Buenos Aires (AT) – Durante décadas, fabricantes alemanes como Volkswagen, Daimler y BMW dominaron la industria automotriz internacional. Ahora el sector se enfrenta a la mayor transformación de su historia: el abandono del motor de combustión y el paso a la propulsión eléctrica, con un enfoque mucho mayor en el software. Es bien sabido que existen dudas sobre si las empresas locales están preparadas para ello.
La Federación Alemana de Industrias Electrotécnicas, Electrónicas y de Tecnologías de la Información (Verband der elektrotechnik elektronik Informationstechnik e.V. – VDE) ha publicado ahora un informe en el que prevé cómo podría ser el futuro de la industria automovilística en Alemania de aquí a 2035. Se entrevistó a 30 líderes de opinión del mundo político y empresarial, entre ellos portavoces de transporte y política económica de partidos parlamentarios, así como miembros de los consejos de administración de empresas líderes como Siemens, Audi, Uber, VW, Ford y Bosch.
El objetivo del informe era reunir a expertos de todos los ámbitos de la cadena de valor para trazar un panorama lo más completo posible: desde el suministro de energía, la investigación, el desarrollo y la producción hasta la logística, el reciclaje y las infraestructuras.
¿Tiene futuro la industria automotriz en Alemania?
En las calificaciones escolares, estos expertos calificaron a Alemania como un emplazamiento automovilístico con un plus satisfactorio a pesar de los grandes problemas y desafíos. Esta nota aprueba el examen, pero probablemente no cumple las propias expectativas de Alemania como nación automovilística.
Los líderes de opinión coinciden en una cosa: Con la creciente importancia de los coches eléctricos, las características que han permitido a los fabricantes alemanes de automóviles destacarse en el pasado están desapareciendo. Alemania ya no es líder mundial en áreas como el software para automóviles. En lo que respecta a la IA y la conducción autónoma, la industria alemana está incluso muy rezagada.
Que el negocio alemán del coche eléctrico flaquea también se refleja en las últimas cifras de los gigantes del sector Volkswagen y Mercedes-Benz. VW comenzó el año con un beneficio operativo de EUR 4.600 millones (US$ 4920 millones), alrededor de una quinta parte menos que hace un año. Los coches eléctricos también contribuyeron a ello: En todo el mundo, VW entregó unos 136.000 coches eléctricos en los tres primeros meses del año, unos 4.500 menos que en el primer trimestre del año anterior. En comparación, el competidor chino BYD vendió más de medio millón de vehículos eléctricos en el último trimestre del año pasado.
Mercedes-Benz también está teniendo problemas con el comienzo del año: como ha anunciado ahora el Grupo, los beneficios del primer trimestre cayeron un 30%, hasta unos EUR 3.900 millones (US$ 4170 millones). En comparación con el mismo trimestre del año anterior, la cuota de ventas de los coches eléctricos se redujo en torno al 8%. Con unos 47.000 vehículos, la empresa de Stuttgart sólo vendió alrededor de un tercio de los vendidos por VW.
Por tanto, Alemania debería recuperar terreno en términos de competitividad, sobre todo en comparación con las empresas asiáticas y americanas. En el segmento premium, en cambio, los alemanes son líderes, y así seguirá siendo en el futuro, según el informe. Sin embargo, la diferencia con China en la producción de coches eléctricos económicos es cada vez mayor: en 2035, los coches eléctricos de bajo costo procederán principalmente de China si no se desarrollan soluciones adecuadas para este segmento en Alemania. Si los coches eléctricos chinos se establecen en el mercado europeo de volumen, también existe el riesgo de que la creación de valor industrial y puestos de trabajo se desplacen fuera de Alemania.
La industria automotriz debe luchar por la mano de obra cualificada y el talento
Para contrarrestar esta situación, la industria automovilística alemana debe empezar por cambiar los requisitos profesionales: Según los expertos, es crucial atraer a expertos digitales. Tales habilidades pasarán a primer plano en el futuro porque los vehículos se definirán cada vez más por su software. Los lenguajes de programación, la arquitectura de software y la ciencia de datos son indispensables para innovaciones como la conducción autónoma, por lo que es esencial formar a la mano de obra en consecuencia.
Pero eso no bastará. En el futuro, el sector competirá aún más fuertemente con otras industrias por los mejores talentos. Según los expertos, las carreras técnicas y digitales deben ser más atractivas y hay que motivar a los jóvenes para que trabajen en la industria del automóvil a fin de mantener las posibilidades de encontrar trabajadores cualificados, que ya escasean.
La mano de obra cualificada y el talento de los inmigrantes podrían ofrecer una salida. Sin embargo, Alemania no es actualmente lo bastante atractiva para ellos. Aunque aquí hay buenas universidades e institutos de investigación, las mejores universidades y las principales empresas tecnológicas suelen estar en Estados Unidos y, por tanto, atraen a trabajadores cualificados de India, Sudáfrica o Australia.
