Buenos Aires (AT) – La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) alcanzó un 24 % de intención de voto en la última edición del sondeo DeutschlandTrend, elaborado por Infratest dimap para la cadena pública ARD. Se ubicó apenas dos puntos por debajo del bloque conservador CDU/CSU, que descendió al 26 %. Esta diferencia marca el menor margen entre ambos desde que se registra esta encuesta, a tan solo seis semanas de las elecciones federales.
Mientras tanto, el Partido Socialdemócrata (SPD) se mantuvo estable en 16 %, sin variaciones respecto a la medición anterior. Los Verdes retrocedieron un punto, quedando en 11 %, y La Izquierda (Die Linke) mejoró levemente hasta el 10 %. La FDP y el recientemente fundado Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW) quedaron relegados al 4 %, por debajo del umbral parlamentario.

Expectativa de una gran coalición
A pesar del avance de la AfD, el 79 % de los encuestados cree que la próxima coalición de gobierno será una alianza entre la CDU/CSU y el SPD, fórmula conocida como “gran coalición”. Según trascendió, los equipos negociadores están cerca de cerrar un acuerdo de gobernabilidad que llevaría a Friedrich Merz, actual líder de la CDU, a ocupar el cargo de canciller.
El panorama refleja cierta estabilidad en la intención de voto de los principales partidos tradicionales, pero también un cambio notable en el eje de competencia: la AfD se posiciona cada vez más como una fuerza nacional capaz de disputar el liderazgo opositor, algo impensado hace apenas unos años.

El problema de la coherencia: la deuda y la credibilidad de Merz
Uno de los puntos que más ha dañado la imagen del bloque conservador tiene que ver con el manejo del endeudamiento público. Durante la campaña electoral, Merz prometió mantener firme la llamada “Schuldenbremse” o freno a la deuda, un principio de disciplina fiscal inscrito en la Constitución alemana. Sin embargo, tras los comicios, la CDU/CSU facilitó junto al SPD y los Verdes una flexibilización de esta regla para financiar mayores gastos en defensa, infraestructura y políticas climáticas.
El giro ha generado escepticismo: el 68 % de los encuestados considera que la explicación de Merz —quien aludió a un “nuevo contexto político”— no resulta creíble. Entre los votantes de AfD, el rechazo a sus argumentos es contundente: un 93 % los considera poco confiables. Solo entre los votantes de su propio espacio político encuentra Merz un respaldo mayoritario.

Debate fiscal y social: la riqueza, el asilo y el límite de velocidad
En medio de las negociaciones entre CDU/CSU y SPD, varios temas generan desacuerdo. Uno de ellos es la implementación de un impuesto a las grandes fortunas. La medida cuenta con un amplio respaldo popular: el 69 % considera que sería una decisión acertada. Incluso entre los votantes de la Unión (CDU/CSU) hay mayoría a favor.
En cuanto a las políticas migratorias, un 64 % de los encuestados apoya la propuesta de realizar procedimientos de asilo fuera del territorio de la Unión Europea. Esta idea busca agilizar los trámites y reducir las presiones sobre los estados miembro, aunque ha sido criticada por organismos humanitarios.
En el ámbito económico, el 56 % respalda una baja de impuestos para las empresas, mientras que en el plano ambiental y vial, un 53 % se mostró a favor de establecer un límite general de velocidad de 130 km/h en las autopistas alemanas, algo que aún no existe en Alemania y que es motivo de debate desde hace años.

La jubilación, casi intocable
Un punto donde la opinión pública es clara y contundente es el de la edad jubilatoria. Solo un 12 % considera adecuado aumentar el límite actual de 67 años. En cambio, un abrumador 85 % rechaza cualquier intento de elevar esa edad, lo cual representa un fuerte condicionante para cualquier reforma estructural del sistema previsional.
El valor del compromiso en tiempos polarizados
Un dato llamativo del sondeo es el amplio respaldo al concepto de compromiso político. El 82 % de los encuestados cree que los acuerdos entre partidos son positivos para la democracia. La afirmación “Es bueno que los políticos y partidos lleguen a compromisos, porque los compromisos son parte de la formación de coaliciones y de la democracia” fue apoyada incluso por votantes de partidos como AfD y Die Linke, que en teoría se ubican en los extremos ideológicos del sistema.
Solo un 13 % expresó una visión negativa de los compromisos, bajo la idea de que implican una renuncia a los principios. Este resultado parece indicar una aceptación social amplia de la negociación como método de construcción política, incluso en una Alemania marcada por la fragmentación partidaria.

Los rostros de la política: Pistorius, el más valorado
En cuanto a la imagen de los líderes políticos, el ministro de Defensa Boris Pistorius (SPD) se consolida como el funcionario con mayor aprobación. El 60 % de los encuestados está satisfecho o muy satisfecho con su gestión. Pistorius ha ganado visibilidad en un contexto marcado por el conflicto en Ucrania y la redefinición del rol militar de Alemania en la OTAN.
Por su parte, el presidente de la CSU, Markus Söder, y el jefe del SPD, Lars Klingbeil, obtuvieron un 35 % de aprobación. Klingbeil logró mejorar siete puntos en relación a la medición de marzo, consolidando su perfil como referente socialdemócrata.
En cambio, Friedrich Merz sufrió una caída de cinco puntos: solo el 25 % valora positivamente su desempeño. En el extremo opuesto, la co-presidenta del SPD, Saskia Esken, obtuvo el índice más bajo: apenas el 13 % expresó conformidad con su tarea.

Una fotografía cambiante, con aroma a reacomodamiento
Los datos del DeutschlandTrend de abril muestran una Alemania política en movimiento. La caída de la CDU/CSU, el ascenso sostenido de la AfD, el relativo estancamiento del SPD y la dispersión de los espacios menores configuran un escenario de competencia abierto, aunque todavía dominado por el juego de alianzas tradicionales.
Las conversaciones entre conservadores y socialdemócratas podrían desembocar en un nuevo gobierno de gran coalición. Sin embargo, el creciente descrédito de figuras como Merz, sumado al fortalecimiento de alternativas antisistema, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del consenso político en el mediano plazo. La ciudadanía, por su parte, parece expresar dos mensajes paralelos: quiere decisiones firmes sobre temas como impuestos, clima y migración, pero también valora el diálogo, el compromiso y la estabilidad institucional. En esa tensión se moverá la política alemana durante los próximos meses.

AfD se acerca a la CDU:
- Expectativa de una gran coalición
- El problema de la coherencia: la deuda y la credibilidad de Merz
- Debate fiscal y social: la riqueza, el asilo y el límite de velocidad
- La jubilación, casi intocable
- El valor del compromiso en tiempos polarizados
- Los rostros de la política: Pistorius, el más valorado
- Una fotografía cambiante, con aroma a reacomodamiento
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