Alemania está a punto de concretar una de las inversiones militares más significativas de los últimos años: la compra de 12.000 municiones merodeadoras, también conocidas como “drones kamikaze“. El monto de la operación, que se estima en más de EUR 900 millones (US$ 1.035 millones), confirma la voluntad de Berlín de modernizar su capacidad de defensa en el contexto de una Europa tensionada por el conflicto en Ucrania.

Una adquisición sin precedentes para la Bundeswehr
Las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr) firmarán contratos con tres empresas nacionales para incorporar diferentes modelos de municiones merodeadoras: Virtus de Stark Defense, HX-2 de Helsing y FV-104 de Rheinmetall. Cada una recibirá contratos por unos EUR 300 millones (US$ 345).
Este tipo de armamento, que combina tecnología de drones y explosivos, permite localizar objetivos en tiempo real y autodestruirse sobre ellos. Se trata de una herramienta que ha ganado protagonismo en el conflicto ucraniano, donde ha sido considerada un “gamechanger” por su impacto táctico, según afirmó el jefe de defensa alemán, el general Carsten Breuer.

Un sistema flexible y en constante actualización
El esquema de adquisición prevé que solo una parte de los drones sea entregada de forma directa a las unidades militares. La mayoría quedará bajo custodia de los fabricantes, que se encargarán de realizar actualizaciones constantes de software y hardware. Este modelo, inspirado en la experiencia ucraniana, apunta a evitar la rápida obsolescencia tecnológica.

Fuentes del Ministerio de Defensa explicaron que la decisión busca mantener un ciclo de innovación “prácticamente en tiempo real”, adaptando los sistemas a las condiciones cambiantes del campo de batalla. La primera unidad en recibir estos drones será la Brigada Acorazada 45, actualmente en formación en Lituania.
Pruebas y evaluaciones en el terreno
Las primeras pruebas de fuego real están previstas para antes de fin de año. En paralelo, el centro de pruebas de drones en Manching lleva adelante evaluaciones intensivas para determinar cuáles son los modelos más eficaces y seguros.
Un vocero del Ministerio de Defensa afirmó que el proceso de prueba no se limita a criterios técnicos: también se evalúa la seguridad de los operadores, la protección de datos, la posibilidad de interferencias y la integración táctica con otros sistemas de combate. En sus palabras, “todo gira en torno a dos grandes cuestiones: lo que el sistema debe ser capaz de hacer y su nivel de seguridad”.

Aprendizajes compartidos con Ucrania
Alemania está coordinando con Ucrania para aprender de la experiencia de combate real con drones kamikaze. Oficiales alemanes han realizado visitas a zonas de conflicto y mantienen contacto con compañías tecnológicas que operan en el terreno. Este intercambio permite ajustar los diseños en función de los éxitos y fallos observados en combate.

Ventajas y limitaciones de un sistema disruptivo
La Bundeswehr ha destacado que estas municiones permiten una reacción rápida, alta precisión y un alcance superior al de la artillería convencional. También son más económicas y sencillas de producir que los drones convencionales. Sin embargo, señalan que tienen limitaciones frente a condiciones climáticas adversas y cuentan con menor protección y velocidad.
Por eso, en lugar de reemplazar sistemas tradicionales, se las considera una pieza más dentro del combate combinado, junto con blindados, aviación, artillería y fuerzas navales.

Una tendencia que interpela a la Argentina
El avance de este tipo de armamento plantea interrogantes también para países como la Argentina, donde el debate sobre modernización militar sigue pendiente. Si bien las condiciones geopolíticas son diferentes, la posibilidad de incorporar tecnología autónoma de bajo costo y alta eficiencia podría ser una opción estratégica. La experiencia alemana muestra que incluso las potencias tradicionales están reconfigurando su doctrina militar ante los desafíos contemporáneos.



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