Buenos Aires (AT) – En las palabras del Presidente alemán Frank-Walter Steinmeier: “El 9 de noviembre representa lo mejor y lo peor de Alemania”. Esta fecha tan especial es conocida en Alemania como Schicksalstag (traducido a Día del Destino), debido a que en esta jornada ocurrieron varios acontecimientos decisivos en la Historia del país. Este día lleno de historia, no es festivo, sino un día de conmemoración y recuerdo.
1. Proclamación de la República
“¡Viva la República!”: El 9 de noviembre de 1918, el socialdemócrata Philipp Scheidemann salió al balcón del Reichstag berlinés. “Trabajadores y soldados: sean conscientes de la importancia histórica de este día”, gritó el político. “Algo inaudito ha sucedido. La tarea que nos espera es grande e impredecible. ¡Todo para el pueblo, todo por el pueblo! Nada debe acontecer que deshonre al movimiento obrero. Manténganse unidos, sean fieles y conscientes de sus obligaciones. ¡Viva lo nuevo! ¡Viva la república alemana!”, agregó. Estas palabras anunciaban el final del reinado del emperador Guillermo II y el comienzo de la República de Weimar, la cúal se constituyó en agosto de 1919 como primer Estado democrático alemán.
2. El golpe fallido de Hitler
El 9 de noviembre de 1923, los nacionalsocialistas marcharon armados por las calles de Múnich, guiados por Adolf Hitler y con el apoyo del general Erich Friedrich Wilhelm Ludendorff. Hitler, un personaje todavía relativamente desconocido, junto con sus aliados, intentó derrocar al gobierno democrático de la República de Weimar. El intento de golpe fracasó estrepitosamente. Hitler fue condenado a cinco años de prisión, pero fue puesto en libertad a los pocos meses por “buena conducta”. Diez años más tarde, el líder nazi tomaría, sin embargo, el poder y llevaría al mundo a una de sus mayores catástrofes: la Segunda Guerra Mundial.
3. La Noche de los cristales rotos
El 9 de noviembre de 1938, es una de las fechas fatídicas de la historia moderna de Alemania y Austria en particular. Ese día, se generaron las revueltas contra los judíos en Alemania y Austria. Promovidas y organizadas por el estado nacionalsocialista, los disturbios y persecuciones pasaron a la historia como la “Reichspogromnacht” o “Noche de los Cristales Rotos”. En los actos violentos participaron miembros de las organizaciones nazis SA y SS vestidos de paisanos y uniformados, pero también numerosos ciudadanos. Aquel miércoles 9 de noviembre, y en los días posteriores, destruyeron y saquearon alrededor de 7.500 establecimientos e instituciones judías, incendiaron 1.200 sinagogas y asesinaron a centenares de judíos. Se dio orden a la policía y a los bomberos de no intervenir. En los días siguientes, más de 30.000 hombres judíos fueron internados en campos de concentración. La Noche de los cristales rotos marcó el paso de la discriminación de la población judía a su persecución abierta.
La Caída del Muro
Günter Schabowski, miembro del Politburó de la RDA, anunció al final de una conferencia de prensa la noche del 9 de noviembre de 1989 el fin a la división de 28 años de Berlín –y de Alemania y Europa. Schabowski dijo sorpresivamente que Alemania Oriental estaba levantando las restricciones sobre los viajes a través de su frontera con Alemania Occidental. Schabowski afirmó – probablemente debido a un malentendido – que el nuevo reglamento se aplicaría de inmediato. La noticia se difundió velozmente y miles de ciudadanos acudieron en masa a los pasos fronterizos, sobre todo en Berlín. Hacia la noche, los guardias fronterizos no pudieron resistir más la presión de la multitud y abrieron los pasos hacia Berlín Occidental. Este acontecimiento puso en marcha una serie de eventos que llevaron a la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990, un año después.
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