Un peculiar enfrentamiento entre Turingia y Franconia se transformó en noticia: el 26 de septiembre, en Mühlhausen, se realizará un combate de boxeo para dirimir qué ciudad puede reclamar la “bratwurst” más antigua del mundo.
La iniciativa nació cuando la gastrónoma de Núremberg, Sofia Hilleprandt, exigió en agosto “zanjar de una vez por todas” la disputa sobre la tradición de su restaurante Zum Gulden Stern, que se promociona como la cocina de bratwurst más antigua, con registros desde 1419.

El desafío turingio
La propuesta fue aceptada por el Museo de la bratwurst de Mühlhausen, que defenderá el honor de Erfurt. El director de la institución, Thomas Mäuer, explicó que la salchicha es un bien cultural en la región y que el combate será “una forma divertida de reivindicarlo”.
En el ring se medirán el boxeador amateur Hasan Arli, en representación de Núremberg, y el púgil local Kay Löwentraut, que no solo contará con el apoyo de su público sino también con un marcado diferencial de peso: 120 kilos contra los 92 de su rival. El duelo será a cinco rounds de dos minutos cada uno.

Una disputa con raíces históricas
La controversia tomó nuevo impulso a partir de un hallazgo fortuito. Investigadores de Erfurt encontraron una referencia a un puesto de bratwurst en un documento de 1269 vinculado a la Krämerbrücke. “La mención a una cabaña y un braseador en esa zona constituye la evidencia más antigua que conocemos”, informaron el responsable del proyecto Patrimonio Mundial de Erfurt, Martin Sladeczek, y el historiador emérito Karl Heinemeyer.
Frente a ese dato, Hilleprandt sostiene que el valor de Núremberg radica en conservar un edificio histórico dedicado exclusivamente a la preparación de bratwurst, algo que ninguna otra ciudad puede acreditar.
Tercero en discordia
El debate no es nuevo ni exclusivo. El restaurante Wurstkuchl de Ratisbona también se presenta como la “bratwurststube” más antigua, con documentos de 1378. De hecho, hace unos 25 años esa ciudad ya había enfrentado a Núremberg en un cruce por la legitimidad del título.

Una tradición que une historia y cultura
La bratwurst no es simplemente una salchicha: es un símbolo de la vida cotidiana alemana. Con más de 40 variedades regionales, se convirtió en una marca registrada de la gastronomía del país y en un emblema de encuentros sociales. Desde ferias medievales hasta mercados navideños, la bratwurst siempre estuvo presente como alimento accesible y festivo. Incluso en la actualidad, su preparación forma parte del patrimonio cultural inmaterial en varios estados federados. Para Turingia y Franconia, discutir su “paternidad” es defender un legado que trasciende la cocina y se proyecta en el turismo, la economía regional y el orgullo identitario de cada comunidad.
Cronología de la disputa por la bratwurst más antigua
- 1269 – Erfurt (Turingia): Documento hallado en la Krämerbrücke menciona una cabaña y un braseador. Según investigadores, es la primera referencia conocida a un puesto de bratwurst.
- 1378 – Ratisbona (Baviera): Se registra la presencia de un cocinero en el local que luego sería la Wurstkuchl. El restaurante defiende hasta hoy el título de “bratwurststube” más antigua.
- 1419 – Núremberg (Franconia): El restaurante Zum Gulden Stern figura en documentos históricos. Se trata de la única cocina de bratwurst que se conserva en su edificio original.
Más que un título gastronómico
Más allá de la resolución del combate, el enfrentamiento refleja el peso simbólico de la bratwurst en la identidad cultural de las regiones alemanas. Como señaló Mäuer, este tipo de iniciativas aportan “sazón a la vida” y mantienen viva una tradición que atraviesa historia, turismo y orgullo local.







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