Buenos Aires (AT) – Ayer, jueves, comenzaron las elecciones europeas en los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE). En Alemania y Austria se votará a partir del domingo. Están en juego un total de 720 escaños del Parlamento Europeo para los próximos cinco años. Sin embargo, el bloque no redefine solo su futuro político. La composición del nuevo Parlamento tendrá un papel decisivo en el desarrollo y la aplicación de los objetivos económicos.
Elecciones Europeas: mas de 450 millones de ciudadanos votando
Junto con los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros (Consejo Europeo) y la Comisión -el órgano ejecutivo de la UE-, el Parlamento negocia y decide las leyes que determinan la política europea y regulan el mercado comunitario de casi 450 millones de personas. Los siguientes objetivos determinarán la próxima legislatura pero tambien los modelos de negocios de las empresas: neutralidad climática, unión energética, competitividad, mercados de capitales fusionados, una industria de Defensa común.
Una UE climáticamente neutra para 2050
El objetivo de la agenda de protección del clima es que la UE sea neutra para el clima en 2050. Esto significa que en la Unión solo se emita tanto CO₂ como medidas se adopten en otros lugares para compensar la misma cantidad. Tras su toma de posesión en 2019, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (65), habló de un “momento de hombre en la luna” para Europa en relación con el Pacto Verde y prometió EUR 100 mil millones (US$ 108 mil millones) en inversiones para proteger el medio ambiente en los próximos años.
Sin embargo, en vísperas de las elecciones de este año y a la vista de las protestas de los agricultores de los últimos meses, su grupo del PPE se ha vuelto más escéptico sobre la iniciativa verde. El Presidente del Grupo del PPE, Manfred Weber (51), declaró a principios de año que el contenido de la agenda anterior sería “puesto a prueba” tras las elecciones europeas. No obstante, se mantendría el objetivo de neutralidad climática para 2050.
Unión de la energía
Según la Comisión, la transición energética en la UE debe apoyarse en la creación de una Unión de la Energía. El objetivo es lograr un suministro energético sostenible y seguro a precios asequibles para Europa y sus ciudadanos. La Comisión de la UE presentó ya en 2015 una estrategia al respecto. La seguridad del suministro, la descarbonización y un mercado interior de la energía integrado son fundamentales para ello. El ataque de Rusia a Ucrania en 2022 provocó una crisis energética sin precedentes en Europa, lo que volvió a situar este objetivo en un lugar destacado de la agenda.
Reforzar la competitividad
Para ser competitivos frente a EE.UU. y China en tecnologías verdes e inteligencia artificial (IA), hay que reforzar el mercado interior de la UE. Para ello, el ex Primer Ministro italiano Enrico Letta (57) presentó propuestas en una cumbre celebrada en abril. Los 27 Jefes de Estado y de Gobierno acordaron entonces reformas en nueve ámbitos. Entre ellas figuraba una rápida mejora de las posibilidades de inversión en acciones en toda la UE y la creación de un producto de ahorro transfronterizo sencillo para pequeños inversores.
Sin embargo, seguía sin estar claro de dónde saldría el dinero para las reformas. En su informe, Letta calculó que la UE necesitará unos EUR 650 mil millones (US$ 702 mil millones) anuales de fondos privados de aquí a 2030 para hacer posible la transición de los combustibles fósiles a las fuentes de energía renovables y la digitalización de la economía. La clave para financiarlo podría ser la interconexión de los mercados de capitales en Europa, que lleva años estudiándose, según Letta.
Unión de los mercados de capitales
La llamada Unión de Mercados de Capitales pretende garantizar la financiación y, por tanto, la consecución de los objetivos marcados. Además, la fragmentación de los mercados financieros en Europa se considera una gran desventaja competitiva frente a EE.UU. o Asia. La UE lleva muchos años hablando de este tema.
En la práctica, legislaciones nacionales muy diferentes obstaculizan la unión de los mercados de capitales, por ejemplo en materia de insolvencias, fiscalidad de las plusvalías y salidas a bolsa. A Francia le gustaría empezar con un pequeño grupo de Estados de la UE, mientras que Alemania prefiere insistir en un planteamiento más amplio que incluya a todos los Estados de la UE.
En la cumbre de la UE celebrada en abril, todos los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometieron con la Unión de Mercados de Capitales. Sin embargo, varios Estados pequeños subrayaron sus reservas sobre elementos como la supervisión financiera europea o la armonización del impuesto de sociedades. El mes pasado, el Canciller alemán Olaf Scholz (65) declaró que la unión de los mercados de capitales debe ser una prioridad para movilizar más capital privado para la inversión. Presentará propuestas de reforma junto con el presidente francés, Emmanuel Macron (46).
Reforzar la industria de defensa
La actual Comisión de la UE propone un programa de varios miles de millones de euros para la industria europea de defensa. Los EUR 1.500 millones (US$ 1.620 millones) previstos entre 2025 y 2027 se financiarán con cargo al presupuesto de la UE, según anunció la Comisión en marzo. También pide a los Estados de la UE que adquieran conjuntamente al menos el 40% de sus equipos de defensa para 2030. Una parte de los beneficios de los activos rusos congelados también debería utilizarse para financiar la compra de armas para Ucrania.
Además, la presidenta de la Comisión, von der Leyen, quiere crear el puesto de un comisario de Defensa independiente en caso de un segundo mandato. Sin embargo, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit (52), había hablado de un “cierto escepticismo” por parte del Gobierno alemán ante tales planes.
Plan presupuestario a largo plazo
Junto con los gobiernos nacionales, el Parlamento Europeo negociará y decidirá la planificación financiera a medio plazo de 2028 a 2034. Ésta asciende actualmente a unos 1,1 billones de euros. Sin embargo, observadores y expertos prevén un posible aumento y una reasignación de fondos. Esto se debe principalmente a los cambios en las prioridades de gasto y a la posible ampliación de la UE en los próximos años mediante la adhesión de países como Montenegro o Macedonia del Norte.
Los líderes de la UE y algunos Jefes de Estado y de Gobierno son partidarios de reformas estructurales antes de que países grandes como Ucrania puedan adherirse al bloque. El Parlamento desempeñará un papel importante en la configuración de dichas reformas durante los próximos cinco años. La atención se centrará en la reestructuración de la Política Agrícola Común y la armonización de los niveles de vida en los distintos Estados miembros. El Canciller Scholz también es partidario de estas reformas. Sobre todo, es partidario de acabar con el principio de unanimidad, por ejemplo en política exterior y de seguridad, ya que conduce a que cada país bloquee o retrase decisiones importantes.
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