El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier pronunció su mensaje navideño desde el Palacio de Bellevue con un llamado explícito al coraje y la esperanza, mientras reivindicó los valores europeos de libertad, dignidad humana y autodeterminación democrática en medio de las incertidumbres que atraviesa el continente. El mandatario alemán eligió la metáfora de la luz que resplandece en la oscuridad para articular un discurso centrado en la comunidad, la solidaridad y el compromiso con Ucrania.

Frank-Walter Steinmeier: la luz, símbolo de esperanza colectiva
Steinmeier desarrolló su mensaje en torno a la idea central de que “en la oscuridad resplandece una luz”. Para el jefe de Estado, la oscuridad representa tanto los problemas individuales —enfermedad, pérdida de seres queridos, soledad, angustia por el futuro— como las preocupaciones colectivas: “las crisis y guerras en el mundo, las incertidumbres ante el futuro”. Frente a esta oscuridad, el presidente alemán contrapuso la luz de la comunidad, que surge del compromiso y la confianza. “Con tal confianza tenemos la fuerza para comprometernos con nuestro mundo y con nuestros semejantes”, afirmó.
El mandatario citó como ejemplo concreto la iniciativa de los Reyes Magos (Sternsinger), un grupo de niños que recorre casas recolectando donaciones para otros menores en situación de vulnerabilidad. El año pasado, esta campaña logró recaudar casi 50 millones de euros. “Una señal fuerte de niños para niños, una señal que puede darnos coraje a todos”, destacó Steinmeier.

Solidaridad europea con Ucrania como prioridad
El presidente alemán dedicó una parte sustancial de su discurso a la guerra en Ucrania, que lleva ya casi cuatro años. Steinmeier hizo un llamado explícito a la solidaridad con los ucranianos y reconoció que en los últimos días se trabajó intensamente para encontrar “caminos hacia un final de la guerra”. El mandatario admitió que estos acontecimientos fueron seguidos por la población “con expectativa”, pero también “con escepticismo y preocupaciones”.
Sin embargo, enfatizó que “una y otra vez hubo y hay señales de esperanza y motivos para la confianza”. Entre ellos, mencionó que los europeos están tomando conciencia renovada de su fortaleza y sus valores compartidos. “A lo largo de largos siglos hemos aprendido cuán importantes, incluso indispensables, son la libertad y la dignidad humana, la paz justa y la autodeterminación democrática”, declaró.

Valores europeos no negociables
Con firmeza, Steinmeier trazó una línea clara: “Eso no lo abandonamos, ni para nosotros, ni para nuestros socios y amigos”. El presidente alemán advirtió que proteger estos valores “nos exigirá mucho a nosotros mismos” y convocó a la disposición para asumir ese desafío. “Debemos estar preparados para ello, y creo que estamos preparados”, afirmó con convicción.
El mensaje navideño cerró con una referencia a la acción de los scouts alemanes, que este año llevaron la “Luz de la Paz de Belén” hasta el Palacio de Bellevue bajo el lema “Un funke de coraje”. Steinmeier adoptó este lema como deseo para todos: “Necesitamos coraje para comenzar de nuevo una y otra vez. Para las grandes cosas que nos proponemos como sociedad, y para las pequeñas cosas en las que cada uno de nosotros da lo mejor de sí, para una buena convivencia entre todos nosotros”. El presidente concluyó: “Nada bueno es tan pequeño como para no hacer el mundo un poco más luminoso”.




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