Buenos Aires (AT) – Del 14 al 16 de febrero, la ciudad alemana de Múnich será el epicentro del debate sobre seguridad global con la celebración de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC, por sus siglas en inglés). Este evento reunirá a líderes europeos y expertos en política internacional para discutir asuntos cruciales como la prolongada guerra en Ucrania, la relación con Estados Unidos ante un segundo mandato de Donald Trump y las tensiones con China.
El director del evento, Christoph Heusgen, destacó la importancia del encuentro para el continente europeo, señalando que el foro abordará “la hora de Europa” en un contexto de profundas incertidumbres globales. La Unión Europea (UE) contará con una fuerte presencia institucional, con la asistencia de figuras clave como Ursula von der Leyen, Antonio Costa, Roberta Metsola, Kaja Kallas y Andrius Kubilius, quienes representarán a la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la diplomacia del bloque. Además, asistirán varios jefes de Estado y de Gobierno del continente, lo que refuerza el peso de la cita en la agenda política internacional.
El papel de Estados Unidos y la incógnita de su representación
Uno de los temas más discutidos en la previa de la conferencia es la representación de Estados Unidos. Aún no se ha confirmado quién acudirá en nombre de Washington, aunque se especula que el vicepresidente J.D. Vance podría ser el encargado de representar al país. Vance ya participó en la edición anterior cuando aún era senador republicano, y su presencia en esta ocasión podría marcar la postura estadounidense respecto a la cooperación transatlántica en materia de seguridad.
El segundo mandato de Trump introduce incertidumbre en la relación entre Europa y su histórico aliado. Durante su primera presidencia, Trump criticó abiertamente el gasto en defensa de los países europeos y amenazó con reducir el compromiso de Washington con la OTAN. Al regresar a la Casa Blanca, podría reconfigurar la estrategia de seguridad del bloque y modificar la postura estadounidense sobre la guerra en Ucrania y el enfrentamiento con China.
Exclusión de Rusia y la presencia de la oposición
Desde la invasión a Ucrania en 2022, el Gobierno ruso no recibió invitación para la Conferencia de Seguridad de Múnich. Vladimir Putin y sus ministros siguen sin acreditaciones para asistir al evento, una decisión que Heusgen justificó al afirmar que no existen bases para invitar a Moscú mientras no reconozca al Gobierno legítimo de Ucrania ni muestre disposición a negociar de manera genuina.
En contraste, representantes de la sociedad civil rusa sí estarán presentes en el foro. Una de las figuras más esperadas es Julia Navalnaya, esposa del fallecido activista Alexei Navalny, quien murió en prisión en 2024. Navalny fue uno de los principales opositores al Kremlin y su figura sigue siendo un símbolo de resistencia contra el autoritarismo ruso. La participación de Navalnaya en Múnich busca reforzar el apoyo europeo a la disidencia rusa y enviar un mensaje de respaldo a los sectores críticos con el Gobierno de Putin.
China y la nueva dinámica de poder mundial
El papel de China en la política internacional también será un punto central en la conferencia. La relación de Pekín con Europa pasó por momentos de tensión debido a cuestiones comerciales, disputas tecnológicas y el respaldo chino a Rusia en el conflicto ucraniano. Bruselas expresó preocupación por la expansión de China en sectores estratégicos como la infraestructura y la tecnología, así como por su postura ambigua respecto a la guerra en Ucrania.
En este contexto, la UE busca definir una estrategia clara para manejar su relación con Pekín sin comprometer su seguridad económica ni su alianza con Estados Unidos. La conferencia servirá como espacio para discutir el equilibrio entre la cooperación y la competencia con China, así como la manera en que Europa puede proteger sus intereses sin generar una confrontación abierta con el gigante asiático.
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