Buenos Aires (AT) – A 40 años de uno de los mayores escándalos de la historia de medios moderna, el grupo de medios Bertelsmann entregó los falsos “Diarios de Hitler“ al Archivo Federal de Koblenz, en Alemania. Se trata de 52 de los 58 cuadernos, como anunció el jueves el Archivo Federal en Berlín. Ahora y según consigna la plataforma de noticias Deutsche Welle los documentos se verificarán y digitalizarán antes de ponerlos a disposición del público. Por motivos legales, esto sólo será posible dentro de seis meses como mínimo. Los seis cuadernos restantes se encuentran en el museo Casa de la Historia de Bonn, en el Museo de la Policía de Hamburgo y en la Fundación Cartier de París.
“Es bueno que los testimonios de este difícil capítulo de la historia de la posguerra de la República Federal de Alemania ahora puedan estar resguardados en los Archivos Federales”, dijo Michael Hollmann, el presidente de los Archivos Federales, durante la entrega de los falsos “Diarios de Hitler”.
El fin de una estrella
La revista Bertelsmann “Stern” publicó los supuestos diarios de Adolf Hitler a finales de abril de 1983. La intención de la prestigiosa revista de noticias y reportajes alemana era ir lanzando una series de artículos mientras el grupo madre de la revista Gruner+Jahr (G+J) lanzaría uno o varios libros. El día de la primicia, en una conferencia de prensa realizada en Hamburgo, a la que asistieron más de dos centenares de periodistas y fue transmitida por decenas de canales de televisión, el periodista Gerd Heidemann y el redactor jefe de la revista, Peter Koch, presentaron una serie de cuadernos de tapas negras, con el águila alemana lacrada sobre ellas, donde supuestamente el Führer había volcado de puño y letra el relato de sus actividades cotidianas y sus reflexiones entre 1932 y 1945.
Según los responsables de la publicación, esos diarios habían sido rescatados de un avión que se había estrellado en lo que después se convertiría en Alemania Oriental al final de la Segunda Guerra Mundial. También explicaron que estaban autenticados por tres expertos de prestigio internacional.
El primer fake news global
Sin embargo, poco tiempo después, la supuesta sensación resultó ser falsa. El autor de los llamados pensamientos más íntimos del “Führer” fue el pintor y falsificador de arte Konrad Kujau. El “Stern” había pagado diez millones de marcos –la moneda alemana de la época-, lo que en la década de los ‘80 equivalía a unos US$ 4 millones.
Stern llevada casi tres años trabajando en el tema, cuando la dirección del medio decidió dar la noticia. Todo había comenzado en 1980, cuando uno de los periodistas del staff, Gerd Heidemann, entró en contacto con Konrad Kujau, un ilustrador que también se dedicaba a rastrear todo tipo de objetos relacionados con la Segunda Guerra Mundial, para venderlos en el mercado de antigüedades o entre nostálgicos del Tercer Reich. Lo que nadie sabía era que la mayoría de esos objetos eran falsificados.
El escándalo se convertiría en el mayor y quizás primer caso de fake news de la historia mediática moderna.
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