Buenos Aires (AT) – En un contexto global donde la transición energética se erige como uno de los pilares fundamentales para combatir el cambio climático, la Argentina afianza su posición como un actor clave en la producción de hidrógeno verde. Este combustible del futuro, vital para la descarbonización, captó la atención de inversores internacionales, y entre ellos, Fortescue Future Industries, una compañía australiana que ha anunciado uno de los proyectos más ambiciosos en el país.
Sin embargo, como sucede con muchas iniciativas de gran envergadura, este proyecto enfrenta tanto desafíos como oportunidades en un entorno macroeconómico desafiante y en constante cambio.
Recientemente, se generaron rumores sobre la posible retirada de Fortescue del proyecto de hidrógeno verde en Río Negro, lo que alarmó tanto a las autoridades como a la comunidad empresarial argentina. No obstante, la empresa respondió rápidamente mediante un comunicado oficial, despejando las dudas y reafirmando su compromiso con la continuidad de las operaciones en la región.
Según la empresa, su equipo sigue activo en Buenos Aires y en el terreno, donde se están llevando a cabo estudios de impacto ambiental y evaluaciones técnicas, elementos cruciales para la materialización del proyecto.
El plan de Fortescue en la Argentina incluye la creación del Parque Eólico Cerro Policía, actualmente en una etapa avanzada de estudios. Este parque será la fuente de energía renovable que alimentará la futura planta de hidrógeno verde en Río Negro. Sin embargo, la empresa dejó en claro que la concreción de este proyecto depende de la estabilidad de las condiciones macroeconómicas del país, un factor que ha frenado en más de una ocasión el avance de grandes inversiones en la Argentina.
Un proyecto multimillonario en espera de condiciones favorables
El Proyecto Pampas, como ha sido denominado por Fortescue, representa una inversión potencial de USD 8.400 millones, una cifra que resalta la magnitud y el impacto que podría tener en la economía argentina. La aprobación reciente de la Ley de Bases y del Régimen de Incentivos para la Generación de Hidrógeno (RIGI) fue un paso importante, pero la empresa australiana subraya la importancia de su reglamentación para avanzar en los próximos pasos.
Desde su anuncio en 2021, el proyecto de hidrógeno verde de Fortescue ha sido visto como una de las inversiones más importantes en energía renovable en la Argentina. Durante estos años, la compañía avanzó en estudios de prefactibilidad, ingeniería, y ha instalado 16 torres de medición de vientos en diferentes puntos estratégicos de la Patagonia. Estos estudios son fundamentales para evaluar el potencial eólico de la región, que es clave para la producción eficiente de hidrógeno verde.
El hidrógeno verde es considerado el combustible del futuro debido a su capacidad para almacenar y transportar energía sin emisiones de carbono. En el marco de la transición energética global, la demanda de hidrógeno verde está en pleno crecimiento. Se estima que para 2030, Europa podría consumir 30 millones de toneladas de hidrógeno verde, de las cuales se espera que 10 millones sean importadas.
Desafíos macroeconómicos y regulatorios
A pesar del entusiasmo inicial, los desafíos para concretar el proyecto son numerosos. El entorno macroeconómico de la Argentina, caracterizado por una alta inflación, fluctuaciones cambiarias y una política fiscal desafiante, representa uno de los principales obstáculos. Fortescue ha sido clara al respecto: el avance del proyecto está supeditado a la estabilización de estas variables, lo que ha generado preocupación en la comunidad local.
En respuesta a los rumores sobre la posible discontinuidad del proyecto, la Secretaría de Energía y Ambiente de Río Negro aclaró que las declaraciones oficiales fueron malinterpretadas y que el proyecto sigue en pie. No obstante, estas declaraciones han puesto de manifiesto la necesidad de un marco regulatorio claro y estable que brinde confianza a los inversores.
La reciente aprobación del RIGI es un paso en la dirección correcta, pero todavía queda camino por recorrer. La reglamentación de esta ley es crucial para definir los incentivos fiscales y las condiciones jurídicas que permitan la viabilidad del proyecto a largo plazo. Sin un marco normativo robusto, la competencia con otros países que también buscan atraer inversiones en hidrógeno verde se torna difícil.
Ventajas naturales y el rol de la Argentina
La Argentina posee condiciones geográficas y climáticas que la posicionan como un lugar ideal para la producción de hidrógeno verde. La Patagonia, con sus fuertes vientos, ofrece un potencial eólico que pocas regiones del mundo pueden igualar. Este recurso, combinado con vastas extensiones de tierra y acceso al mar, son ventajas competitivas que Argentina debe aprovechar.
La cooperación internacional será clave para el éxito de estos proyectos. Durante el “Foro de Transición Energética e Hidrógeno Verde” realizado en Chubut, representantes de empresas y gobiernos europeos destacaron la importancia de establecer sinergias para el desarrollo de tecnologías y la implementación de proyectos de hidrógeno verde. Europa, que se ha fijado el objetivo de ser climáticamente neutra para 2050, será un gran demandante de hidrógeno verde, y Argentina podría convertirse en un proveedor estratégico.
En este sentido, la Unión Europea ha mostrado su disposición a apoyar proyectos de energía renovable en América Latina mediante inversiones y facilitación de acceso a financiamiento. La visita de la comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, a la Argentina es un reflejo del interés europeo en fortalecer las relaciones en el campo de la energía.
La Argentina emerge como líder regional
En este contexto, la plataforma H2LAC junto con Power-to-X Hub presentarán el Estudio de Infraestructura Portuaria del Litoral Patagónico de la Argentina para proyectos de hidrógeno verde y de aprovechamiento de energía renovable.
El objetivo del estudio es identificar las locaciones con mayor potencial en las provincias de Río Negro, Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. El evento se llevará a cabo el martes 20 de agosto a las 11:00 y brindará información de base para identificar los puertos y ubicaciones más propicias para el desarrollo de proyectos de hidrógeno y de Power-to-X, una tecnología destinada a transformar electricidad renovable o carbono en productos finales como combustibles o productos químicos.
El estudio, elaborado por el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética (Ceare) y el International PtX Hub, evalúa las capacidades técnicas de la infraestructura portuaria existente y analiza la viabilidad técnica de adaptarla para proyectos de exportación de hidrógeno verde y sus derivados.
Dado los retos técnicos del transporte de hidrógeno gaseoso, el estudio apunta a la exportación de derivados como el amoniaco o el metanol. “El informe se centra en los sistemas portuarios locales, tanto públicos como privados, y evalúa las estructuras que facilitan el atraque, el amarre y las operaciones de carga”, expusieron desde PtX.
Además, durante la sesión se presentará el Puerto de Bahía Blanca, destacando sus características principales, proyectos en curso y su potencial como hub de producción y exportación de hidrógeno verde y derivados.
En las últimas semanas, Punta Colorada en Río Negro ha ganado protagonismo para instalar infraestructura portuaria, apoyada por la industria hidrocarburífera. Para exportar petróleo, se instalará el proyecto Vaca Muerta Oil Sur de YPF. Asimismo, se construirán instalaciones para exportar Gas Natural Licuado (GNL) por las costas de Río Negro.
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