Hay que aumentar masivamente la productividad
En los últimos 15 años, las empresas alemanas han disfrutado de unas condiciones excepcionales en muchos aspectos: alto crecimiento, carteras de pedidos llenas, precios de la energía y tipos de interés bajos. Sin embargo, las condiciones han cambiado. Por ello, los expertos creen que el factor clave es aumentar masivamente la productividad de la industria automovilística alemana para reducir costos. Para ello se requiere más automatización y un replanteamiento de los procesos de producción. Algunos de los expertos formularon un objetivo de crecimiento de la productividad del cinco al siete por ciento anual simplemente para seguir siendo competitivos.
La industria automovilística también tiene que ser más resistente en cuanto a cadenas de suministro y materias primas. Los líderes de opinión abogan por la diversificación y por evitar dependencias. Esto es crucial para amortiguar crisis políticas o catástrofes naturales y poder mantener la producción.
Depender de determinadas regiones, materias primas o componentes técnicos como los microchips entraña graves riesgos. El peligro de que un socio comercial extranjero cancele su suministro de materias primas es real.
Por eso es esencial que Alemania, que es pobre en materias primas, asuma en el futuro el liderazgo en innovación en tecnologías básicas, de las que a su vez dependen otros socios comerciales. También para poder negociar en pie de igualdad. En el informe, los políticos encuestados ponen en juego otros acuerdos de libre comercio, y algunos piden también que se reabran las negociaciones sobre un tratado transatlántico de libre comercio (TTIP).
EE.UU. y China subvencionan masivamente industrias clave
La industria automovilística alemana también se enfrentaría al reto de atraer inversores y nuevas empresas. Sin embargo, Alemania carece de la capacidad para hacer que empresas altamente innovadoras tengan éxito.
También falta capital de riesgo para hacer madurar en el mercado nuevos modelos de negocio. Las inversiones relacionadas con la movilidad requieren siempre mucho capital, y en Alemania no suele haber dinero disponible para las empresas de nueva creación orientadas a la tecnología. Por lo tanto, se necesitan unas condiciones marco más atractivas para empresarios e inversores.
Al fin y al cabo, los nuevos modelos de negocio señalan el camino hacia el futuro: en China, por ejemplo, ya circulan por las carreteras los primeros robotaxis sin conductor. Los expertos esperan que se introduzcan en toda China a partir de 2026. Nada de este producto procede de Alemania, ni siquiera un componente.
Los expertos denuncian que Estados Unidos y China dependen de miles de millones en subvenciones para sus industrias clave. Les gustaría ver una política industrial similar para Europa. Una de las propuestas es una política uniforme de la UE en materia de digitalización que regule, por ejemplo, el uso de software para la conducción autónoma. También en este caso, muchos representantes empresariales critican el exceso de regulación. Para proteger a Alemania como centro automovilístico se necesita mucha más libertad, como ocurre en el extranjero.
Los consumidores alemanes cada vez más reticentes a comprar un coche eléctrico
Según un reciente sondeo realizado por Acatech (Deutsche Akademie der Technikwissenschaften – Academia Alemana de Ciencias e Ingeniería), solo el 17% de los ciudadanos alemanes contempla la adquisición de un vehículo eléctrico para su próxima compra, lo que representa una disminución respecto al 24% del año 2021. Este dato marca la tercera caída consecutiva en este tipo de encuestas.
Renate Köcher, especialista en la materia, señaló que hay una resistencia significativa hacia los coches eléctricos entre los consumidores de Alemania, quienes se muestran muy cautelosos al considerar la compra de estos vehículos.
Entre las críticas más frecuentes que mencionó Köcher se encuentran el alto costo, la inquietud por la limitada autonomía y las incertidumbres sobre el verdadero beneficio ecológico de estos automóviles.
Estas reticencias son notablemente por parte de los consumidores son constantes”
Renate Köcher, Directora General del Instituto Allensbach de Investigación de la Opinión Pública (IfD)
Acatech, defensora de las ciencias técnicas y la ingeniería, junto con la experta, expresaron su preocupación por la escasez de información adecuada sobre el tema. Indicaron que las charlas con amigos y colegas suelen ser la principal fuente de información para muchas personas.
Thomas Weber, presidente de Acatech, abogó por la importancia de disponer de información objetiva y basada en hechos. Puso como ejemplo las interrogantes acerca del impacto ambiental de los vehículos eléctricos, conocidos como e-autos. Según él, los coches eléctricos son ya una opción más favorable que los de combustión interna, incluso teniendo en cuenta la fabricación de sus baterías.
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