Buenos Aires / Berlín / Baku – El vicecanciller y ministro de Economía alemán, Robert Habeck, anunció el lunes en el marco de la conferencia mundial sobre el clima (COP29) ayudas millonarias para adecuar la industria de los países más pobres y hacerla más respetuosa con el medio ambiente. Habeck anunció en la conferencia de la ONU que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, que Alemania aportará EUR 210 millones (US$ 221 millones) para este fin.
Se trata de nuevos fondos que provendrán esencialmente del presupuesto para 2024, ya acordado. Sin embargo, tras la ruptura de la coalición tripartita que gobernaba Alemania y la salida del Partido Liberal (FDP), ya no hay mayoría a favor de la planificación presupuestaria para 2025.
Habeck aludió a una de las causas de la ruptura, que fueron los objetivos climáticos germanos, más estrictos que los europeos y que el FDP considera por ello negativos para la economía del país. Al respecto, el ministro advirtió contra el debilitamiento de los objetivos climáticos nacionales. “Si Alemania no cumple sus objetivos climáticos, Europa no podrá cumplirlos”, dijo. Y entonces sería imposible conseguir que países como Brasil, India, China o Indonesia lo hagan. “Por eso este debate es realmente tóxico. Y tampoco entiendo cómo el cortoplacismo político puede controlar este debate de tal manera. Tenemos que volver a un compromiso claro con los objetivos”, opinó.
Contra el cortoplacismo político
Otros donantes de la iniciativa para ayudar a los países pobres son el Reino Unido y Canadá, según Habeck. En total, el proyecto implica compromisos de hasta 1.300 millones de dólares estadounidenses para ayudar a los países en desarrollo y emergentes. Se pretende que sea una “llamada a la acción”, con promesas adicionales de gobiernos y organizaciones benéficas, así como inversiones del sector privado.
La organización ecologista Greenpeace explicó que el “club del clima” desarrollado por Habeck, basado en la iniciativa alemana y centrado en la industria, ofrece una gran oportunidad, especialmente en relación con las asociaciones para la energía y la protección de los bosques.
Habeck subrayó sin embargo que las economías emergentes ricas como China, Arabia Saudí y Catar deben contribuir a la ayuda climática para los países con menos ingresos. Estos países de reciente industrialización han sido los “grandes especuladores” en el negocio del petróleo, el carbón y el gas en las últimas décadas, dijo el político, que consideró que han ganado “sumas astronómicas” con ello. Estos “beneficios extraordinarios” deberían utilizarse más “para proteger mejor a quienes sufren el calentamiento global”. Se trata de una “lógica muy coherente”, agregó.
Las necesidades de financiación reales que tiene el mundo
En la conferencia de la ONU en Bakú, cuya clausura está prevista para el 22 de noviembre, todos los países en desarrollo pidieron conjuntamente a las naciones industrializadas que movilicen en el futuro al menos US$ 1,3 billones anuales para la financiación de la lucha contra el cambio climático, 13 veces más que en la actualidad.
Los Estados de la Unión Europea reconocen en principio que es necesario que fluya más dinero. Pero también quieren que países como China y los países del Golfo contribuyan. Sin embargo, según la lógica de la ONU, que se remonta a 30 años atrás, hasta ahora se les ha clasificado como países en desarrollo y, por tanto, como países receptores.
(AT / dpa)
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