Alemania redobló sus esfuerzos en seguridad interior ante un contexto internacional cada vez más volátil. La creciente aparición de drones en el espacio aéreo civil y la amenaza latente de una escalada con Rusia han llevado al gobierno federal y a los estados a delinear una nueva estrategia de defensa contra estos dispositivos. El foco inmediato está puesto en la capacidad de las fuerzas policiales para interceptar y neutralizar drones en situaciones sensibles.

El plan: hasta 2.000 drones ilegales en el aire
El estado de Renania del Norte-Westfalia (NRW), el más poblado de Alemania, reportó en lo que va del año 195 vuelos ilegales de drones, según cifras compartidas por la oposición en el Parlamento regional. Aunque hasta el momento no se detectaron dispositivos militares, las autoridades reconocen la dificultad para diferenciar en tiempo real entre drones civiles y posibles amenazas.
Herbert Reul, ministro del Interior de NRW, confirmó que su gobierno ampliará las capacidades de intercepción tecnológica de la policía local. “No podemos permitirnos estar un paso atrás frente a una tecnología que avanza más rápido que la legislación”, afirmó. El funcionario adelantó que se desarrollará un centro federal de defensa contra drones y que los cuerpos especiales contarán con nuevos equipos desde 2025.

Tecnología costosa y con margen de error
Durante una demostración técnica realizada en Düsseldorf, se mostró el funcionamiento del equipamiento actual: pistolas especiales que lanzan redes, sistemas de interferencia de señal y drones cazadores equipados con radar. Sin embargo, la precisión aún dista de ser perfecta. En la prueba, el primer disparo falló el blanco y el segundo terminó enredado en un árbol.
Una de las unidades estrella cuesta 350.000 euros y puede detectar y neutralizar drones en un radio de hasta 10 kilómetros. El equipamiento total de la policía de NRW en esta área ronda los 30 millones de euros.

Un “Dickicht” legal: la maraña de competencias
Uno de los principales obstáculos para una defensa eficaz es la superposición de responsabilidades. El propio Reul habló de un “Dickicht”, un entramado confuso de jurisdicciones. La ley alemana establece que la policía local se ocupa de la seguridad general, la federal protege aeropuertos y estaciones, y la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) se encarga de amenazas militares. Además, las autoridades regionales de aviación también juegan un rol clave.
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, subrayó que la Bundeswehr solo puede actuar fuera de sus instalaciones mediante solicitud expresa de ayuda por parte de otras fuerzas, lo que limita su acción ante eventos rápidos.

Europa también toma nota: una defensa comunitaria
En paralelo, la Unión Europea impulsa una estrategia coordinada de defensa contra drones. El plan prevé que en 2026 se desplieguen los primeros sistemas conjuntos de detección y neutralización, y que la red completa esté operativa en 2027. El objetivo es proteger el espacio aéreo europeo de incursiones como las ya observadas en el este del continente.

Balance y proyecciones
La policía de NRW es considerada pionera en Alemania en el ámbito de la defensa contra drones. Desde 2014 cuenta con un centro de competencia en Duisburgo y desde 2021 asesora a otras agencias federales y extranjeras. Solo durante la Eurocopa de fútbol 2024 se detectaron 88 drones sobrevolando estadios en la región.
A pesar de la experiencia acumulada, la eficacia de los sistemas sigue siendo parcial, y el riesgo de escalada con Rusia pone presión sobre los responsables de seguridad. Mientras tanto, la discusión política se enciende entre quienes piden mayor presupuesto y marco legal, y quienes advierten contra caer en la histeria colectiva.




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