Buenos Aires / Grünheide (AT) – Elon Musk le gusta el contacto con la gente. Por eso, no dejo escapar la oportunidad para visitar la planta de Tesla en Grünheide, cerca de Berlín. El motivo: los recientes atentados de activistas ambientales contra la planta en la cual la empresa estadounidense produce su modelo Tesla Y, el más vendido de la marca. Musk visitó la fábrica, coincidiendo con el reinicio de sus actividades tras el ataque incendiario a una torre de suministro eléctrico ocurrido la semana pasada.
Musk fue recibido por numerosos empleados de la fábrica, a los que dedicó un discurso haciendo balance de los últimos acontecimientos. Una portavoz de la empresa había confirmado antes el reinicio de la producción en la fábrica. “Con el turno de mañana, volvemos a tener la plantilla al completo y también volvemos a producir”, dijo. La presidenta del comité de empresa, Michaela Schmitz, declaró a la emisora RBB-Inforadio que los empleados de la planta están aliviados por volver a sus puestos. “La gente está contenta de poder volver al trabajo”, dijo.
Los planes para duplicar la producción en Alemania
La visita de Musk a Grünheide llega en un momento de tensión. Tesla había anunciado en febrero sus planes para duplicar la producción anual de la planta inaugurada en marzo de 2022. Hoy, se producen unas 5.000 unidades por semana en Alemania. La denominada “Gigafactoría” de Berlín es el quinto gran centro de producción que tiene Tesla en todo el mundo. Otros están Fremont (California), Reno (Nevada), Buffalo (Nueva York) y Shanghái (China). Para poder duplicar la producción en Alemania, la compañía necesita ampliar su área productiva por unas 100 hectáreas, según los planos presentados por Tesla. Los planes generaron rechazo de una parte de la población de la comuna, ubicada en el noreste de Alemania a unos 30 km de Berlín.
Un atentado contra las torres de suministro eléctrico
El martes pasado, activistas habían provocado un incendio en un poste de electricidad de libre acceso en un campo cercano a las instalaciones de Tesla, abastecidas por la misma red. Según informó también el Argentinisches Tageblatt, la producción de la fábrica de automóviles tuvo que paralizarse. Poco después, la autoría del ataque fue asumida por un grupo extremista de izquierdas conocido “Grupo Volcán”. “Espero un cierto agradecimiento por el comportamiento ejemplar de los empleados tras el ataque”, resumió Schmitz, la representante de los trabajadores en el directorio de Tesla, las expectativas que había generado la visita de Musk.
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