Buenos Aires (AT) – En un contexto global donde la desigualdad económica sigue siendo uno de los principales retos sociales, Suiza, un país conocido por su estabilidad financiera y alta calidad de vida, enfrenta una gran disparidad salarial entre los empleados mejor y peor remunerados.
Según un informe publicado recientemente por el sindicato suizo Unia, la brecha entre los altos directivos y los empleados con los salarios más bajos alcanzó un promedio de 143 veces en 2023, lo que representa un aumento respecto a las 139 veces reportadas en 2022. Este fenómeno no es nuevo, pero su incremento continuo subraya la persistente desigualdad en uno de los países más prósperos del mundo.
Un aumento en la desigualdad
El informe de Unia destaca a UBS, el banco más grande de Suiza, como la empresa con la mayor diferencia salarial entre sus ejecutivos y empleados. Mientras el salario de un alto directivo puede alcanzar cifras exorbitantes, los trabajadores con los salarios más bajos ven sus ingresos estancados, sin un aumento proporcional que les permita afrontar el creciente costo de vida.
UBS, cuyo director ejecutivo Sergio Ermotti recibió una compensación de 14,4 millones de francos suizos en 2023, ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores, incluida la ministra de Finanzas de Suiza, Karin Keller-Sutter, quien calificó estas cifras de “desproporcionadas”. A pesar de las críticas, el banco no emitió comentarios sobre el informe.
No solo el sector bancario sufre de esta desigualdad. La farmacéutica Novartis y la productora de alimentos Nestlé ocupan el segundo y tercer lugar en la lista de empresas con mayores brechas salariales, según el mismo informe. Ambas compañías también optaron por no comentar los hallazgos, lo que podría interpretarse como una falta de responsabilidad social en tiempos de creciente escrutinio público.
Comparación internacional: Suiza frente al Reino Unido
A nivel internacional, Suiza no es la única nación donde la brecha salarial es un tema de preocupación. En el Reino Unido, el director ejecutivo promedio del FTSE 100 ganó 120 veces más que el salario medio nacional en 2022, según datos del High Pay Centre, un grupo de expertos que monitorea las remuneraciones en el sector corporativo. Aunque la cifra británica es menor que la suiza, ambas reflejan una tendencia preocupante: el aumento desmesurado de los salarios en la cúspide corporativa, en comparación con los sueldos estancados de la mayoría de los empleados.
En Suiza, la brecha salarial actual es la más amplia desde 2019, cuando los salarios de los directores ejecutivos superaban 148 veces a los de los empleados peor pagados. Este aumento se produce a pesar de las continuas advertencias sobre los peligros de la desigualdad económica y el impacto negativo que puede tener en la cohesión social.
Las implicaciones de la desigualdad
La disparidad salarial en Suiza tiene profundas implicaciones no solo en la economía, sino también en la estructura social del país. Mientras los altos ejecutivos disfrutan de mayores ingresos y bonificaciones, la capacidad de gasto de los trabajadores de ingresos bajos y medios se ve reducida, en parte debido al estancamiento de los salarios reales frente a la inflación.
Noemie Zurlinden, economista de Unia, señaló que “no se puede justificar que los CEOs ganen tanto más que los trabajadores comunes. Una mejor redistribución de las ganancias económicas es especialmente importante en tiempos de aumento del costo de vida”.
Además, los autores del informe subrayan que la desigualdad ha seguido aumentando a pesar de que las empresas suizas registran beneficios importantes, lo que les permitiría pagar mejores salarios. En lugar de ello, muchas empresas optan por realizar grandes pagos de dividendos y recompras de acciones, lo que beneficia en su mayoría a los accionistas y directivos.
Factores detrás de la variabilidad salarial
Uno de los aspectos más destacados del informe es la variabilidad en la remuneración de los CEOs de la misma industria. Por ejemplo, Vas Narasimhan, CEO de Novartis, encabezó la lista de altos ejecutivos mejor pagados en Suiza con 16,2 millones de francos suizos, casi el doble de lo que ganó el año anterior.
Por otro lado, Severin Schwan, CEO de Roche, otra gigante farmacéutica, vio su salario disminuir de 15,1 millones de francos suizos a 10,6 millones. Esta variabilidad puede atribuirse en gran medida a la estructura de compensación de los CEOs, que generalmente incluye un salario base y un componente variable, compuesto por bonos y planes de incentivos a largo plazo.
Según la consultora suiza HCM, en 2022 el bono anual representó el 67% del salario base promedio de un CEO en Suiza, un porcentaje mucho mayor que el de otros ejecutivos de la empresa. Estos bonos están, en su mayoría, ligados al rendimiento financiero de la empresa, ya sea a través de las ganancias, ingresos, o cumplimiento de objetivos de gobernanza ambiental y social (ESG). De hecho, la tendencia a vincular la compensación de los CEOs a metas ESG es cada vez más pronunciada entre las grandes empresas, con un 92% de ellas adoptando estos criterios en comparación con un 46% de las empresas más pequeñas.
¿Un futuro más justo?
A pesar de las críticas y el debate en torno a la creciente desigualdad salarial en Suiza, es incierto si veremos cambios en el corto plazo. La presión para aumentar la transparencia y la responsabilidad corporativa sigue creciendo, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, mientras los altos directivos continúen recibiendo remuneraciones exorbitantes en comparación con el resto de los empleados, la brecha salarial seguirá siendo un tema candente en Suiza.
Las implicaciones de esta desigualdad no solo afectan a los empleados individuales, sino también al tejido social del país, aumentando el riesgo de tensiones sociales y debilitando la cohesión social. Como sugiere el informe de Unia, una redistribución más equitativa de las ganancias no es solo una cuestión de justicia, sino una necesidad en tiempos de creciente desigualdad económica y desafíos globales como la inflación y el aumento del costo de vida.
(Swissinfo, Reuters)
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