La base militar de Holzdorf, al sur de Berlín, se convirtió el 3 de diciembre en la primera instalación europea fuera de Israel en albergar el sistema de defensa antimisiles Arrow 3. La Bundeswehr dio inicio formal a la fase operativa de un equipamiento que responde directamente a la guerra de Rusia contra Ucrania y cierra una brecha de seguridad que la OTAN venía señalando desde hace años.
El Arrow 3, desarrollado conjuntamente por Israel y Estados Unidos, representa el nivel superior de defensa antimisiles en el mundo. A diferencia de otros sistemas, intercepta misiles balísticos intercontinentales durante su transición al espacio, a altitudes de hasta 100 kilómetros, con un alcance de 2.400 kilómetros.

Esta capacidad lo posiciona como la respuesta militar a una amenaza que Alemania y Europa no podían neutralizar hasta ahora: los misiles balísticos de largo alcance que pueden alcanzar velocidades superiores a los 20.000 kilómetros por hora, como el Sarmat ruso.
Tres capas para blindar Europa
El despliegue del Arrow 3 completa un sistema de defensa antimisiles multicapa para Alemania. El sistema IRIS-T cubre alcances cortos de hasta 15 kilómetros y altitudes de hasta 50 kilómetros. El Patriot, de fabricación estadounidense, abarca alcances medios de hasta 50 kilómetros en la misma franja de altitud. El Arrow 3 protege contra amenazas de largo alcance y gran altitud, operando donde los otros dos sistemas no llegan.

El sistema está compuesto por tres elementos móviles: un radar de alerta temprana para detectar trayectorias de vuelo, un sistema de gestión que analiza amenazas y determina medidas de interceptación, y un lanzador móvil para los misiles interceptores. Su movilidad permite reubicarlo según las necesidades estratégicas del momento.
Precisión milimétrica sin explosivos
El Arrow 3 funciona según el principio de impacto directo: destruye el misil entrante por colisión, no mediante explosivos. Este método genera menos escombros que una explosión convencional, lo que reduce los riesgos en zonas pobladas. El misil interceptor cuenta con sensores propios que corrigen el objetivo durante la aproximación, un nivel de precisión que exige tecnología de punta pero que resulta crucial cuando el blanco viaja a velocidades extremas.
La tecnología tiene un costo elevado. Se estima que cada misil interceptor Arrow 3 vale varios millones de euros, significativamente más que los sistemas Patriot e IRIS-T. Esta diferencia económica explica por qué el Arrow 3 se reserva exclusivamente para amenazas de largo alcance y gran altitud, mientras que los sistemas más económicos se despliegan en mayor número para cubrir amenazas de menor envergadura.
De Holzdorf a toda Alemania
La base de Holzdorf, situada en la frontera entre Brandeburgo, Sajonia-Anhalt y Sajonia, funciona como punto de partida para el desarrollo del escudo protector nacional. Aquí se probarán el personal, los procedimientos y la integración en la red de defensa aérea de la OTAN. El Ministerio de Defensa alemán planea dos bases adicionales en Baviera y Schleswig-Holstein. Se espera que el sistema Arrow 3 alcance su capacidad de protección completa para 2030.

El acuerdo entre Alemania e Israel, firmado en septiembre de 2023, alcanzó los EUR 3.300 millones (US$ 3.850 millones), convirtiéndose en el mayor contrato de armas de Israel hasta la fecha. Parte de esa suma se destina a paquetes de mantenimiento y soporte diseñados para garantizar el funcionamiento durante décadas. El contrato también fortalece la colaboración en materia de seguridad entre ambos países y marca un paso hacia una mayor independencia europea de los sistemas de armas estadounidenses.
Arrow 3 en el campo de batalla
Israel puso en servicio oficialmente el Arrow 3 en enero de 2017. A diferencia del sistema Cúpula de Hierro, que defiende principalmente contra cohetes de corto alcance desde Gaza y el Líbano, el Arrow 3 fue diseñado específicamente para misiles de largo alcance. El contralmirante Daniel Hagari, principal vocero militar de Israel, confirmó que el Arrow 3 “demostró su eficacia contra un número significativo de misiles balísticos” durante el ataque iraní de octubre de 2024, cuando Teherán lanzó 180 misiles contra territorio israelí.

El sistema forma parte del escudo multicapa israelí que incluye también la Cúpula de Hierro para cohetes de corto alcance, la Honda de David para misiles de alcance medio, el Patriot para derribar aviones y drones, y el Iron Beam, un sistema láser aún en desarrollo que promete reducir drásticamente los costos de interceptación.
Una señal para América Latina
El despliegue alemán del Arrow 3 tiene implicancias que trascienden Europa. Argentina, con una industria aeroespacial que desarrolló capacidades propias durante décadas y que hoy enfrenta la modernización de sus sistemas de defensa, observa con atención la integración de tecnología israelí en arsenales occidentales.

La adquisición alemana valida comercialmente un sistema que países de América Latina podrían considerar en el mediano plazo, especialmente en un contexto regional donde las tensiones geopolíticas y la amenaza de misiles balísticos siguen siendo temas de discusión en ámbitos de defensa. El Arrow 3 también representa una oportunidad para la cooperación tecnológica.
Argentina mantiene vínculos históricos con la comunidad científica israelí y con la industria aeroespacial alemana. La integración exitosa del sistema en la OTAN podría abrir canales de transferencia tecnológica o colaboración en investigación y desarrollo, áreas donde la Argentina cuenta con capacidades científicas reconocidas pero requiere inversión y actualización de infraestructura.




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