sábado, 19 de octubre de 2024

Buenos Aires (AT) – Teresa Schmeiszer, estudiante de cuarto año de ingeniería mecánica en la Universidad Northeastern, está haciendo una práctica profesional en Hegenscheidt, una empresa alemana dedicada a la manufactura de maquinaria industrial. Esta experiencia internacional no solo le permitió desarrollar habilidades técnicas en su campo, sino también reconectar con sus raíces familiares en el país donde nacieron sus padres.

Nacida y criada en Nueva Jersey, Schmeiszer creció hablando alemán en su hogar, lo que le facilitó la adaptación a un entorno laboral donde el idioma oficial es también el de su familia. Sin embargo, trabajar en una firma de ingeniería en Alemania implicó un reto más: la incorporación del lenguaje técnico propio de la industria.

Un acercamiento a la ingeniería ferroviaria

Hegenscheidt
Hegenscheidt es líder mundial en la fabricación de maquinaria de fresado para la industria ferroviaria, con equipos que cumplen con los estándares técnicos de diversas regiones.

Hegenscheidt, la empresa donde Schmeiszer realiza su práctica, se especializa en la fabricación y venta de maquinaria y sistemas de producción para las industrias ferroviaria, automotriz y de ingeniería. Dentro de esta compañía, Schmeiszer forma parte del equipo de construcción mecánica, trabajando en el diseño de grandes máquinas fresadoras. Estas máquinas cumplen la función de suavizar las ruedas desgastadas de los trenes, un proceso que prolonga la vida útil de estos componentes cruciales del sistema ferroviario.

Uno de los desafíos más interesantes que enfrentó en este trabajo es la diversidad de especificaciones técnicas que existen en todo el mundo. Las vías de tren varían en su ancho dependiendo de la región, lo que implica ajustes en el diseño de las fresadoras. La variabilidad en el tamaño de las vías no solo demanda soluciones técnicas flexibles, sino también la constante adaptación y prueba de los prototipos que se desarrollan en la empresa.

Como parte de su rol, Schmeiszer participa en el diseño de dispositivos de medición que permiten evaluar la eficacia de las máquinas fresadoras en pruebas de rendimiento. Este proyecto, bajo la supervisión de su gerente, le permitió aplicar su formación académica en el mundo laboral. El diseño comienza con bocetos en papel, un paso previo al uso del programa de modelado en 3D, SolidWorks, donde se materializan los conceptos. La experiencia con este software es algo que Schmeiszer adquirió tanto en la universidad como en anteriores prácticas, pero el contexto alemán le presentó nuevos desafíos que le han permitido mejorar sus habilidades técnicas.

Desafíos lingüísticos y culturales

solidworks
Schmeiszer utiliza SolidWorks, un software de modelado 3D, para desarrollar dispositivos de medición y mejorar la eficacia de las fresadoras de Hegenscheidt.

A pesar de su fluidez en alemán, la inserción en un entorno laboral técnico la forzó a aprender un nuevo conjunto de vocabulario especializado. La industria de la ingeniería maneja términos técnicos muy específicos, muchos de los cuales no formaban parte de su léxico habitual. Esta curva de aprendizaje ha sido uno de los aspectos más enriquecedores de su experiencia en Hegenscheidt.

Schmeiszer comenta que uno de los cambios más grandes en su día a día es la forma en que se comunica con sus colegas. El trabajo en una empresa alemana le exige no solo utilizar su alemán natal de forma más frecuente, sino también adaptarse a un estilo de comunicación más directo y técnico. Además, la interacción con compañeros de diferentes áreas, desde ingenieros hasta operarios de las máquinas, le brinda una visión más completa del proceso de manufactura. La diversidad de roles dentro de la empresa le permite adquirir una comprensión profunda no solo de las etapas de diseño, sino también del trabajo manual involucrado en la creación de las piezas.

Una de las mayores sorpresas de esta experiencia es el impacto mental que implica trabajar en un idioma que no es el inglés, su lengua materna. Aunque esperaba que la transición a un entorno completamente en alemán sería un desafío, la magnitud del cansancio mental que siente al final de cada jornada fue inesperada. Sin embargo, este esfuerzo ha sido un factor clave en su crecimiento profesional y personal, mejorando no solo su fluidez en el idioma, sino también su capacidad para interactuar en un entorno internacional.

Planes futuros y aprendizaje en la industria

Schmeiszer
Schmeiszer, estudiante de ingeniería mecánica, durante su práctica en la empresa que fabrica maquinaria para las industrias ferroviaria y automotriz.

Además de los retos técnicos y lingüísticos, la experiencia en Hegenscheidt le permitió a Schmeiszer explorar aspectos de la industria manufacturera que hasta ahora le resultaban desconocidos. La interacción diaria con personas que no comparten su formación académica, pero que son esenciales en el proceso de producción, le ha proporcionado una visión más amplia del funcionamiento de una empresa de ingeniería. Para ella, uno de los aspectos más valiosos de estas prácticas es la oportunidad de trabajar en un entorno donde la manufactura se realiza internamente, lo que facilita una comunicación directa entre los equipos de diseño y producción.

Antes de su llegada a Hegenscheidt, Schmeiszer se interesaba en la industria biotecnológica y de terapias. Sin embargo, esta experiencia le permitió ver el valor de la manufactura de maquinaria industrial, un campo que antes no consideraba dentro de sus intereses profesionales. A medida que reflexiona sobre su futuro, mantiene una mente abierta a diferentes áreas de la ingeniería, y valora la oportunidad de realizar una tercera práctica profesional en 2025.

La estancia de Schmeiszer en Alemania no solo le permitió desarrollarse como ingeniera, sino también reconectar con sus raíces familiares. Aunque su trabajo en Hegenscheidt ocupa gran parte de su tiempo, también aprovecha los fines de semana para visitar a sus familiares en Alemania y explorar otros destinos europeos. Hizo viajes a ciudades como Barcelona, París, Roma, Copenhague y ha cruzado la frontera hacia los Países Bajos, cuyo límite está cerca de la sede de la empresa.

Schmeiszer reconoce que esta experiencia profesional y cultural es única. La combinación de desafíos técnicos, la oportunidad de trabajar en una empresa global, y la inmersión en un contexto cultural y lingüístico distinto a su vida en Estados Unidos le dieron una visión más completa de lo que significa ser ingeniera en un entorno internacional. Además, los conocimientos adquiridos en la práctica se traducirán en su futura carrera, donde espera aplicar lo aprendido en una industria que le permita seguir creciendo profesionalmente.

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