Berlín / Buenos Aires – La primera etapa de las negociaciones entre conservadores y socialdemócratas para formar un gobierno de coalición en Alemania llega a su fin con las conclusiones de los grupos de trabajo que serán analizadas ahora por las cúpulas partidarias. Las mayores diferencias en las negociaciones entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su aliada bávara Unión Social Cristiana (CSU), por un lado, y el Partido Socialdemócrata (SPD), por el otro, se produjeron al parecer en torno a los impuestos, la política social y el freno a la inmigración irregular.
La CDU, la CSU y el SPD siguen debatiendo qué es y qué no es posible en el Estado de derecho para reducir la inmigración irregular. La legalización del aborto en las doce primeras semanas de embarazo, exigida por el SPD, también fue un tema controvertido. Al menos el grupo trabajo que discutió sobre la modernización del Estado y la reducción de la burocracia estuvo de acuerdo en la descripción de los objetivos.
Una carrera contra el tiempo
Los grupos de trabajo entregarán los resultados de sus deliberaciones, hoy, lunes. Este material se examinará y cotejará en los próximos días. Antes del fin de semana del 29 y 30 de marzo, los líderes de los partidos debatirán cómo resolver las mayores diferencias y qué se devolverá a los expertos para que elaboren los detalles sobre esa base.
En un principio estaba previsto que las cuestiones finales se cerraran en la primera semana de abril. El probable futuro canciller y presidente de la CDU, Friedrich Merz, se había propuesto formar Gobierno como muy tarde en Semana Santa, y el SPD también pidió recientemente celeridad. Sin embargo, algunos miembros de la alianza CDU/CSU creen ahora que su posición negociadora no debe verse debilitada por un plazo rígido.

Con acuerdo de Los Verdes, la CDU/CSU y el SPD crearon un margen de maniobra financiero adicional para los próximos años. El Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) despejó el camino para un paquete financiero con el que se podrá invertir en defensa e infraestructuras a través de nueva deuda.
Además, se creará un fondo especial al que no se aplicará el freno de la deuda -el límite constitucional al endeudamiento público anual- y que se alimentará con préstamos de hasta EUR 500.000 millones (US$ 540.000 millones). Sin embargo, la forma de utilizarlo -aparte de las inversiones en defensa, ciberseguridad, protección civil y protección del clima– es objeto de debate entre los socios de la coalición.
Gobernar e impedir un crecimiento de la ultraderechista AfD
Además del deseo de gobernar, a los negociadores también les mueve el objetivo de impedir un mayor ascenso de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Este partido duplicó su resultado en las elecciones federales del 23 de febrero respecto a las de 2021, con un 20,8 % de los votos.
La presión sobre los socios negociadores se intensifica también por la incertidumbre que provoca el cambio de rumbo del Gobierno estadounidense del presidente Donald Trump. Esto afecta, entre otras cosas, a la economía alemana, orientada a la exportación, a cuestiones de defensa y política exterior y a la influencia de las redes sociales.
Solo cuando se hayan aclarado en gran medida las cuestiones de fondo se decidirá cómo será la futura estructura de los ministerios del nuevo Gobierno alemán y cómo se repartirá la titularidad de los mismos entre los partidos de la coalición.
(AT / dpa)
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