El mundo conmemora este año 80 años de la liberación de Auschwitz. Ante el preocupante resurgimiento de tendencias políticas de la ultraderecha en Alemania y Austria, Argentinisches Tageblatt publicó hace unas semanas varios contenidos. Entre ellos, la columna de opinión “A 80 años de liberar Auschwitz: silencios, complicidades y desafíos en la Argentina”. El texto que se publica a continuación hace referencia a esta y es replica de la misma.
Por Federico G. Leonhardt*
Buenos Aires – Tengo 45 años. Soy hijo de un alemán nacido en Silesia en 1944, por lo tanto, primera generación alemana en Argentina. Mis abuelos vinieron a la Argentina después de la Segunda Guerra Mundial buscando un hogar, porque ya no podían volver al suyo. Nací en el Hospital Alemán, me crie en un hogar muy impregnado de lo alemán, fui a un colegio alemán, hablo alemán. Soy un egresado de la Universidad de Buenos Aires, pero intercalé prácticas laborales en Alemania, y trabajo en Argentina, donde vivo y donde siento que es mi hogar, en un Estudio Jurídico asesorando varias empresas de origen alemán establecidas en Argentina. Envío a mis hijos a un colegio alemán, participo en distintas asociaciones, clubes y colegios alemanes. Podemos concluir que soy un fiel exponente de lo que es “ser alemán” en la Argentina.
Hace unos días leí una nota de opinión en este medio la cual me ha hecho pensar y revisar muchas de las cosas que justamente he vivido en estos 45 años relacionados con lo alemán en Argentina. A nadie en la comunidad argentino-alemana le escapa lo que ha sucedido en Alemania durante los años de gobierno del nacionalsocialismo, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, y hablo específicamente del antisemitismo extremo que se pregonó y del holocausto, exterminio y crímenes que se produjeron no solo contra el judaísmo, sino contra muchas otras minorías. No hay ningún alemán, o mejor dicho, argentino-alemán de bien, al que eso le sea extraño o ajeno, y que lo haya tenido que revisar y repensar muchísimas veces.

Los valores buscados
En los espacios que frecuento, lo alemán está relacionado a la responsabilidad, a la seriedad, al compromiso, a la calidad, a la puntualidad, al esfuerzo, a la rectitud, y tantos otros valores que son buscados tanto por empresas, como por padres para la educación de sus hijos. Es interesante el caso de los colegios alemanes en Argentina que son tan requeridos, teniendo hoy un porcentaje elevadísimo de alumnos y socios que no tienen origen alemán, pero se identifican con estos valores mencionados.
Entonces, concluir en una nota de opinión que todas las asociaciones y clubes y colegios relacionados con lo alemán deben revisar el “hermético silencio” y las complicidades que se produjeron a lo largo de todas estas décadas, es sencillamente desconocer todo el desarrollo que ha tenido en las últimas décadas la comunidad argentino-alemana en la Argentina. Hay muchas instituciones y muchas personas de la comunidad que han pregonado los principios y valores de la libertad, de la democracia, de la inclusión y se han manifestado profundamente en contra de cualquier acto de antisemitismo o cualquier acto de extremismo.
No me sorprendería leer una nota de opinión o escuchar de alguna persona que haya podido sufrir algún desafortunado encuentro hace algún tiempo, o incluso en estos días, referidos a actos de antisemitismo o de extremismo, porque de hecho esos actos existen y no es algo propio o exclusivo de la comunidad argentino-alemana sino que desgraciadamente son actos que se han esparcido en todas las comunidades, en todos los pueblos, y son lamentablemente propias de la naturaleza humana. Manzanas podridas hubo, hay y habrá – de nuevo, lamentablemente – siempre.
Debatir y analizar: nuestra responsabilidad
Pero, volviendo a la nota de opinión, es de alguna forma inentendible que alguien que se dice estudioso del tema, y que venga a estudiar a la comunidad argentino-alemana específicamente, desconozca todo lo que diversas instituciones y diversas personas han realizado en relación a esta temática, a lo largo de todo este tiempo.
Por lo tanto invito a que estudiemos, debatamos y analicemos en conjunto lo que la comunidad argentino-alemana ha hecho, y lo que por supuesto todavía tiene por hacer, pero teniendo y tomando en cuenta lo que los colegios y distintas instituciones y personas han realizado a lo largo y ancho del país, en todas estas décadas, para continuar manifestándonos profundamente en contra del holocausto, de los crímenes de guerra, del antisemitismo, y de cualquier acto en contra de los valores de la libertad, de la democracia y de la inclusión.
(*) Federico G. Leonhardt es socio en Leonhardt & Dietl | Abogados, presidente de la Sociedad Alemana de Beneficencia-DWG, integrante de la Comisión Directiva del Club Alemán en Buenos Aires, del Consejo Asesor de la AHK, del Kuratorium de la Stiftung Verbundenheit, y de distintos directorios y consejos de administración de diversas empresas y fundaciones.
Hacé tu comentario