flota gracias a su mix de productos que incluye vehículos eléctricos. En 2024, la marca logró situarse 30 gramos por kilómetro por debajo de su límite permitido. Volkswagen, en cambio, anticipó pagos de multas y realizó provisiones correspondientes en su balance.

Dudas sobre beneficiarios y costos
Expertos advierten sobre posibles consecuencias de flexibilizar las normas. Algunos temen que un retroceso haga perder a la industria alemana el ritmo frente a la competencia creciente, especialmente china.
Para los consumidores, el cambio podría encarecer los vehículos. La industria habla frecuentemente de “motores de combustión eficientes”, término que generalmente refiere a híbridos enchufables. Ferdinand Dudenhöffer, experto automotor, comparó recientemente los precios de oferta de los modelos más recientes de vehículos de combustión, eléctricos y híbridos enchufables. Resultado: el híbrido enchufable cuesta más de EUR 13.000 (US$ 15.240) por encima del motor de combustión y más de EUR 11.000 (US$ 12.900) sobre el eléctrico.
Otra incógnita es el costo futuro de combustible, electricidad o combustibles alternativos, y si se controlará efectivamente que los híbridos enchufables se utilicen también en modo eléctrico según lo previsto. Actualmente no existe tal control. El Parlamento Europeo y los Estados miembros deberán analizar las propuestas, evaluarlas y eventualmente introducir modificaciones. El plazo para este proceso aún no está determinado.




Hacé tu comentario