Buenos Aires (AT) – En Suiza y en muchos otros países, las generaciones más jóvenes están reconsiderando sus decisiones profesionales ante el crecimiento de la automatización impulsada por la inteligencia artificial (IA). ¿Cómo está respondiendo el sistema de formación suizo, reconocido por su enfoque en la educación profesional, a estos rápidos cambios?
Las herramientas de IA como ChatGPT están modificando el entorno laboral. Estos sistemas tienen la capacidad de crear imágenes realistas a partir de descripciones simples, resumir textos extensos de manera rápida y generar campañas de marketing, todo imitando el estilo de quienes les proporcionan las instrucciones. Para los profesionales creativos, el auge de la IA generativa significó enfrentarse a salarios más bajos o, en algunos casos, perder empleos, tal como Swissinfo reportó recientemente.
En Suiza, los jóvenes que terminan la escuela secundaria y eligen un campo de formación están tomando en cuenta estas tendencias. Aproximadamente dos de cada tres estudiantes suizos optan por la educación y la formación profesional (EFP) y cada vez más buscan áreas laborales menos susceptibles a la automatización.
El impacto de la IA también se ha reflejado en el interés por los programas de formación. Según un estudio realizado por el equipo de Daniel Goller, se ha observado una caída en la demanda de formaciones en áreas comerciales y administrativas, que requieren habilidades cognitivas y lingüísticas fácilmente reemplazables por modelos como ChatGPT. En cambio, los jóvenes han mostrado mayor interés en oficios manuales y actividades relacionadas con la salud y los servicios sociales, que siguen siendo difíciles de automatizar.
La formación suiza frente a la automatización
Suiza es conocida por su sistema de formación profesional, considerado uno de los más efectivos a nivel mundial. El sistema tiene la tarea de mantenerse actualizado frente a los avances tecnológicos y preparar a los trabajadores para un mercado de empleo cada vez más automatizado. A pesar de la automatización de ciertas tareas repetitivas, la formación vocacional suiza se enfrenta al reto de ofrecer a los jóvenes herramientas para adaptarse a este nuevo contexto.
El sistema suizo ofrece a los jóvenes la posibilidad de elegir entre más de 240 profesiones distintas. La IA, aunque tiene un impacto en las ocupaciones de oficinas y trabajos administrativos, todavía no reemplaza funciones que requieren un contacto humano cercano, como las de enfermeras, terapeutas o docentes. Dichos roles, que requieren empatía y habilidades interpersonales, seguirán siendo necesarios incluso en un mundo impulsado por la IA.
El interés por las formaciones relacionadas con oficios manuales como la albañilería creció entre los jóvenes, quienes buscan actividades que difícilmente serán automatizadas. De acuerdo con los resultados del análisis de Goller y su equipo, la demanda de estas formaciones ha sido superior a la de trabajos de oficina, que presentan mayor riesgo de ser reemplazados por la IA.
El cambio hacia sectores menos automatizables
En los últimos años, la demanda de sectores relacionados con la salud, la educación y los servicios sociales aumentó. Estos campos se consideran más resistentes a la automatización, lo que los convierte en una opción atractiva para aquellos jóvenes que buscan una formación más estable. Se prevé que el empleo en estos sectores aumente en el futuro, lo que representa una oportunidad de empleo seguro para quienes elijan esta ruta.
Un informe global realizado por Deloitte muestra que la mayoría de los jóvenes de las generaciones Millennial y Z esperan actualizar sus habilidades o adquirir conocimientos sobre IA para poder competir en el mercado laboral del futuro. En los últimos 12 meses, la cantidad de ofertas laborales para puestos junior que requieren habilidades en IA, capacidad social y habilidades de gestión creció un 91% a nivel mundial. En Suiza, sectores como la educación, el turismo, el mantenimiento, la informática y las finanzas están viendo un crecimiento constante en la demanda de trabajadores capacitados en IA.
En este contexto, los sistemas de formación como el suizo deben adaptarse rápidamente a las exigencias del mercado. La formación en habilidades digitales, incluida la competencia en IA, se está incorporando a los programas de formación profesional, como lo demuestra la reforma de la formación comercial realizada en 2023. Esta reforma no solo refuerza las competencias digitales, sino que también incluye el desarrollo de habilidades “blandas” como la creatividad, la resolución de problemas y la comunicación interpersonal, que son aspectos que la IA todavía no puede replicar.
El futuro del sistema de formación suizo en la era de la IA
El sistema de formación profesional suizo se enfrenta a la presión de adaptarse a los rápidos avances tecnológicos, pero sigue siendo resistente frente a los desafíos de la automatización. A diferencia de otros países europeos, como Italia, Francia o España, donde la tasa de desempleo juvenil es superior al 10% y los programas de formación profesional están menos desarrollados, Suiza tiene una ventaja en términos de la flexibilidad de su sistema educativo.
En este sentido, Goller y otros expertos consideran que el sistema suizo puede estar mejor preparado para enfrentar los cambios impulsados por la IA que otros sistemas educativos. La habilidad de Suiza para revisar y actualizar sus programas de formación cada cinco años, con la participación activa de las asociaciones profesionales y los empleadores, permitió que los jóvenes se adapten a las tecnologías disruptivas como la IA.
Si bien no se puede predecir con certeza el impacto futuro de la IA, los jóvenes suizos están tomando medidas activas para asegurar su futuro profesional. Muchos no ven la digitalización y la IA como una amenaza, sino como una oportunidad para mejorar sus habilidades y mejorar sus perspectivas laborales.
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