Buenos Aires (AT) – Los dos principales donantes de ayuda militar a Ucrania en Europa, Alemania y el Reino Unido, están fortaleciendo sus vínculos mediante un acuerdo de defensa debido a los crecientes temores de que una posible victoria de Donald Trump en las próximas elecciones estadounidenses pueda tener consecuencias negativas para la seguridad europea.
La preocupación de que Estados Unidos pueda reducir de forma importante su apoyo a Ucrania el próximo año ha aumentado desde que Trump, candidato republicano, seleccionó a JD Vance como su compañero de fórmula. Vance manifestó repetidamente su oposición a que Estados Unidos otorgue lo que él denomina “cheques en blanco” para asistir a Kyiv en su lucha contra la invasión rusa.
El Reino Unido, firme defensor de Ucrania, mantendrá su apoyo bajo el nuevo gobierno laborista de centro-izquierda dirigido por el Primer Ministro Keir Starmer, quien ganó de manera contundente en las elecciones de este mes.
Este nuevo gobierno británico muestra un mayor entusiasmo por profundizar la cooperación en defensa con sus aliados europeos en comparación con su predecesor conservador, y se apresuró a firmar un acuerdo de cooperación con Alemania el miércoles.
Como parte de una gira rápida por Europa, que incluyó visitas a Francia, Polonia y Estonia en un lapso de 48 horas esta semana, el Ministro de Defensa británico, John Healey, formalizó el pacto con su homólogo alemán, Boris Pistorius, en el complejo ministerial de Bendlerblock en Berlín.
“Luchamos juntos, entrenamos juntos, bebemos cerveza juntos”, declaró Healey durante una conferencia de prensa junto a Pistorius en Berlín.
Los puntos clave del acuerdo
El acuerdo compromete a ambas partes a incrementar la coordinación industrial y las operaciones conjuntas, previendo una colaboración más estrecha en el futuro. “Estas visitas envían un mensaje claro de que la seguridad europea será la principal prioridad en política exterior y de defensa de este gobierno”, afirmó Healey en un comunicado.
“Queremos fortalecer nuestra industria armamentística”, añadió Pistorius. “Queremos trabajar más estrechamente en el desarrollo, producción y adquisición de armas y municiones”.
Aunque el acuerdo no provocará un cambio inmediato en las relaciones entre los dos ejércitos y ministerios de defensa, sí compromete a ambas partes a iniciar la estandarización de sus sistemas de armas y municiones.
La guerra en Ucrania, y las diferencias en el armamento proporcionado al país devastado por el conflicto, pusieron de manifiesto la fragmentación de la industria de defensa europea. Esto ha llevado a los principales actores del continente a comprometerse a colaborar más estrechamente, con el nuevo gobierno británico mostrando cierta disposición para integrarse directamente en esos programas.
Dos potencias que se unen
El Reino Unido y Alemania son los dos mayores contribuyentes europeos en términos de ayuda militar a Ucrania y los mayores inversores en defensa, comprometiendo EUR 74.9 mil millones y EUR 66.8 mil millones respectivamente en 2023, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo.
Tres semanas después de asumir su cargo, Healey declaró que el nuevo pacto “marcará el inicio de una profunda y nueva relación de defensa”.
“Los objetivos establecidos en la declaración conjunta del miércoles incluyen fortalecer las industrias de defensa del Reino Unido y Alemania, reforzar la seguridad euroatlántica, mejorar la eficiencia de las operaciones conjuntas, enfrentar desafíos de seguridad en evolución como el dominio cibernético y apoyar a Ucrania”, dijo el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
¿Cómo afectaría el triunfo de Trump a la Argentina?
Un nuevo triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos podría tener varias repercusiones para Argentina, tanto en el ámbito económico como en el político.
En el terreno comercial y económico, las políticas proteccionistas de Trump podrían suponer una mayor dificultad para las exportaciones argentinas, especialmente si Estados Unidos decide implementar aranceles y barreras comerciales más estrictas. Además, las relaciones bilaterales podrían verse afectadas si Trump revisa o impone nuevas condiciones en los acuerdos existentes, lo que incluiría potenciales renegociaciones de tratados comerciales.
En cuanto a las inversiones, la política de Trump, que favorece la repatriación de capitales y la inversión dentro de Estados Unidos, podría reducir el flujo de inversiones estadounidenses hacia Argentina. Esto tendría un impacto negativo en el crecimiento económico y en el desarrollo de infraestructuras en el país sudamericano. Además, la incertidumbre generada por la política económica de Trump podría afectar la estabilidad de los mercados financieros globales, incluyendo los argentinos, influyendo en el tipo de cambio y en la inversión en bonos y acciones locales.
En el ámbito ambiental, el escepticismo de Trump respecto al cambio climático y su retirada de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París podrían dificultar los esfuerzos globales para combatir el cambio climático, impactando a Argentina tanto directamente, debido a los cambios climáticos, como indirectamente, al influir en las políticas ambientales globales.
Las políticas migratorias de Trump también podrían tener un efecto sobre los ciudadanos argentinos en Estados Unidos, ya sea en términos de visas, residencias o procesos de inmigración. Esto, a su vez, podría influir en las remesas enviadas por los argentinos que viven en Estados Unidos a sus familias en Argentina.
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