Buenos Aires / Múnich (AT) – Andreas Brehme no fue un jugador más para los argentinos. Para muchos, el ex lateral del Bayern Múnich es el principal “verdugo” del sueño Mundialista de la celeste y blanca de 1990. Brehme, fue el autor del gol de penal que le dio la victoria a Alemania en la final del Mundial de 1990 contra la Argentina. Ayer se supo que el exjugador murió el martes de un paro cardíaco, según comunicó su familia. “Con profunda tristeza anuncio en nombre de la familia que mi compañero falleció de forma repentina e inesperada durante la noche”, fue el mensaje que publicó su pareja, Susanne Schaefer, para comunicar la noticia.
Brehme jugó, entre otros, también en equipos como el Real Zaragoza o el 1FC Kaiserslautern, conjunto que también llegó a entrenar. Como consigna La Nación, su mejor época como jugador la vivió en el Inter de Milán, donde ganó la Serie A en 1989 y la Copa de la UEFA en 1991, según recuerda La Nación. La notoriedad mundial llegaría, sin embargo, el 8 de julio de 1990. Corrían los últimos minutos de la final del Mundial que se disputaba en Roma, cuando le tocó patear el penal que el referí mexicano Edgardo Codesal le había cobrado al defensor argentino José Serrizuela por una falta sobre Rudi Völler.
El penal de su vida
Con su habitual estilo concentrado y poco adepto a las expresiones emocionales, Brehme calvó la pelota en el arco de Sergio Goycochea, finiquitando las ilusiones también de Diego Maradona, que disputaba lo que muchos podía ser su último Mundial.
“Supe inmediatamente de que yo lo tenía que patear. Siempre hay tres tiradores en un partido: Rudi Völler, pero había recibido una falta y se suponía que no iba a disparar él. Luego Lothar Matthäus, pero no se encontraba bien. Para nosotros era importante que el que entrara estuviera lleno de confianza y pudiera transformar el penal. Así que fui yo”, recordó Brehme en una entrevista de 2007 con el semanario Der Spiegel. “También es verdad que nos hubiera gustado mucho más ganar el partido en el tiempo reglamentario y no por un penal”, agregó el lateral en su momento.
“Lo peor fue que algunos jugadores argentinos volvieron a quitarme el balón, en el intento de desconcentrarme, además de sentir que todo el mundo, millones de telespectadores, me estaban viendo. Por último, se acercó Rudi Völler y me dijo: `Listo. Este lo metés de una y somos campeones del mundo.´ Gracias, le contesté. `Lo tengo en cuenta´, recordaba Brehme irónico los minutos quizás más tensos y el gol más importante de su vida ante Der Spiegel.
El “lord” del fútbol alemán: Franz Beckenbauer
En el recuerdo, Brehme tuvo también una dedicación especial para quien fuera el principal responsable del título: Franz Beckenbauer. El también ex jugador del Bayern, HSV o el Cosmos de Nueva York falleció el 7 de enero pasado. El Kaiser tenía 78 años.
“Nuestro seleccionador, Franz Beckenbauer, era una persona de absoluto respeto. Logró que pudiéramos generar entre todos una actitud de ligereza pero también de concentración y de confianza”, homenajero Brehme en su momento. “Franz siempre nos insistía: `Chicos, recuerden: ¡a trabajar y duro! Porque vinimos acá para ser campeones del mundo“. El resto es historia.
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