Buenos Aires / Aachen – El presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, Pinchas Goldschmidt, recibirá el Premio Carlomagno 2024, que también honrará a las comunidades judías de Europa, anunció hoy la Junta Directiva del Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán (Aachen). El premio pretende enviar el mensaje de que la vida judía es obviamente parte de Europa y de que no debe haber lugar para el antisemitismo en Europa, explicó la Junta Directiva.
El anuncio se produce en medio de un importante aumento del número de delitos antisemitas en muchos países europeos desde el estallido de la guerra en Gaza, desencadenada por el ataque terrorista contra Israel perpetrado por militantes de Hamás el 7 de octubre y la consiguiente respuesta de Israel.
La junta indicó que Goldschmidt siempre ha defendido que personas de diferentes orígenes religiosos y culturales encuentren su lugar en Europa. El comisionado del Gobierno alemán contra el antisemitismo, Felix Klein, felicitó a Goldschmidt y habló de una decisión excepcional. “Especialmente en tiempos en que se vuelven a marcar las fachadas de casas con estrellas de David y se gritan consignas antisemitas y antiisraelíes en las calles alemanas, este honor es una poderosa señal contra el antisemitismo”, declaró Klein a dpa.
Por su parte, Volker Beck, presidente de la Sociedad Germano-Israelí, consideró la decisión de Aquisgrán una “reafirmación de lo que significan 2.000 años de presencia judía en Europa”. Beck agregó que, a pesar del “tsunami de antisemitismo” tras el 7 de octubre, los judíos son parte integrante de las sociedades europeas. “El rabino Goldschmidt defiende el diálogo interreligioso, el apoyo incondicional a los derechos humanos y una clara postura prodemocrática”, dijo.
Quién es Pinchas Goldschmidt
Recientemente, el propio Goldschmidt declaró en una entrevista al medio “Jüdische Allgemeine” que el antisemitismo “ha vuelto a ser políticamente correcto” en Europa. El rabino expresó sus dudas de que el judaísmo tenga futuro en Rusia: “Cuanto más autoritario se vuelva el país, menos judíos permanecerán allí”.
Goldschmidt nació en Zúrich y después de formarse como rabino viajó a Israel y luego a la ahora extinta Unión Soviética para reconstruir allí la vida judía tras el fin del comunismo. En 1993, fue elegido Gran Rabino de Moscú. Tras el ataque ruso a Ucrania, se resistió a apoyar la guerra y abandonó la capital rusa en marzo de 2022.
Goldschmidt preside desde 2011 la Conferencia de Rabinos Europeos, que trasladó su sede de Londres a Múnich el año pasado. La Junta Directiva del Premio Carlo Magno destacó el compromiso de Goldschmidt con el diálogo interreligioso. En 2015, cofundó el Consejo Europeo de Liderazgo Judío Musulmán, al que pertenecen dignatarios judíos y musulmanes.
Goldschmidt también ha dado un importante impulso al diálogo judeo-cristiano. Desde hace años mantiene un diálogo directo con el papa Francisco, la última vez que se reunió con el jefe de la Iglesia católica fue en noviembre de 2023 para hablar de la situación en Próximo Oriente.
La importancia del Premio Carlomagno
El Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán se entrega desde 1950 a personalidades públicas que destacaron en la defensa del proyecto de unidad europea. El primer galardonado fue el fundador de la idea paneuropea, el conde Coudenhove-Kalergi. Con la entrega del galardón al primer ministro italiano Alcide de Gasperi (1952), al canciller alemán Konrad Adenauer (1954) y a sir Winston Churchill (1955), el premio adquirió gran renombre en Europa en pocos años.
Otros galardonados fueron el rey emérito de España, Juan Carlos I (1982), el expresidente del Gobierno español Felipe González (1993), el antiguo alto representante de política exterior europea Javier Solana (2007), el papa Francisco (2016) o el presidente francés Emmanuel Macron (2018). El año pasado fue galardonado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La creación del Premio Internacional Carlomagno se creó a iniciativa de un grupo de personalidades políticas, eclesiásticas, académicas e intelectuales de la ciudad alemana de Aquisgrán, situada junto a la frontera con Francia. Allí tuvo su residencia Carlomagno (747/748-814), rey de los francos, de Italia y emperador del Sacro Imperio Romano, que unificó buena parte de Europa occidental en su imperio.
(AT / dpa)
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