Buenos Aires (AT) – En un torneo que reunió a los grandes del fútbol mundial, Chelsea venció sin atenuantes al PSG de Francia en la final del Mundial de Clubes FIFA 2025. El cuadro inglés se impuso 3‑0 con una performance contundente. Más allá del título, la actuación de Bayern Múnich y Borussia Dortmund marcó una tendencia de competitividad y profesionalismo, y merece un análisis pormenorizado por su impacto futbolístico y económico.
Chelsea, campeón sin discusión
El club londinense mostró una versión impecable: salió agresivo desde el inicio, atacó con bloques altos y sorprendió al PSG con su intensidad.
Fue clave Cole Palmer, autor de dos goles y una asistencia, quien aprovechó la débil defensa parisina y definió con frialdad desde 15 metros. “Los dejamos sin respuesta colectiva”, expresó el entrenador Enzo Maresca.
PSG tuvo momentos de dominio, pero careció de precisión en el arco rival y falló en la presión defensiva. La figura del partido fue Sánchez, el arquero de Chelsea, autor de grandes atajadas ante Dembélé y Vitinha, que impidieron que los franceses acortaran la distancia.
Maresca y su esquema de “defender para atacar” fue fundamental. A raíz de esa estrategia, Chelsea se consolidó como el primer campeón en el formato de 32 clubes y elevó su legado internacional.
Bayern Múnich: un tempestuoso adiós en cuartos
Bayern ingresó al torneo con altas expectativas tras el sabor amargo que dejó su participación en la última UEFA Champions League. Sin embargo, fue eliminado en cuartos por el PSG, que luego jugó la final. Le costó adaptarse al calendario y sufrió la baja de Jamal Musiala por una lesión grave. El club vocalizó la incertidumbre sobre si la participación valía la pena, sobre todo porque la entidad se encuentra en medio de una transición clave y con el bolsillo ajustado.
El equipo del sur de Alemania pagó muy caro la derrota con el Benfica de Portugal en la última jornada de la fase de grupos. Caída que lo relegó al segundo lugar del grupo complicando su fixture en la etapa decisiva del torneo. El técnico Vincent Kompany aún debe estar lamentándose por ese primer tiempo ante el equipo luso con un plantel con demasiados suplentes.
“Con el diario del lunes”, como se dice habitualmente en el fútbol, el técnico belga podrá explicar que, en definitiva, el Benfica fue eliminado por el Chelsea que resultó campeón en octavos de final. Pero la realidad es que la llave que le esperaba al Bayern si hubiera clasificado primero con Chelsea, Palmeiras y Fluminense, por lo menos en los papeles, se presentaba como más accesible.
A pesar de ello, Bayern amasó ingresos significativos por su participación en este renovado Mundial de Clubes: una cifra que, si bien recuperó lo invertido, lo obligará a equilibrar cargas por la lesión de una de sus figuras. El rendimiento deportivo fue irregular: sin Musiala, el equipo perdió fluidez y pausas, y la apuesta por jóvenes no se cristalizó del todo.
Borussia Dortmund: rendimiento desigual y premio económico
El Dortmund tuvo una actuación con luces y sombras. Llegaron a cuartos tras superar en octavos a Monterrey, pero cayeron 3‑2 contra el Real Madrid. El equipo mostró competitividad, pero volvió a evidenciar problemas defensivos en momentos decisivos. Aun así, el rendimiento colectivo y la convocatoria generaron un significativo aumento en alcance digital y unos ingresos extra de doble dígito millón de euros, lo que fortalece la estrategia de marketing y marca global del club.
¿Valió la pena para los alemanes?
La pregunta sin rodeos que muchos se harán es esa: ¿qué deja este Mundial para los clubes de la Bundesliga alemana?
Desde lo financiero, ambas instituciones están satisfechas. Dortmund multiplicó seguidores, sumó sponsors y acentuó su posicionamiento global. Bayern, luego de una eliminación temprana, ingresó en “modo recuperación”, pero ganó en exposición internacional en formato de torneo de elite.
Desde lo deportivo, las conclusiones varían: Dortmund mostró que su proyecto está en marcha, con buen rendimiento y proyección. Bayern, en cambio, chocó con la realidad de su plantel: sobrado para la Bundesliga pero acotado para los compromisos internacionales. Las bajas físicas no hicieron más que dejar en evidencia esto último. La lesión de joven talento, Jamal Musiala, dejó un saldo preocupante, porque demandará un refuerzo serio.
El Mundial de Clubes 2025 terminó con un podio inesperado: primero Chelsea, segundo PSG, y Alemania con sus dos representantes en cuartos de final. Los ingresos económicos, visibilidad global y táctica futbolera conforman una reinterpretación positiva del torneo para ambas instituciones. Sin embargo, los resultados deportivos también dejaron interrogantes sobre estructura, preparación física y prioridades.
De cara a la próxima temporada, los alemanes deberán decidir si el prestigio global justifica el desgaste de la temporada, y si vale la pena priorizar este tipo de torneos antes que asegurar rendimiento doméstico y europeo. En cualquier caso, la Bundesliga confirmó que no se limita al mercado interno: sus equipos compiten, venden y proyectan su marca a escala planetaria.
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