Estados Unidos activó una nueva ola de aranceles que impacta en aliados clave y sacude los circuitos comerciales. El presidente Donald Trump ordenó aumentos impositivos que alcanzan sectores sensibles como la tecnología, los fármacos y las exportaciones suizas. Las medidas ya están en vigor y podrían desencadenar consecuencias sobre cadenas de suministro, costos de producción e incluso relaciones diplomáticas.
La decisión, que entró en vigencia a la medianoche del jueves, suma tarifas de hasta 100% para importaciones de semiconductores, 250% para productos farmacéuticos y 39% para exportaciones provenientes de Suiza. En el mismo paquete se aplicaron nuevas tasas a India y China. Trump argumenta que se trata de medidas “recíprocas”, aunque varios socios comerciales expresaron su desacuerdo.
Nuevos aranceles y sectores bajo presión
En su red social Truth Social, Trump celebró el inicio de los nuevos cobros aduaneros con una frase directa: “¡ES MEDIANOCHE! MILES DE MILLONES DE DÓLARES EN TARIFAS YA ESTÁN ENTRANDO A LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA!”. La administración busca, según sus voceros, corregir desbalances comerciales históricos.
Entre las medidas confirmadas se encuentra un arancel del 25% dirigido a la India, en respuesta a sus acuerdos petroleros con Rusia. También se anunció que los bienes provenientes de China serán alcanzados por nuevas tarifas en los próximos días.
El sector tecnológico aparece como uno de los más afectados. Trump se reunió recientemente con el CEO de Apple, Tim Cook, y durante ese encuentro adelantó que Estados Unidos analiza aplicar un arancel del 100% a todos los chips y semiconductores importados. Las farmacéuticas tampoco quedan exentas. El presidente informó que los medicamentos del exterior podrían enfrentar aranceles de hasta 250%.
Estas decisiones afectan directamente a fabricantes, distribuidores y consumidores. Muchas de las piezas tecnológicas, medicamentos y componentes industriales utilizados en Estados Unidos dependen de proveedores extranjeros. Al elevar sus costos de ingreso, se encarece toda la cadena productiva. También aumenta el riesgo de demoras y faltantes, sobre todo en industrias con procesos de logística just-in-time.
En paralelo, el gobierno anunció que eliminará la exención conocida como de minimis, que actualmente permite importar productos menores a 800 dólares sin pagar aranceles. Desde el 29 de agosto, todas las importaciones estarán sujetas a tasas.
Tensión con Suiza: cómo surge el nombre de Gianni Infantino
Una de las reacciones más fuertes llegó desde Suiza. El 1° de agosto, el gobierno de ese país recibió la notificación oficial: un arancel del 39% comenzaría a aplicarse sobre sus exportaciones a Estados Unidos. La medida generó malestar inmediato en el Ejecutivo helvético. Las autoridades alegan que el cálculo que justifica el nuevo impuesto está basado en datos desactualizados. En el pasado, las exportaciones de oro desde Suiza hacia Estados Unidos habían inflado el déficit comercial. Pero según el gobierno suizo, hoy la balanza muestra superávit a favor de Washington.
Entre los productos afectados figuran bienes emblemáticos como relojes de lujo, chocolate y equipamiento industrial de precisión. Muchos de estos artículos no tienen sustitutos fabricados en Estados Unidos. Algunas piezas son utilizadas por empresas como Boeing. La medida, por lo tanto, no solo afecta a Suiza, sino también a industrias estadounidenses que dependen de estos insumos.
La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, y el ministro de Economía, Guy Parmelin, viajaron a Washington para negociar. Sin embargo, no lograron reunirse con Trump. En su lugar, fueron recibidos por el secretario de Estado, Marco Rubio. Tras el encuentro, Keller-Sutter declaró en redes sociales que conversaron sobre “cooperación bilateral, situación aduanera y temas internacionales”, pero no hubo avances concretos.
Ante la falta de resultados, el diputado Roland Rino Büchel, del Partido Popular Suizo, propuso una estrategia poco convencional: involucrar al presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Según Büchel, Infantino podría ayudar a destrabar la negociación. Trump ya se mostró varias veces en público con el dirigente suizo y lo califica como “un amigo”.
Por ahora, Suiza descarta represalias. En lugar de responder con sus propios aranceles, el gobierno analiza medidas de apoyo para las empresas perjudicadas. Se estudian subsidios, créditos y mecanismos de compensación para exportadores afectados por los nuevos costos.
Impacto en las cadenas de suministro
Las nuevas tarifas no afectan únicamente a los países señalados. También generan tensiones en el interior de Estados Unidos. Las empresas manufactureras que dependen de insumos importados enfrentan ahora mayores costos. La industria electrónica, la automotriz y la farmacéutica se encuentran entre las más sensibles.
En paralelo, se complica la logística. Las empresas que operan bajo modelos de entrega inmediata o con stocks reducidos podrían enfrentar rupturas de suministro. También se prevén demoras en puertos, ya que los nuevos requisitos documentales y aduaneros ralentizan los procesos.
Algunas medidas no se aplican por igual. México, principal socio comercial de Estados Unidos, recibió una prórroga de 90 días. Canadá, en cambio, enfrentará un aumento del 35% en ciertas exportaciones, salvo las que estén incluidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En el caso de Corea del Sur, se impuso un arancel del 15% sobre sus exportaciones, mientras que los productos estadounidenses seguirán ingresando sin restricciones.
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