Buenos Aires (AT) – El profesor de inteligencia artificial (IA), Björn Ommer, es el inventor del programa de imágenes de IA llamado Stable Diffusion. Se trata de un modelo de IA que crea imágenes a gran velocidad. Pero la función principal del programa es generar imágenes detalladas basadas en descripciones de texto. Ahora, el profesor se muestra preocupado por el avance de la IA. “Estamos en un punto de inflexión”, le dijo Ommer a SZ. Para él, los modelos de IA, como el que está detrás de ChatGPT, se están volviendo demasiado grandes.
Ommer es profesor en la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich y lidera el grupo Compvis. Esta semana asistió a la conferencia de IA más importante, la Neurips, que se desarrolla en Nueva Orleans. Allí le dijo a sus pares que la IA se dirige hacia una concentración de poder; que Google, Microsoft y Amazon tienen la potencia informática, los datos y las licencias para dominar el mercado, y que solo hay una solución: la IA debe ser tan pequeña que quepa en un teléfono inteligente.
El profesor de Múnich es una figura destacada: su grupo de investigación es responsable de uno de los modelos que desencadenaron el auge de la IA en 2022. Hablamos del ya mencionado Stable Diffusion. Como se dijo, el software puede crear imágenes de gran calidad solo en base a una descripción de texto. Cuando salió fue toda una revolución. ChatGPT se lanzó tres meses después.
La startup Stability AI, que apoyó y utilizó el programa de imágenes, fue valorada en EUR 1.000 millones. Pero Ommer mismo se mantuvo fiel a la investigación y compartió el modelo de forma gratuita con todo el mundo. Hoy en día, lo utilizan millones de personas.
Inteligencia en lugar de algoritmos
El profesor defiende a la IA en el bolsillo: “un algoritmo inteligente no es necesariamente uno que consume más potencia… Debería valer al revés: los modelos más pequeños deberían ser los mejores”. Los grandes modelos, como el GPT-4, deben usarse, por ejemplo, en la nube de Microsoft. Esta evolución está llegando a su fin: “Muchos grandes modelos de lenguaje perdieron fuerza en los últimos meses”. Incluso la nueva versión de Chat-GPT muestra debilidades, según Ommer, que aboga por algoritmos inteligentes que no sean tan ávidos de recursos.
Ommer dice que los grandes modelos de lenguaje no entendieron algo fundamental sobre la inteligencia: que no es la abundancia, sino la limitación, lo que lleva a soluciones inteligentes. Nuestros antepasados desarrollaron su inteligencia con palos y piedras, no en cómodos departamentos en Nueva York. También con la IA, menos es más. El profesor lo explica así: “Es necesario saber que el perro es peludo, pero no saber cómo es cada pelo”.
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