Buenos Aires / Berlín / Washington – El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo el miércoles sin cambios sus previsiones de crecimiento para Alemania en 2024 en el 0,2 %, al señalar que su débil producción manufacturera sugiere una recuperación “más lenta”. No mucho mejor las proyecciones para el próximo año: en el informe de actualización, la institución situó las previsiones de crecimiento de Alemania para 2025 en el 1,3 %.
En cambio, el FMI se mostró más optimista para el conjunto de la eurozona y elevó sus previsiones hasta un crecimiento del 0,9 %, tras una previsión del 0,8 % en abril, por el crecimiento de las exportaciones y los servicios. Asimismo, la entidad revisó a la baja la previsión destinada a Estados Unidos para este año, situándola en el 2,6 % (abril: 2,7 %), después de que la economía de dicho país empezara el año más débil de lo esperado.
En general, el FMI prevé que el periodo de tipos de interés altos podría continuar. La razón es que el aumento de los precios de los servicios está frenando la ralentización general de la inflación. Al mismo tiempo, los expertos del Fondo Monetario Internacional ven crecientes tensiones en el comercio mundial y riesgos políticos. Esto, según su opinión, podría acelerar de nuevo la inflación, por ejemplo a través de precios más altos de las importaciones en toda la cadena de suministros.
El FMI sigue esperando que la economía mundial crezca un 3,2 % este año, y ha elevado sus perspectivas para 2025 al 3,3 %, frente al 3,2 % de sus previsiones publicadas en abril.
La construcción, el último eslabón
La construcción está entre los últimos indicadores en confirmar que la economía más grande de Europa se mantiene apenas por encima de la línea de flotación en materia de crecimiento. Los permisos de construcción otorgados en Alemania cayeron en mayo un 24,5 % interanual, hasta las 17.800 viviendas, según cifras ofrecidas ayer por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
La entidad agregó que la cifra supone que, en los primeros cinco meses del año, se aprobaron 89.000 licencias de construcción para viviendas, lo que significa un descenso del 21,5 % con respecto al mismo periodo del año pasado o 24.000 viviendas menos.
Las malas cifras para el sector se unen además a las ofrecidas también el miércoles por un nuevo estudio del Instituto Gewos, que detalla que en el 2023 se registró la menor cifra de compras de suelo edificable desde 1995. De acuerdo con los resultados, el año pasado se produjeron unas 46.700 compras de suelo residencial para edificar, un 34 % menos interanual. Asimismo, el volumen de suelo vendido cayó casi un 40 %, hasta unas 4.400 hectáreas, y el de del negocio más de un 45 %, hasta EUR 8.900 millones (US$ 9.700 millones).
Un mercado que sigue en crisis
Según Tim-Oliver Müller, director General de la Federación de la Industria Alemana de la Construcción (HBD), el mercado de la vivienda sigue en crisis en Alemania, pese a las medidas del Gobierno para revitalizarlo. “Además de ayudas (financieras) suficientes, el impulso debe ir acompañado de la reducción de las interminables exigencias que soporta la construcción de viviendas”, comentó al defender una reducción radical de los requisitos para construir, con el objetivo de bajar los costes.
Tanto las cifras de los permisos de construcción como las del suelo edificable muestran que el objetivo anual de 400.000 nuevas viviendas fijado por el Gobierno alemán quedará aún más lejos este año que en 2023 (que, con 260.100 permisos, fue ya el más débil desde 2012). En opinón de Felix Pakleppa, director General de la Industria Alemana de la Construcción, los elevados tipos de interés y los “requisitos energéticos demasiado ambiciosos” ahuyentan a quienes están dispuestos a construir y a los inversores.
Según Destatis, en 2023 se terminaron 294.400 viviendas, algo menos que el año anterior (295.300), pero bastante más de lo que temían los economistas y el sector inmobiliario. La HBD espera que este año se construyan unas 250.000 viviendas nuevas.
(AT / dpa)
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